El primer ministro Naftali Bennett y el ministro de defensa Benny Gantz formaron un comité para evaluar reformas del servicio nacional y militar de Israel. La idea es expandir el requisito del servicio nacional a un programa obligatorio.
Gantz afirmó que, sin tal refuerzo, el país estaría obligado a poner punto final al reclutamiento y convertir a las FDI en un ejército profesional y voluntario.
Según un comunicado conjunto de las oficinas de ambos políticos, “se considerará ajustes al servicio de las FDI y al servicio nacional y civil. Construyendo un marco nuevo, amplio y actualizado, que aborde las necesidades de seguridad nacional, la economía y la sociedad israelí, para los diversos grupos de su población, que tendrán amplio llamamiento nacional”.
En consonancia con el anuncio, la comisión la dirigirá el secretario del gabinete Shalom Shlomo. A su vez, estará integrada por representantes de los ministerios de Justicia, Finanzas, Economía, Igualdad Social y Defensa.
Esta nueva iniciativa se formó de acuerdo con una decisión del gabinete aprobado en agosto. Tanto Gantz como el director general de su ministerio Amir Eshel se mostraron a favor de un modelo de servicio nacional universal. Hasta hoy, el sistema exime a los israelíes árabes y a casi todos los ultraortodoxos de este plan.
“Con la fundación del país, las FDI también se fundaron y se requirió el servicio militar obligatorio de todos. Hoy, 73 años después, cuando solo la mitad de los jóvenes de 18 años se alista y cuando el país ha pasado de una política de crisol a una nación de ‘todas sus tribus’, debemos desarrollar un modelo diferente”, dijo Gantz en septiembre.