La Federación Internacional de Judo castigó al judoca argelino Fethi Nourine por haberse negado a luchar contra el israelí Tohar Butbul en los últimos Juegos Olímpicos. La sanción implica su apartamiento por 10 años de cualquier torneo, también para su entrenador, Amar Benikhlef.
Conocido su rival en la segunda ronda de la competencia disputada en Tokio, Japón, el atleta decidió abandonar la misma. Participante de peso ligero masculino, su decisión fue en línea con el boicot antisemita de muchas federaciones deportivas de países sin relación diplomática con Israel.
El Comité Olímpico de Argelia retiró las acreditaciones de ambas personas y los envió de regreso a casa. Tricampeón africano de judo, y de 30 años, esta medida indeclinable le pondría fin a la carrera deportiva de Nourine.
En un comunicado, la FIJ informó: “Es evidente que los dos judocas argelinos, con malas intenciones, han utilizado los Juegos Olímpicos como plataforma de protesta y promoción de propaganda política y religiosa. Esto es una clara y grave violación de los Estatutos de la FIJ, el Código de Ética de la FIJ y la Carta Olímpica. Por lo tanto, en este caso no se puede imponer otra sanción que una suspensión severa”.
A causa de la no presentación, sumada a la del sudanés Mohamed Abdalrasool, Butbul avanzó automáticamente a los octavos de final en la división de 73 kilogramos. El de Sudán acusó una lesión, pero el israelí y su equipo no le creyeron, porque su rival había peleado el día anterior.