La Autoridad de Antigüedades de Israel dio a conocer el jueves pasado un hallazgo arqueológico a metros del lugar donde estaba ubicado el Templo de Jerusalén en la era bíblica.
Dicho recinto, de 2000 años, habría sido habitado por peregrinos de la época. A su vez, también se encontraron un par de salas idénticas con una fuente de agua entre ambas. Las paredes de estas estaban decoradas con capiteles corintios.
A su vez, se halló fue una especie de piscina que se pudo haber utilizado en dichos tiempos como un baño ritual de purificación. También se sospecha que el sitio sirvió para los peregrinos que arribaban al Templo, el cual funcionaba como ayuntamiento.
El lugar en cuestión abrirá pronto al público general que visite Jerusalén. La idea de las autoridades es que la gente camine dentro de las salas y que sea una atracción turística.