La reconstrucción mamaria, en conjunto con otros tipos de intervenciones estéticas en la zona, son uno de los tipos de cirugía estética más habituales. Los implantes que se usan en la práctica médica actual en general están hechos de silicona sintética. Son un reemplazo del tejido orgánico hecho de manera artificial.
El problema es que estos implantes pueden traer riesgos o complicaciones para la salud para algunas personas. La mayoría de las veces, esto sucede luego de unos años de la intervención. El nuevo diseño de la empresa israelí Stratasys, en conjunto con la compañía estadounidense CollPlant Technologies, busca reducir estos riesgos.
El diseño e impresión 3D permite obtener un material que ayuda a regenerar el tejido natural mamario sin activar una respuesta inmune contraproducente.
Lo que sucede con los implantes tradicionales es que el cuerpo humano activa contra ellos la respuesta inmune que produce contra cualquier agente externo. Este método de defensa es imprescindible para la salud, pero complejiza la situación cuando se debe realizar un implante o un trasplante de órganos.
Yoav Zeif, CEO de Stratasys, explicó la importancia de esta alianza con CollPlant: “tenemos una importante oportunidad de transformar la práctica médica con la impresión para mejorar las vidas de las pacientes que atraviesas un cirugía de aumento mamario o cualquier proceso de reconstrucción”.
El último estudio sobre animales de esta nueva tecnología reveló que luego de tres meses, el cuerpo generaba tejido y redes neovasculares nuevos a partir del implante. No se presentaron complicaciones relacionadas con la intervención.