El asesor jurídico del Gobierno (y Fiscal General), Avichai Mandelblit, anunciaría, según los reportes, su decisión de acusar a Sara Netanyahu, la esposa del primer ministro Biniamín Netanyahu, de desviar fondos públicos para solventar los gastos del cuidado de su vivienda privada.
Fuentes cercanas a la investigación le dijeron al Canal 2 de la televisión que Mandelblit probablemente hará el anuncio en las próximas dos semanas.
Sara Netanyahu es sospechosa de conducta inapropiada y mal uso de los fondos del Estado relacionados con la Residencia del Primer Ministro, incluyendo recepción de bienes de manera fraudulenta, falsificación de documentos y abuso de confianza. Según los reportes, Mandelblit se dispone a presentar cargos por cuatro alegatos separados.
El más grave incluye la contratación del electricista Avi Fahima, un miembro del Comité Central del partido Likud. Un comité encargado de supervisar los gastos de la Residencia -que incluía al asesor legal de la Oficina del Primer Ministro- falló en contra de la contratación de Fahima; sin embargo, éste último fue empleado.
Otras denuncias se refieren al uso de fondos estatales para la compra de muebles diseñados para la mansión privada de la familia Netanyahu en Caesarea (Cesarea). Al parecer, los muebles fueron comprados para la Residencia Oficial en Jerusalén; pero luego fueron trasladados a la casa privada de Netanyahu, mientras que sus muebles viejos fueron llevados a la Residencia del Primer Ministro para el reemplazo.
La esposa del primer ministro también es sospechosa de uso indebido de fondos estatales para el cuidado médico de su difunto padre y de sobrefacturar los gastos de las comidas privadas ordenadas para la Residencia del Primer Ministro.
La decisión de iniciar la investigación surge a raíz de la recomendación del Fiscal del Estado, tras los alegatos que aparecen en el informe de 2015 del Contralor del Estado, Yosef Shapira, que ofrece un detalle pormenorizado del derroche llevado a cabo por Netanyahu y su esposa en la residencia oficial en Jerusalén, así como en su vivienda privada en Caesarea.
El abogado de Netanyahu calificó las acusaciones de «ridículas» y aseveró que forman parte de una «persecución contra la familia Netanyahu».