El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia Mikhail Boganov afirmó ayer que Moscú está decepcionada por recientes declaraciones de Israel. “Por supuesto, nos decepcionaron un poco estas declaraciones antirrusas de varias personas responsables en Israel, porque esto no corresponde a la naturaleza de las relaciones tradicionalmente amistosas que hemos estado construyendo durante 30 años desde fines de la década de 1980”, dijo en respuesta a una pregunta de la agencia de noticias rusa TASS.
A su vez, el político agregó que Israel “tome una posición más equilibrada y objetiva”. Y enfatizó que Rusia aprecia la naturaleza especial de las relaciones con Israel, especialmente en torno a la memoria de la Segunda Guerra Mundial.
La embajada de Rusia en Tel Aviv se negó a comentar sobre la declaración. A su vez, los lazos entre las dos naciones estuvieron bajo tensión en las últimas semanas. Israel trató de caminar por una línea muy fina entre Moscú y Kiev. Pero se volvió crítico con Rusia a medida que surgieron pruebas de las atrocidades en suelo ucraniano.
A principios de mayo, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia Sergey Lavrov afirmó que “Hitler también tenía sangre judía” y que “algunos de los peores antisemitas son judíos”. Y redobló sus dichos días después: añadió que los judíos ayudaron a los nazis y que Israel está con el “régimen neonazi” de Ucrania.