Ubicado al sureste de Tel Aviv, el sitio arqueológico Nesher Ramla es un sitio de investigación con restos del Paleolítico Medio, un período que abarcó entre 250,000 y 50,000 años atrás.
En la parte inferior del yacimiento hay evidencias de asentamientos humanos, mientras que los niveles superiores solo muestran rastros de actividad animal y visitas ocasionales de humanos.
Recientemente, un estudio liderado por Meir Orbach, de la Universidad de Haifa, reveló que si bien hace 100.000 años el centro de Israel era hogar de una asombrosa variedad de animales, como gacelas o rinocerontes, los humanos prehistóricos de la región no cazaban indiscriminadamente, sino que preferían cazar uro, el ancestro de las vacas domésticas.
Los investigadores analizaron huesos de animales encontrados en el sitio, determinando qué tipo de daños presentaban, es decir, si habían sido procesados por herramientas humanas o mordidos por depredadores o expuestos al sol.
En los niveles superiores, los restos de fauna eran diversos y en su mayoría consumidos por carnívoros como hienas y leones, mientras que en las capas más profundas, cuando el lugar estuvo habitado, predominaban los huesos de uro y, en menor medida, de gacelas.
Los expertos consideran que esto tiene que ver con que estos animales vivían en grandes manadas y en espacios abiertos, lo que facilitaba su caza en comparación con especies solitarias o aquellas que habitaban en bosques.