Los bombardeos tuvieron lugar en la ciudad portuaria de Tartús, en el noroeste de Siria y en algunos puntos en las afueras de Damasco.
El reporte castrense añade que los aviones israelíes atacaron Tartús desde el Mar Mediterráneo y el área de Damasco desde el espacio aéreo de Beirut.
El informe militar alega que varios de los misiles fueron interceptados por las defensas aéreas sirias y que se registraron daños materiales.
El canal saudita Al Arabiya informó que el ataque tuvo como blanco un envío de misiles que había sido transferido al grupo terrorista libanés chií Hezbollah. También se afirmó que un oficial iraní y otro sirio que supervisaban el traslado del cargamento fueron atacados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en Londres pero que cuenta con un número de colaboradores en el terreno, apuntó que los ataques fueron dirigidos contra posiciones de las fuerzas del régimen del presidente Bashar al Assad donde se encuentra las “milicias iraníes” aliadas a Damasco.
El informe detalla que “varios misiles” impactaron en las cercanías de la aldea Abu Afsa y en una base militar, hacia donde acudieron las ambulancias para rescatar a los heridos y evacuar a los muertos.
El Observatorio dijo que este es el ataque número 19 por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a Siria desde el comienzo del año.
Las FDI suelen lanzar acciones de este tipo para desbaratar el envío de misiles y otras armas sofisticadas al grupo terrorista libanés Hezbollah y para tratar de frustrar la consolidación de las milicias chiís dirigidas por Irán en el país árabe vecino.
Israel considera una amenaza para su seguridad la presencia de milicias proiraníes en Siria. No obstante, las FDI no suelen asumir la autoría de tales ataques ni pronunciarse al respecto. Aurora y EFE