En honor a los secuestrados el 7 de octubre de 2023, en manos de los terroristas del Hamás
El hermoso y azul cielo de Israel tuvo que ser testigo a fuerza de los gritos de dolor de cuantos inocentes, que apenas abrían sus ojos a una hermosa mañana de la festividad de Simjá Torá.
Terror, ira, dolor y frustración rondaba en el aire del kibutz Nir Oz. La confusión se apoderó del quieto silencio mañanero y desveló la perversidad que se había presentado en aquel sendero.
El resto del país enmudecido miraba con impotencia el terror convertido en homicidio.
La violencia y la perversidad fue ese momento la única realidad
La muerte rondaba lo que antes fue un hermoso sendero y aquellos ciudadanos de bien que despertaban pasaron del asedio al cautiverio.
Gritos desesperados reflejaron miedo y para muchos fue su último momento, un grito de terror, desesperanza y tormento.
Entraron por tierra, mar y aire, violentando todo a su paso, imponiendo matanza, odio y perversas doctrinas, mientras registraban a los que yacían muertos y exponiéndolos como trofeos en vitrinas.
Son más de 500 días y la sangre de todos aquellos inocentes claman por justicia ante la impune malicia.
La voz de quienes exigimos respuestas permanecerá inquebrantable hasta avizorar la tan anhelada paz que Israel perdió aquel día y el regreso de los cautivos, que únicamente son ciudadanos inofensivos.
Karla Gaona
Periodista de Ecuador en Israel