¿Quién está ganando la guerra de Ucrania?

29 septiembre, 2023 , , ,
Atención a refugiados cerca de la estación de tren fronteriza de Polonia Przemyśl Główny. Foto: Wikipedia - CC BY 4.0

Esto es a efectos de salvaguardar los territorios ocupados en la guerra y los arrebatados a los ucranianos en el 2014. En total, casi el 20% del territorio ucraniano.
Mientras tanto en el frente político, a Ucrania le crecen los enanos, como se dice vulgarmente. Tiene graves problemas de financiación con respecto a los Estados Unidos y sus relaciones con Polonia empeoran a causa del cereal ucraniano.

por Ricardo Angoso

Cuando llevamos algo más de tres meses desde que comenzó la contraofensiva ucraniana, a los problemas militares propios de Ucrania se le vienen a unir los políticos. Ucrania lanzó su ofensiva el 8 de junio de este año en varios frentes de la guerra en curso y apenas se detectan avances territoriales ucranianos; a cuenta gotas el Ejército de este país apenas recupera unos centenares de metros al día.

El último informe del Institute Study of War (ISW), asegura que las fuerzas ucranianas que llevan a cabo la contraofensiva “liberaron Klishchiivka, al sur de Bajmut, el 17 de septiembre y continúan con éxito las operaciones ofensivas en otros lugares en dirección a Bajmut”. La misma fuente también destaca que las fuerzas rusas continúan con “operaciones ofensivas a lo largo de la línea Kupyansk-Svatove-Kreminna, cerca de Bajmut, a lo largo de la línea de la ciudad de Avdiivka-Donetsk y en el área del Óblast de Donetsk-Zaporizhia el 17 de septiembre y avanzaron en algunas áreas”. Los ucranianos apenas han recuperado unos centenares de kilómetros en esta contraofensiva contra los rusos y el mapa de la guerra ha cambiado muy poco en estos meses.

El problema radica en que a medida que el otoño se acerca y las condiciones meteorológicas cambian, existe la posibilidad de que el avance ucraniano se vea obstaculizado, e incluso el conflicto podría estancarse en las líneas de frente actuales durante meses; algunas fuentes ya comienzan a hablar que la guerra continuará hasta el 2024 o el 2025. El jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, Mark Milley, plantea una perspectiva diferente: “Todavía queda una cantidad razonable de tiempo, probablemente entre 30 y 45 días de clima adecuado para el combate”,lo que sugiere que los ucranianos aún tienen margen de maniobra y conseguir unos mejores resultados.

En cualquier caso, todas las fuentes señalan que la contraofensiva ucraniana se estanca, el conflicto se ha convertido claramente en una guerra de desgaste y los rusos aguantan a la defensiva mucho más de lo esperado, mostrando, a las claras, que el trabajo realizado en el frente cavando trincheras, colocando minas defensivas, creando obstáculos y fortaleciendo sus defensas está dando resultados inesperados para los dos bandos. Además, muchos observadores señalan que, aunque la ofensiva diera algunos resultados territoriales, tampoco cambiaría el curso de la guerra ni significaría la retirada de los rusos de la mayor parte de los territorios ahora ocupados.

PROBLEMAS EN ESTADOS UNIDOS Y POLONIA

En el campo político, también surgen complicaciones a los ucranianos, sobre todo en lo que respecta a sus fuentes de financiación procedentes de los Estados Unidos y a las relaciones con su principal aliado en Europa del Este, Polonia. Para los ucranianos, es vital que el Congreso norteamericano desbloquee 24.000 millones de dólares solicitados por el ejecutivo de Biden para ayuda militar a Ucrania y que esta llegue antes de que el “general” invierno domine los campos de batalla de este país. Los republicanos, que dominan el legislativo norteamericano, cada vez se muestran más reacios a seguir apoyando a Ucrania y dotarla de ingentes recursos.

Dieciocho meses largos después del inicio de la invasión de rusa, Ucrania teme el cansancio de la opinión pública estadounidense y europea, que cada vez se muestra más crítica ante la lentitud de la contraofensiva y la conducción de la misma por parte de los ucranianos. A estas críticas se le suman otras informaciones negativas. Según la inteligencia norteamericana, citada por The Washington Post, el problema de los ucranianos es que tienen demasiadas tropas, incluidas algunas de sus mejores unidades de combate, en los lugares equivocados. Los comandantes ucranianos han dividido las tropas y el poder de fuego en partes iguales entre el este y el sur del país, motivo que explicaría en parte porqué Ucrania no puede cortar las líneas de suministro de los rusos.

En lo que respecta a las relaciones con Polonia, hasta ahora uno de los más firmes aliados de los ucranianos, la llegada del cereal ucraniano a los mercados polacos ha causado grandes tensiones y rechazo por parte de los agricultores polacos. El ejecutivo polaco, muy criticado por algunos sectores por su apoyo sin fisuras a Ucrania, anunció hace unas semanas que dejará de enviar armas a los ucranianos, aunque luego matizó su posición e intentó rebajar la tensión con Kiev. Pese a todo, la guerra está siendo muy larga y las fisuras entre los aliados de Ucrania comienzan a aparecer y mostrarse con toda su crudeza.

CANSANCIO EN UCRANIA, FRACASO DE LA CONTRAOFENSIVA

A estos problemas en la política exterior de Ucrania con sus aliados, se le viene a sumar cierto cansancio en el interior, que se refleja en el aumento de las deserciones y la falta de nuevos voluntarios en las filas militares. La sangría no cesa y la moral ucraniana ya no es la misma que al comienzo de la guerra, sino que entre la opinión pública de este país comienza a cundir el desánimo, la apatía ante una causa minada por la corrupción reinante en el gobierno de su país y las pocas ganas de combatir ante una muerte casi segura. El presidente ucranio, Volodímir Oleksándrovich Zelenski, ha tenido que cesar a su ministro de defensa y a los jefes de reclutamiento locales ante el estado de cosas reinante en una administración corrupta y poco valorada por sus ciudadanos. Quizá el fracaso de la contraofensiva tiene mucho que ver con este cansancio.

El veterano periodista y curtido analista Rafael Poch lo resumía muy crudamente: “Ucrania está perdiendo la guerra. Su contraofensiva es un fracaso. Las armas occidentales y todo el valor de sus soldados se estrellan contra el hecho, apuntado por muchos observadores militares, tanto en Estados Unidos como en Rusia, de la aplastante inferioridad artillera, de aviación y de efectivos empleados. Las armas occidentales suministradas no cambian la realidad sobre el terreno. Eso repercute, necesariamente, en la moral de la tropa y de la población”. 

En la misma línea, el politólogo John Mearsheim, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Chicago desde 1982, considera que la tan esperada contraofensiva de Ucrania ha resultado un fracaso considerable. A lo largo de tres meses, el ejército ucraniano ha logrado avances limitados contra las fuerzas rusas, sin haber llegado más allá de lo que se conoce como la “zona gris”. Esta área altamente disputada se encuentra antes de la primera línea principal de las defensas rusas, como lo señala en uno de sus recientes artículos. 
Fuente citada y consultada: 
https://mearsheimer.substack.com/p/bound-to-lose

ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS

Aparte del general invierno, el ciclo electoral norteamericano corre en contra de los ucranianos y apenas queda algo más de un año para que los electores de los Estados Unidos vayan a las urnas para elegir un nuevo presidente. Así advertía del peligro real la CNN en un reciente comentario: “Una ofensiva estancada y un estancamiento invernal, por ejemplo, tendrían ramificaciones particulares en Estados Unidos, ya que podría aumentar las dudas sobre el apoyo de Estados Unidos a la guerra en medio de un enconado año electoral. Los estadounidenses se preparan para un posible enfrentamiento entre el presidente Joe Biden, quien revivió la alianza occidental y es el partidario externo más esencial de Ucrania, y el expresidente Donald Trump, un escéptico de la OTAN que admira a Putin y se comprometió a poner fin a la guerra en 24 horas, probablemente en los términos de Putin”.

En este mismo canal, un informe de Jim Sciutto encapsuló la naturaleza crítica de la capacidad de Ucrania para mostrar el impulso para influir en la política de la guerra en el mundo exterior. Altos funcionarios estadounidenses y occidentales hablaron de evaluaciones cada vez más “aleccionadoras” sobre la capacidad de las fuerzas ucranianas para recuperar un territorio significativo. En la misma línea, seguía informando la CNN, un alto diplomático occidental dijo sombríamente que, si bien existe la oportunidad de que Ucrania avance, era “extremadamente, muy poco probable” que cambiaría el equilibrio del conflicto en las próximas semanas.

Fuente citada y consultada: 
https://cnnespanol.cnn.com/2023/08/09/analisis-ofensiva-ucraniana-estancada-problema-zelensky-eeuu-trax/

AUSENCIA DE INICIATIVAS POLITICAS, RADICALIZACION DE RUSIA

Ya ni siquiera China y Turquía, dos países con los canales abiertos con Moscú y que no participan de las sanciones contra Rusia, parecen dispuestas a liderar nuevas iniciativas políticas y diplomáticas para destrabar el conflicto. El problema radica en que casi todas estas iniciativas diplomáticas probadas hasta ahora estaban y están condenadas al fracaso si no cuentan con la presencia de Rusia, el país que atacó y ocupó Ucrania. Sin Rusia toda conferencia sobre la guerra de Ucrania está condenada al fracaso y carece de sentido, tal como se ha visto en Yedá (Arabia Saudita) recientemente.

El presidente ruso, Vladimir Putin, lejos de moderarse se ha radicalizado y ahora el discurso ultranacionalista aparece adornado hasta con ribetes antisemitas, negando el Holocausto nazi y acusando a los ucranianos de las matanzas de los judíos en ese país durante la Segunda Guerra Mundial. Incluso Putin, llevado por su paranoia y delirio nacionalista panruso, ha llegado a afirmar que “la Ucrania moderna fue creada completamente y en su totalidad por Rusia, más específicamente por la Rusia bolchevique y comunista”. Para Putin, simplemente, Ucrania es una entidad nacional artificial que no debería existir en los mapas y ser anexionada por Rusia sin contemplaciones.

Aparte de esta vuelta de tuerca en el discurso del máximo líder ruso, causa especial preocupación en medios occidentales la influencia y ascendencia del actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, quien ha llegado a advertir que, la supuesta autorización occidental para los ataques de Ucrania en Crimea, llevarán al “apocalipsis” y brindan a Rusia “una oportunidad” para responder contra de la OTAN. Medvedev es partidario de la guerra total contra Ucrania, incluso empleando medios nucleares para doblegarla, y un encarnizado enemigo de la OTAN y de todo lo proveniente de Occidente. En estas circunstancias, albergar por ahora alguna esperanza con respecto a una salida negociada a la guerra parece una idea absolutamente descabellada, mientras el tiempo corre en contra de los ucranianos por muchos factores. La guerra de Ucrania acabará en una mesa de negociaciones, eso es seguro, pero Rusia contará con mejores cartas para negociar con los ucranianos y, sobre todo, con mucho terreno ocupado para dejar a este país tullido y dividido por muchos años. 

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