La caída de Kabul en manos del Talibán puso a Afganistán en el foco de la comunidad internacional. Con el recuerdo fresco del dominio del grupo islamista, miles de afganos buscaron escapar del país, dejando imágenes impactantes que dieron la vuelta al mundo.
Sin embargo, el Talibán no controla todo el territorio afgano. La zona del Panjshir, un valle a 150km de Kabul, es hogar de una resistencia contra los talibanes. Al frente de esa resistencia se destacan dos hombres: Amrullah Saleh y Ahmad Massoud.
Saleh era, hasta la huída del presidente Ashraf Ghani, el primer vicepresidente del país. Con ese antecedente, frente a la salida de Ghani, Saleh se proclamó presidente constitucional de Afganistán y llamó a la comunidad internacional a reconocerlo.
De 48 años, Saleh fue parte de la Alianza del Norte, uno de los mayores adversarios históricos del Talibán. Además, fue parte de la resistencia antisoviética.
Massoud, por su parte, es hijo del histórico líder anti-talibán Ahmad Shah Massoud. Apodado «el león de Panjshir», Massoud padre es un símbolo de la resistencia. En 2001, dos días antes del atentado contra las Torres Gemelas, fue asesinado por Al-Qaeda en una emboscada. Su hijo de 32 años tomó el manto y hoy encabeza junto a Saleh la resistencia en su lugar de origen.
En la historia contemporánea, la zona del Panjshir nunca cayó frente a fuerzas extranjeras ni frente al Talibán. Su fortaleza es eminentemente geográfica, ya que está cubierta por empinadas montañas difíciles de atacar.
El lunes, el Talibán afirmó haber rodeado la zona. Voceros del grupo deslizaron que querían solucionar el conflicto de manera pacífica. Sin embargo, los defensores se niegan a negociar. «Nunca compartiré techo con el Talibán. Nunca», lanzó Saleh desde sus redes sociales.