Zohar Palti, ex funcionario israelí, participó del podcast de Nadav Perry y reflexionó sobre las tensiones en Oriente Medio. “La sociedad israelí demostró que es mucho más fuerte de lo que nuestros enemigos creen”, afirmó
Por Sol de María
“Cuando me desperté esta mañana, Irán todavía no tenía armas nucleares”, afirmó Zohar Palti, ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Mossad, durante su participación en el podcast del periodista israelí Nadav Perry. Con un tono de cautela, pero también de firmeza, dejó en claro que, aunque no se puede bajar la guardia, las acciones conjuntas de Israel, Estados Unidos y otros aliados han evitado hasta ahora que el régimen iraní cruce el umbral nuclear. “No podemos relajarnos”, insistió, subrayando que el desafío sigue siendo una prioridad absoluta para la seguridad israelí.
Desde su vasta experiencia como arquitecto de estrategias de inteligencia, Palti reflexionó sobre algunos de los momentos más críticos en las últimas décadas de la región, incluyendo las tensiones con Irán, los desafíos de seguridad planteados por Siria y el impacto de los históricos Acuerdos de Abraham en la estabilidad de Oriente Medio. Con cada palabra, transmitió la complejidad de un tablero geopolítico que está en constante cambio. “Las inversiones en defensa y tecnología nos han dado un margen de maniobra que no teníamos antes. Sin embargo, los retos son cada vez más sofisticados, y no podemos confiarnos”.
El ex funcionario también abordó el impacto de los eventos del 7 de octubre de 2023, que marcaron un antes y un después en la percepción internacional de Israel. Según él, ese día fue una prueba tanto para la seguridad nacional como para la resiliencia de la población. “En el momento de la crisis, las divisiones políticas dejaron de importar. La sociedad israelí demostró que es mucho más fuerte de lo que nuestros enemigos creen”, señaló.
Irán y la amenaza nuclear
Desde la perspectiva de Zohar Palti, el programa nuclear iraní representa uno de los mayores desafíos para la seguridad global, pero también un ejemplo de cómo la cooperación internacional puede frenar ambiciones peligrosas. “Podemos debatir la definición de un ‘estado umbral’”, señaló, refiriéndose al punto en que un país está a un paso de obtener armas nucleares. Sin embargo, dejó en claro que, hasta el momento, Irán no ha tomado la decisión definitiva de cruzar ese umbral. “Lo que es seguro es que hoy no tienen una bomba”, afirmó tajantemente.
Palti, quien ha estado en el centro de las operaciones de inteligencia israelíes durante décadas, subrayó que este estancamiento no es casualidad. A lo largo de los años, se han documentado numerosas acciones preventivas para debilitar la infraestructura nuclear iraní. “En los últimos 20 años he leído en los periódicos sobre una vasta cadena de eventos: Stuxnet, explosiones… Pero eso no significa que podamos relajarnos”, advirtió, recordando que el éxito hasta ahora no garantiza un futuro libre de amenazas.
El papel de Estados Unidos en esta dinámica ha sido fundamental, según Palti. Durante la entrevista, elogió la capacidad operativa y estratégica de las fuerzas estadounidenses, especialmente en situaciones críticas. “Lo que ocurrió en abril fue algo increíble. Lo que logró la Fuerza Aérea Israelí junto con CENTCOM (Comando Central de Estados Unidos) durante el ataque iraní es digno de una película”, aseguró resaltando cómo las fuerzas aliadas interceptaron el 99% de los misiles iraníes. Palti destacó la coordinación sin precedentes que permitió vaciar los cielos de vuelos civiles en cuestión de horas, dejando únicamente a los “malos” en el aire. “Es un nivel de poder que nunca antes se había demostrado”, comentó con admiración.
Sin embargo, Palti advirtió que el margen de error es mínimo. “El doble filo del uso iraní de misiles tierra-tierra es que nos ‘forzaron’ a atacar directamente en Irán. Ahora, esa barrera psicológica ya no existe. Ya lo hemos hecho dos veces, y esto es incluso antes de que Trump reingrese a la ecuación”, explicó, refiriéndose a las tensiones latentes entre ambos países.
Aunque reconoció la imprevisibilidad de una posible futura administración de Donald Trump, no dudó en remarcar las capacidades de los Estados Unidos para neutralizar la amenaza nuclear iraní. “Incluso en un mal día, los estadounidenses saben cómo desmantelar esta amenaza en ocho horas. Poseen capacidades que ningún otro poder en el mundo tiene en este aspecto”, afirmó, pero advirtió que todo depende de la toma de decisiones. “Solo necesitan tomar la decisión correcta. Si lo harán o no, eso no lo sé. Por eso hemos desarrollado nuestras propias capacidades durante años”, concluyó.
A pesar de las tensiones, el exjefe de inteligencia enfatizó que Israel no permitirá que Irán se convierta en una potencia nuclear. “Debemos seguir haciendo lo que hemos hecho durante los últimos 40 años para evitar que obtengan armas nucleares. Si es necesario, atacaremos. La barrera psicológica ya está rota”, sentenció.
La coordinación militar y la resiliencia israelí
Para Palti, la cooperación entre Israel y Estados Unidos ha sido tanto estratégica como vital en la defensa de los intereses comunes de ambos países en Oriente Medio. A lo largo de la entrevista, subrayó cómo esta relación ha permitido que Israel desarrolle capacidades defensivas únicas en el mundo. “Israel y Estados Unidos han invertido miles de millones en construir un ‘canopy of defense’ (un paraguas de defensa), que incluye sistemas como el Iron Dome, David’s Sling y Arrow 2″, explicó. Y añadió: “Pronto tendremos interceptores láser, lo que mejorará aún más el sistema”.
La colaboración no solo se centra en lo tecnológico, sino también en la inteligencia compartida. El ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Mossad destacó un ejemplo reciente: “Los estadounidenses entendieron, a través de nuestra inteligencia conjunta, que un ataque iraní era inminente. Llamaron a todos los líderes de Oriente Medio y les dijeron: ‘Amigos, escuchen, en dos horas no habrá vuelos civiles en toda la región’. Ese nivel de coordinación no tiene precedentes”.
El ex funcionario también reflexionó sobre los avances en la capacidad de Israel para defenderse de amenazas externas, pero advirtió que la resiliencia del país es igual de importante. Según él, Hezbollah e Irán han subestimado la fortaleza de la sociedad israelí. “Contrario a las teorías de Irán y Nasrallah, los israelíes son muy resilientes. Esa es la razón por la que, a diferencia de la amenaza nuclear, el ‘anillo de fuego’ de los proxies de Irán y su guerra de desgaste no son amenazas existenciales”, señaló.
En el contexto de las operaciones militares, Palti habló sobre la preparación y el largo proceso que implica cada misión. “Cada operación de este tipo requiere entre tres y diez años de trabajo. Supongamos que las personas que supieron ejecutar la operación de los localizadores de emergencia (pagers) también saben cómo realizar operaciones similares a un nivel más amplio, a escala estatal”, comentó, haciendo alusión a las acciones encubiertas de Israel en territorio enemigo.
Sin embargo, el 7 de octubre marcó un punto de inflexión. Para Palti, ese día fue una prueba no solo para la seguridad nacional, sino también para la cohesión interna de Israel. “Nasrallah cometió un error al pensar que entendía a Israel, pero no lo hizo. Vio división en la política israelí, pero no logró comprender lo que tú y yo, como israelíes, entendimos de inmediato: en el momento del 7 de octubre, la política dejó de importar”, afirmó con determinación.
Palti también reflexionó sobre cómo la sociedad israelí se moviliza en tiempos de crisis, un fenómeno que él considera único. “La resiliencia de los israelíes es algo que nuestros enemigos no logran entender. Esa es nuestra mayor fortaleza y, al mismo tiempo, el error más grande de quienes nos atacan”, concluyó.
El ex funcionario señaló que, a pesar de los desafíos, la sociedad israelí tiene una capacidad única para sobreponerse a las adversidades. “Si salimos de esta situación actual, los israelíes son gente trabajadora, y creo que nuestra economía creará oportunidades. El mundo reconocerá esto, y las inversiones regresarán, pero todo dependerá de si podemos estabilizarnos internamente”, explicó.
El papel de Siria y su impacto regional
En la entrevista, Palti dedicó parte de su análisis a examinar la situación en Siria, un país cuya guerra civil y colapso han transformado el equilibrio de poder en la región. Explicó la caída del régimen de Bashar al-Assad, así como el debilitamiento de sus aliados, ha creado nuevas dinámicas que plantean tanto oportunidades como riesgos. “En los primeros años de la década de 2000, lo que llamamos el ‘eje del mal’ comenzó a formarse. Pero ese eje ya no existe. Assad ha caído, Hezbollah no está en el mismo estado que el año pasado, e Irán ha desperdiciado muchas de sus capacidades militares”, explicó.
A pesar de este debilitamiento, Palti destacó que la situación en Siria sigue siendo motivo de preocupación, no tanto por el país en sí, sino por cómo sus problemas pueden desbordarse hacia otros vecinos clave, como Jordania. “El problema no es Siria en sí misma, sino cómo podría afectar a Jordania. Si algo desestabiliza a Jordania, nos encontraremos en territorio desconocido”, advirtió, enfatizando la importancia estratégica de la estabilidad jordana para la región y para los intereses de Israel.
Uno de los mayores temores de Palti es que Irán, al perder influencia en Siria, redirija sus esfuerzos hacia Jordania. “Ahora que los iraníes han perdido Siria, ¿hacia dónde se dirigirán? ¿Quizás hacia Jordania? Constantemente me pregunto desde qué dirección podríamos ser tomados por sorpresa desde el punto de vista de la inteligencia”, señaló.
La relación entre Israel y Jordania ha sido un pilar de estabilidad durante décadas, y Palti no minimizó la importancia de preservarla. “Si algo es lo más importante para Israel, son los acuerdos de paz con Egipto y Jordania. Estos han sido los dos elementos más estables en las últimas décadas. Si, Dios no lo quiera, algo los desestabiliza, nos encontraremos en aguas desconocidas”, afirmó.
Además de las implicaciones estratégicas, el ex jefe destacó la conexión económica que podría surgir si la estabilidad se mantiene en la región. “Si hay un acuerdo con los saudíes, imagina el tremendo flujo económico que podría pasar por Jordania. Jordania es crucial para muchos asuntos: los temas palestinos, la profundidad estratégica de los estados del Golfo y la conexión terrestre entre Israel y Arabia Saudita”, explicó.
Con un enfoque equilibrado, Palti reconoció que la situación en Siria también ofrece oportunidades, siempre y cuando se maneje con cuidado. “No quiero sonar alarmista, pero tendremos que invertir recursos significativos para monitorear los desarrollos en torno a Jordania. Hay oportunidades aquí, pero primero necesitamos resolver esta situación para que nuestra gente pueda volver a casa”, concluyó, refiriéndose al impacto humano y político de los conflictos actuales en la región.
Los Acuerdos de Abraham y nuevas oportunidades en Medio Oriente
Como alguien que desempeñó un papel clave en los Acuerdos de Abraham, Zohar Palti destacó en la entrevista la importancia histórica y estratégica de estos acuerdos para la región. Más allá de su componente militar, Palti enfatizó que el principal interés de los países firmantes, como los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos, no radicaba en la defensa, sino en la innovación y el potencial económico de Israel. “Como alguien que tuvo el honor de firmar el componente de seguridad de los Acuerdos de Abraham, puedo decir que el poder militar era lo último que les interesaba. Lo que querían era nuestra tecnología, nuestra experiencia en inteligencia artificial y los genios detrás de las patentes israelíes”, afirmó.
El exfuncionario citó ejemplos concretos de cómo estas relaciones se han fortalecido incluso en tiempos de crisis. Durante el reciente conflicto, las aerolíneas de Emiratos, como Etihad y Fly Dubai, continuaron volando hacia Tel Aviv, mientras que muchas aerolíneas occidentales suspendieron sus operaciones. “Los americanos y europeos olvidaron su amistad con nosotros en este contexto, pero los emiratíes tomaron una decisión estratégica increíble”, comentó.
A pesar de los desafíos que enfrentan estos acuerdos, Palti se mostró optimista respecto a su futuro. “Los Acuerdos de Abraham, que todavía son ‘jóvenes’ con solo tres años, han enfrentado su mayor crisis. Y sin embargo, Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos han mantenido sus compromisos. Eso es algo notable”, destacó, subrayando que estas relaciones son mucho más profundas de lo que muchos creen.
El ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Mossad también habló sobre las perspectivas de expansión de los acuerdos para incluir a otros países clave, como Arabia Saudita e Indonesia, y las implicaciones que esto podría tener para Israel y la región. “Todavía faltan dos países importantes, Arabia Saudita e Indonesia. Su entrada a los acuerdos representaría un impulso económico tremendo para todos”, afirmó, sugiriendo que el potencial de colaboración con estos países podría transformar el panorama económico y político de Oriente Medio.
En particular, elogió el liderazgo de figuras como Mohammed bin Zayed (MBZ), el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, a quien describió como un visionario. “MBZ, quien creo que es un líder increíble, no buscaba solo una alianza militar. Él quería nuestra amistad porque valora nuestro ingenio, nuestra capacidad de innovación en alta tecnología”, señaló.
Palti también resaltó el simbolismo detrás de estos acuerdos, que representan no solo un cambio en las alianzas regionales, sino también una oportunidad para superar barreras históricas. “Los Acuerdos de Abraham son mucho más que tratados. Son una declaración de que la cooperación y el progreso pueden triunfar sobre el conflicto y la hostilidad”, concluyó.
Los Acuerdos de Abraham bien pudieron ser el principal detonante de los ataques terroristas del 7 de octubre, ya que suponían un antes y un después, eran algo similar o incluso mayor al logro conseguido con los acuerdos de paz con Jordania y Egipto, con numerosas implicaciones en muchos países o intereses, y el acuerdo de paz con Egipto le costó la vida a Anwar el-Sadat en el atentado del 1981. Egipto también fue la cuna del panarabismo, naturalmente todos también unidos contra Israel, al que incluso se apuntó el líder palestino Amin al-Hussein durante unos años. Al-Husseini, como muchos de su clase y época, pasó del panarabismo orientado a Damasco a una ideología específicamente palestina, centrada en Jerusalén, que buscaba bloquear la inmigración judía a la Palestina del Mandato Británico.
Siempre han sido muchos los intereses en Oriente Medio, y con los Acuerdos de Abraham Israel debe andar con pies de plomo, desde los intereses econòmicos de las grandes potencias, hasta los intereses geoestratégicos y militares, como los de, sin ir más lejos, España, un país sin ningún peligro militar salvo un mínimo por parte de Marruecos, uno de los países que firmaron los Acuerdos de Abraham y que son aliados de Estados Unidos desde hace muchos años, o salvo el que provocan los mismos militares españoles, aún con muchos ramalazos fascistas, no pocos siguen sus continuas amenazas y declaraciones altisonantes sobre todo contra las pretensiones de las regiones separatistas.
En el pasado, países fascistas como España fueron muy amigos de los moros, poco antes de la firma de los pactos militares de Franco con Estados Unidos en 1953, los fascistas españoles llegaron a colaborar militarmente con los países árabes, aprovechando sus ideologías comunes antisemitas y por el petróleo. Franco llegó a enviar a falangistas, armas y aviones nazis cazas y bombarderos, que le vendió la Alemania de Hitler, para ayudar a los países árabes durante la Guerra de Independencia de Israel de 1.948 hasta 1.953. La Alemania nazi también tuvo intereses comunes con los musulmanes. El nazi belga Leon Degrelle, uno de los criminales nazis que encontraron refugio en España, en España daba discursos y concedía entrevistas en las que siempre alababa el nazismo y resaltaba su gran admiración por Hitler, y en sus grandilocuentes frases mezclaba la ideología nazi con lo que parecían consignas religiosas, que habría amoldado de las que aprendiera del catolicismo que profesaba, procedente de sus profesores jesuitas del colegio en la católica Bélgica. Degrelle también era muy antisemita, y definió a su muy admirado Hitler como una persona muy religiosa, un cristiano impecable, solo que no era clerical, es decir, que no obedecía todas las consignas del Vaticano o de la alta jerarquía católica, esto lo dijo a cuento de las Divisiones musulmanas que reclutaron los nazis en los países Balcánicos, los voluntarios que reunió el líder palestino Amin al-Husseini, y a los que los nazis regalaron un colgante de oro con un pequeño Corán de parte de Hitler. Esta religiosidad nazi sería al margen de la más que dudosa religiosidad que tuvieron otros muchos nazis, o al menos las élites SS, que más bien seguían unas estrambóticas creencias mezclando diversas religiones, ocultismo y fantasías históricas. Por lo que parece, a los nazis les da igual cualquier religión o creencia, todo les vale mientras que no sea el judaísmo.
También se dijo que los terroristas aprovecharon el momento de inestabilidad política en Israel con las continuas protestas masivas contra Netanyahu, protestas que siguen más o menos igual, sumando el problema de los rehenes a las protestas por los juicios a Netanyahu. Aunque es muy complicado que un ataque terrorista de la magnitud y la extrema crueldad del 7 de octubre los terroristas lo pudieran haber sido magnificado de alguna manera con la situación interna de Israel, todo lo contrario, era más que esperada la respuesta contundente de Israel, pero sí que en el exterior han conseguido lo que igual tenían previsto o pretendían, al menos en occidente con muchos de los de izquierdas y comunistas, mientras que ni en en el resto de los países musulmanes no han conseguido tantos apoyos populares ni de terroristas, que seguramente si hubieran logrado en el pasado cercano.
Nunca se sabe lo que deparará el futuro o las consecuencias de lo que está ocurriendo, si los Acuerdos de Abraham traerán una paz duradera a Israel, y al resto de países occidentales, o si provocarán el surgimiento de nuevos grupos terroristas yihadistas y la mayor animadversión de países fundamentalistas como Irán. Lo mismo que se dice que ocurrió con el surgimiento del terrorismo yihadista internacional, Al Qaeda y Estado Islámico, aparecieron como una respuesta del fundamentalismo religioso musulmán contra la globalización, junto con la propagación de las costumbres occidentales que propiciaban el turismo barato, la televisión por satélite, internet, etc. O antes, incluso el nazismo pudo haber aparecido como respuesta a la teoría de la evolución de Darwin, que echaba por tierra los pilares de la religión cristiana, o al menos fue el detonante que llevó a “El Profeta” de los fascistas y nazis, el filósofo Nietzsche, a dejar los estudios para ser un cura luterano, como fue su padre, y pasó a convertirse en el mayor azote intelectual contra las grandes religiones monoteístas y la principal figura del nihilismo o del ateísmo, si bien los fascistas y nazis reinterpretaron y reintrepretan como les da la gana el nihilismo de Nietzsche, lo mismo que hicieron y hacen con la teoría científica de la evolución. Ahora mismo no son menos importantes los cambios que se están produciendo, a veces tan rápidos que casi no da tiempo a digerirlos, como la Inteligencia Artificial, las relaciones sociales y negocios por internet, las fuentes de energía sostenibles y los coches eléctricos, o gracias a la paleogenética se han descubierto nuevas teorías de la evolución humana que echan por tierra todas las fantasías de los racistas, contra las que aun está por ver qué tienen previsto inventar todos estos nuevos ultraderechistas y fascistas que han surgido por toda Europa y en el resto del mundo.