Rehenes sin dolientes

20 noviembre, 2023 ,
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Cuando parecía muy cercano el momento de establecimiento de relaciones entre Arabia Saudita e Israel, el primer ministro de Israel recién llegando de una visita alentadora en los Estados Unidos, Hamás aparentando ocuparse de la población de Gaza antes que, de enfrentar a Israel, tiene lugar la devastadora incursión con saldo inmediato de israelíes degollados, secuestrados y una lluvia de cohetes que no ha cesado todavía. 

Los israelíes quedaron conmocionados y sorprendidos. Su presunción de tener una defensa férrea y una inteligencia capaz de impedir un acontecimiento ni siquiera parecido, se desvaneció en pocas horas. Las imágenes del momento, los relatos que abundan y lo largo de la guerra han significado un duro golpe a la moral de un país que es muy sensible a sus bajas, sean civiles o militares. 

Demostraciones de solidaridad y duelo de países amigos y no tan amigos fueron recibidas y muy apreciadas por todos los israelíes y los judíos. Aunque era lo propio y natural, Israel es siempre propenso a ser condenado antes que alabado o justificado. Cosas de un mundo algo extraño, que juzga a Israel bajo estándares y reglas muy particulares. Estas muestras de solidaridad han durado el tiempo mínimo durante el cual Israel ha tomado la ofensiva obligada para deponer un gobierno de Hamás que resulta un peligro comprobado, que amenaza siempre a todo Israel con cohetes y atentados, declarando con claridad absoluta su intención de destruir al estado judío. 

Un tema que es crucial para Israel, toda su población y todos los judíos del mundo, es el tema de los 250 rehenes. Hay 250 personas, de todas las edades, que están secuestradas desde el 7 de octubre de 2023. Niños y niñas, esposas de alguien, maridos de sus mujeres en Israel, personas mayores con problemas de salud. No se sabe a ciencia cierta donde están, ni como están. No hay fe de vida de ellas. Cuando baja la cifra de secuestrados es porque aumenta la de víctimas mortales. Las familias de los secuestrados en su mayoría tienen dentro de su entorno víctimas mortales de la carnicería del 7 de octubre. Su desesperación es creciente. 

El secuestro de decenas de personas da lugar a una guerra psicológica de proporciones inimaginables. Las familias desean el regreso de sus seres queridos a cualquier precio, todo precio es caro y no hay garantía en ningún precio. No existen negociaciones directas, ni pueden existir. Los intermediarios tienen agendas ocultas y no necesariamente es la liberación de los rehenes la primera prioridad. Mientras Israel avanza en su objetivo de deponer a Hamás, los daños colaterales aumentan. Los rehenes se convierten en una moneda de cambio para un cese temporal de hostilidades que permita ayuda humanitaria y una reagrupación de las huestes de Hamás. Esto último se traduce, indefectiblemente, en mayor capacidad de combate de Hamás y en un número mayor de bajas para Israel cuando se reanuden los combates. 

Las familias de los rehenes están desesperadas. Semanas y semanas sin saber de sus seres queridos. Quieren su regreso y se sienten desatendidos. El gobierno se encuentra en un dilema grande. Deponer a Hamás y liberar a los rehenes no son tareas fáciles que puedan hacerse a la vez. Hamás es un enemigo poderoso, con un ejército de quizás cuarenta mil hombres listos a matar y morir. Ahora, en la guerra de guerrillas quizás más grande y compleja de la historia de la humanidad. Una guerra que cobra vidas todos los días, con muchos civiles que se convierten en bajas y reciben el antipático calificativo de daños colaterales. Cabe siempre citar la no suficientemente denunciada situación de los escudos humanos, las instalaciones hospitalarias y educativas usadas como bases de lanzamiento y centros de acopio de material bélico, la red de túneles más impresionante del mundo que contrasta con la pobreza que se anuncia siempre desde Gaza.

La situación humanitaria de Gaza es terrible. Una población secuestrada por Hamás, la misma Hamás que se refugia bajo tierra y no deja margen de maniobra. Israel es exigida: debe proveer a su enemigo declarado de combustible, medicinas, alimentos, electricidad y agua. Los amigos de Israel presionan y amenazan con quitarle el apoyo necesario para que persista en su objetivo de deponer a Hamás, algo que les conviene a todos pero que se le encomienda a uno solo.

Pareciera que la llave de la solución está en manos de Israel. No es así.

La presión de todos está dirigida a la parte equivocada. A la víctima y no al victimario. El grado de efervescencia de la guerra bajaría drásticamente con la liberación de los rehenes, con la fe de vida de ellos en principio. Pero no, el tema de los días y del día es presionar a Israel y deslegitimarla, exigir que ceda en lo referente a ayuda humanitaria a sabiendas de lo ocurrido y lo que ocurre, haciendo poco caso del drama de los rehenes y sus seres queridos. ¿Por qué tanto silencio respecto a los rehenes de parte de quienes condenan a Israel, de quienes lo acusan, de quienes exigen ceses de fuego que den oxígeno a un enemigo implacable? No se puede entender, a menos que uno acepte aquello que dice que la sangre judía es barata y no despierta la debida atención.

Los familiares de los rehenes están desesperados. Todo Israel está desesperado. Los judíos del mundo están en tensión. Le piden al gobierno de Israel que devuelva los rehenes, como si fuera una potestad del golpeado estado y el atribulado gobierno. Se hace todo lo que se puede, y con mucha razón y más dolor, se percibe que los rehenes no tienen dolientes fuera de Israel y las comunidades judías del mundo.

Rehenes sin dolientes en un mundo que le exige a Israel lo que no se permitiría a sí mismo.

Elías Farache S.

[email protected]
eliasfaraches.blogspot.com  

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5 thoughts on “Rehenes sin dolientes”
  1. El mundo es escencialmente antisemita, se vió en la 2da guerra mundial, no solo Europa, USA no permitió el desembarco del buque SAINT LOUIS, tampoco CUBA ni nadie, debieron volver a Hamburgo y a los campos de concentración; de que extrañarse ?hoy nada cambió.
    El único cambio es que Europa tiene 60 millones de musulmanes, y les tienen miedo, es la realidad.

  2. Muy buen articulo.
    La Cruz Roja no hizo nada por los judios durante el Holocausto.
    Todo lo contrario, ayudaron a hitler i.sh. a mistificar y manipular y ahora hacen exactamente lo mismo: estan ayudando a las bestias del Hamas.
    Nadie de la Cruz Roja Internacional visito a los rehenes para comprobar como estan y ayudarlos, que para eso se creo la Cruz Roja.
    Habria que organizar una gran manifestacion en Ginebra Suiza contra la indiferencia criminal de la Cruz Roja Internacional.

  3. No estoy de acuerdo con el autor cuando se se conduele por Gaza. Pensar así trae estas guerras. Vea, señor Farache, los videos de cómo jóvenes y adultos palestinos hostigaban siempre a los soldados israelíes en Cisjordania y hasta la actualidad como matan cuando ahí no está Hamás. Vea los videos de años atrás antes del 2005 y verá que en Gaza la población siempre fue violenta. No se deje engañar. Israel no está para tener que hacer beneficencia con los gazatíes. Ellos son enemigos y deben ser tratados como tales.
    Los rusos liberaron Europa y no pensaron si los alemanes era buenos o no. Lucharon contra toda Alemania. Es bueno saberlo y aprender.

    1. De acuerdo por lo de Alemania. Cuando Hamas usa a los gazaties de escudo, es porque los gazaties estan de acuerdo y ayudan a Hamas también con la logistica y afines, pero al mismo tiempo los gazaties van a quejarse a «los internacionales» de que Israel ataca a los civiles.
      Hemos sido bendecidos por la presencia de varios entes internacionales que alegan que «solo desean el bien de Israel » y que por eso vinieron ahí a escudriñar con lupa el lado israelí del teatro de operaciones. Son mas criticos y mas exigentes con Israel que con cualquier otro pais, mutatis mutandis, en las mismas circunstancias, no cabe duda que son todos judeófobos y antisemitasCuando Gaza por ej nos lanza una lluvia incesante de miles y miles de cohetes y de globos incendiarios los internacionales no escudriñan para nada el teatro de operaciones árabe y no gritan que es un crimen de lesa humanidad atacar poblados civiles.
      Mismo ahora, a pocas semanas despues del 7 de octubre, ya están ocupados en tergiversar en los medios internacionales lo que los terroristas árabes hicieron ese dia, y siempre con el mismo objetivo: «comprender» los horrendos crímenes árabes de lesa humanidad y condenar la muy justificada defensa propia de Israel.

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