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¿Qué queda de lo que fue el gueto de Varsovia?

10 de febrero de 2025 , ,

En la capital polaca todavía se pueden visitar algunos lugares que conservan algunos restos, a modo de vestigios arqueológicos, de lo que fue el gueto de Varsovia, el mayor creado por los nazis en Europa.

por Ricardo Angoso

Varsovia fue la capital judía, sin duda, más importante, organizada y poblada de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial. Más de 400.000 judíos, el 30% de la población de la capital polaca de entonces, vivían en esta ciudad. En lo que respecta a Polonia, el 20% de su censo, unos 3.0000.000 de personas, eran judíos, constituyendo la mayor población de este pueblo en el mundo en el año 1939. Uno de cada cinco judíos del planeta vivía en Polonia

En septiembre de 1939, el ejército alemán ocupó Polonia en apenas unas semanas, llegando hasta la capital, Varsovia, y estableciendo un régimen de ocupación tras la rendición -y huida- del ejecutivo polaco. Desde ese momento, Polonia dejó de existir, siendo repartida en varias zonas de ocupación y el país quedó troceado entre la Unión Soviética, que había firmado con los nazis un pacto infame y diabólico para repartirse el territorio polaco, y la Alemania nazi. Varsovia, la antaño esplendorosa capital polaca, quedaba en manos alemanas y todo vestigio de la antigua administración central y local era borrado definitivamente, siendo eliminados, encarcelados e incluso asesinados muchos de sus funcionarios.

El gueto de Varsovia, al que fueron obligados a vivir todos los judíos de la capital polaca, fue implantado y abierto en noviembre de 1940, cuando comenzó la construcción del muro que debería evitar la salida de los judíos y existió hasta su destrucción total, en mayo de 1943. El gueto era el más grande abierto por los nazis en toda Europa y fueron confinados sobre todo los judíos de Varsovia, así como también de otras regiones de Polonia bajo control alemán. También fueron internados los judíos deportados de Alemania y de los diferentes países ocupados por los nazis.

El gueto de Varsovia tenía una población estimada, en su momento más álgido, de 400 000 personas, que se encontraban hacinadas en una superficie equivalente al 2,4% de la misma ciudad. Durante los tres años de su existencia, el hambre, las enfermedades y las deportaciones a los campos de concentración y de exterminio redujeron su población hasta los 50.000 habitantes. 

EL LEVANTAMIENTO DEL GUETO DE VARSOVIA

Sin embargo, pese a la tragedia que se vivió de puertas adentro del esta gran ergástula, hay que reseñar que en el año 1943 se produjo el heroico levantamiento del gueto de Varsovia, cuando la diezmada población judía de este gran recinto carcelario se levantó en armas contra los ocupantes nazis, en previsión de una segura deportación y su consabida fatal suerte. La población judía en ese momento, tras haber sido enviada masivamente a los campos de concentración y haber muerto miles de judíos a causa del hambre, las enfermedades y los malos tratos infligidos por los ocupantes, podría llegar en esos momentos a las 60.000 personas como mucho. 

El levantamiento comenzó inesperadamente el 18 de abril de 1943, cuando soldados de las SS que estaban haciendo caminar en fila a una columna de judíos hacia la estación de tren para ser deportados, fueron de forma repentina sorprendidos por una lluvia de balas procedentes de las terrazas que cayó sobre ellos en el nexo de unión de la calle Zamenhofa con Niska, en pleno centro histórico de la ciudad de Varsovia, causando algún muerto entre los alemanes y también varios heridos. Al mismo tiempo, otros disparos se reprodujeron en el Taller de Cepillos y el Taller Tobbers-Schultz, lo que obligó tanto a las tropas de las SS como a los agentes de la policía judía, que abandonaron sus armas de fuego en favor de los insurgentes, todo hay que decirlo a su favor, a abandonar el gueto de Varsovia mientras los sublevados izaban en la plaza Muranowska tanto la bandera de Polonia como la insignia azul de Israel. Cuánto valor derrochado en una gesta tan heroica como inútil.

La insurrección de los judíos de Varsovia sorprendió a todos, pero muy especialmente a los alemanes, que tuvieron que enviar ingentes fuerzas y recursos, junto con centenares de voluntarios polacos y ucranianos, principalmente, a sofocar la protesta armada. Los judíos levantados en armas, exhaustos y ante una fuerza desproporcionada empleada por los alemanes, resistieron valientemente durante un mes, entre abril y mayo de 1943, rindiéndose algunos, suicidándose otros o inmolándose ante sus atacantes tras semanas de lucha. 

El balance final del levantamiento del gueto de Varsovia dejó un saldo de 70.000 judíos muertos, entre estos 13.000 caídos en la lucha y 56.065 hechos prisioneros, de los cuales 7.000 serían fusilados de inmediato y el resto deportados con su consiguiente gaseamiento en el campo de exterminio de Treblinka, muy cercano a Varsovia. Respecto al Eje, se registraron 17 soldados alemanes muertos y otros tanto auxiliares entre polacos, ucranianos y bálticos, así como un total de 93 heridos. Fuente consultada citada: 
https://www.eurasia1945.com/acontecimientos/crimenes/gueto-de-varsovia/).

EL GUETO DE VARSOVIA HOY 

Muy pocos lugares de la capital polaca conservan algunos restos de lo que fue, en su momento, el gueto de Varsovia, un espacio que según su trazado en forma de rectángulo tenía 4’5 kilómetros de largo por 2’5 kilómetros de ancho y estaba dividido en dos secciones, concretamente el gueto grande y el gueto pequeño, que se comunicaban a través de un puente de madera sobre la calle Chlodna, puente recreado en la película El pianista. Allí, en este lugar siniestro y lúgubre como la misma muerte, se hacinaron, como ya hemos dicho antes, más de 400.000 judíos durante varios meses, incluso algunos años.

La plaza de Umschlagplatz es el comienzo de nuestro recorrido por el gueto. En este lugar los judíos eran agrupados para ser transportados en trenes hacia los campos de la muerte, pero especialmente hacia Treblinka y Auschwitz. Se calcula que unos 300.000 judíos fueron deportados desde ese lugar, mundialmente famoso porque fue recreado en la película ya citada El pianista, y actualmente es un memorial de homenaje y recuerdo a los millones de judíos asesinados en la Segunda Guerra   Mundial.

Muy cerca de esta plaza y apenas caminando unos pocos pasos está la calle Stauwki, en cuyo número 10 podemos ver, en la parte de atrás del Complejo de Escuelas Secundarias y Economía, un fragmento preservado de la pared del gueto que era la frontera con Umschlagplatz

Desde allí, nuestra siguiente parada es el cementerio judío de Varsovia, que durante la Segunda Guerra Mundial sirvió de refugio, entre sus tumbas y la frondosidad de su vegetación, a muchos judíos que huían de la persecución nazi. Fue fundado este cementerio en 1780 y su extensión es de 18,5 hectáreas. Durante la Segunda Guerra Mundial, nada más producirse la ocupación alemana de Polonia, los nazis destruyeron una buena parte del recinto, usando parte de las tumbas en la construcción de carreteras, e imposibilitando el acceso al recinto de la comunidad. Luego el cementerio, tras el dramático final de la comunidad polaca, enviada a los campos de la muerte, quedó en el abandono. No hay muchas tumbas a partir del año 1939, cuando comienzan las primeras medidas antihebreas y se crea el gueto. El cementerio se encontraba dentro del gueto pero si estar en activo para entierros.

RESTOS Y FRAGMENTOS DEL GUETO REPARTIDOS POR LA CAPITAL POLACA

Un lugar de obligada parada es la calle Chlodna, concretamente el níumero 41, donde hay fragmento original de lo que fue un muro del gueto y donde algunos visitantes colocan flores en recuerdo a los judíos fallecidos. Paralela a esta calle discurre la calle Ogrodowa, donde en el número 55 podemos observar que la pared lateral de esta casa de vecinos era un fragmento de la frontera oeste del pequeño gueto que se extendía en la parte posterior de la propiedad en la calle Wronia. 

Camino a nuestros siguientes objetivos debemos hacer parada en la calle Krochmalna, en el número 4/28, y observar que la pared lateral de una casa de vecinos era un fragmento de la frontera norte del pequeño gueto, y también en la calle Waliców, en el número 11, donde podremos ver una pared preservada del edificio perteneciente a la cervecería antigua de Herman Jung, lugar  que constituyó la frontera del gueto desde noviembre de 1940 hasta agosto de 1942 y otro de los pocos vestigios que encontraremos en la ciudad de  este gran recinto carcelario.

Desde esta zona, caminaremos hasta las cercanas calles Sienna y Zlota, donde quedan algunos de los pocos restos físicos del gueto y deberemos hace parada en el número 55 de la primera de ellas y en el 62 de la segunda, respectivamente, donde encontraremos restos de los muros del gueto. El 62 de Zlota es especialmente visitado y cuenta con un fragmento de la pared de un edificio de antes de la guerra con una altura de aproximadamente 6 metros, que formaba parte del muro del gueto, y donde se ubica una placa conmemorativa destapada el 26 de mayo de 1992 por el presidente de Israel, Jaim Herzog, durante una visita oficial en Polonia, así como con el plano del gueto de Varsovia. Y en el número 53 de Sienna hay una placa con un mapa del gueto en bronce que recuerda también un antiguo fragmento de esta gran cárcel.

Muy cerca de estos lugares nos dirigimos andando hasta la calle Swietojerska, en la esquina con Nowiniarska, y donde nos encontraremos con el límite del gueto marcado aquí por un muro, cuyo pequeño fragmento se encuentra a la entrada del aparcamiento subterráneo en la parte posterior del edificio del Tribunal Supremo. Desde allí caminaremos unos pasos más hasta la calle Prózna, una zona que sobrevivió a la destrucción causada por la guerra y que ha conservado su nombre tras las invasiones rusas y alemanas. Se conservan en ella los diferentes carteles que tuvo según el idioma del invasor, encontrando algunas casas en la zona con restos de las balas y la metralla de los combates que se dieron entre los ocupantes alemanes.

Terminando nuestro viaje por el gueto de Varsovia, queremos recordar varios lugares especialmente interesantes y significativos para los judíos de Polonia. Uno de ellos es la antigua librería judía más importante de la ciudad, que sobrevivió a la guerra y se puede visitar, donde actualmente se aloja el Instituto Judío de Historia -está ubicado en la calle Tomackie, 5-. Tampoco podemos dejar de lado la sinagoga Nozyk, la única que  sobrevivió a las bombas durante la guerra  y que los nazis la utilizaron como almacén en la época de la ocupación. Se mantuvo intacta a pesar de que absolutamente todo a su alrededor fue arrasado. No es muy monumental, pero se puede visitar y tiene el interés histórico de ser uno de los pocos vestigios de la vida judía de la ciudad, ubicándose muy cerca de los otros lugares reseñados, en la calle Twarda número 6. 

Fotos del autor de la nota. Restos de construcciones del gueto.

Vìdeo de la Varsovia judía: https://www.youtube.com/watch?v=6IDt2YcXqgs

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