El 11 de abril de 1961 Adolf Eichmann, uno de los oficiales más importantes dentro del régimen nazi, fue llevado a juicio en Israel. La condena resultó ser la única sentencia de muerte en la historia del país.
Luego de la caída del nazismo, y la finalización de la Segunda Guerra Mundial, muchos jerarcas nazis abandonaron Alemania y se escondieron en distintos países.
Eichmann no fue excepción, y viajó con un nombre falso hacia Sudamérica. Tiempo después de haberse escondido, el Mossad lo secuestró en el sur argentino, y lo llevó a Israel para que sea juzgado.
El juicio recobró vital importancia en distintas partes del mundo, contando con testimonios de sobrevivientes de la Shoá. Eichmann fue uno de los responsables de la Solución Final, deicisión por la cual millones de personas fueron asesinadas.
Tras ser declarado culpable por 15 cargos, incluidos crímenes contra la humanidad, Eichmann recibió la pena de muerte. Fue la única persona condenada con esa sentencia en la historia de Israel.