Por Boaz Shapira
Durante la noche del 2 de abril, un grupo de militantes armados abrió fuego contra las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que operaban en las proximidades de la presa de Jabiliya, cerca de las localidades de Tasil y Nawa en el sur de Siria.
Según informes locales, las FDI respondieron con varios bombardeos de artillería y aéreos durante la noche en las proximidades de la presa y alrededor de Tell al Jumoua y Tell al Jabiye.
Fuentes locales afirman que los ataques israelíes provocaron aproximadamente 10 muertos y otros 10 heridos, la mayoría de ellos en la localidad de Nawa.
Cabe señalar que los videos que circulan en varias plataformas muestran que al menos algunas de las víctimas (así como otras que las rodeaban) vestían uniformes militares y portaban equipo y armas de combate.
Además, las redes sociales se han visto inundadas con llamamientos a los habitantes locales para que se enfrentaran a las fuerzas israelíes, y varios vídeos supuestamente mostraban a civiles moviéndose hacia el lugar del incidente.
Unas horas después del incidente, el Frente de Resistencia Islámica en Siria emitió un comunicado en el que se atribuyó la responsabilidad del ataque a las fuerzas israelíes, afirmando que habían impactado a varios soldados e incluso derribado un avión no tripulado israelí.
Sin embargo, la credibilidad de estas afirmaciones sigue siendo cuestionable.
Este es el segundo incidente en la última semana en el que tropas de las FDI son atacadas en esta zona, lo que sugiere una escalada que se está convirtiendo en un importante desafío de seguridad para Israel.
Lo que comenzó como protestas y lanzamiento de piedras ha progresado hasta convertirse en la quema de paquetes de ayuda humanitaria proporcionados por las FDI y ahora ha escalado a emboscadas y fuego real dirigido contra las tropas israelíes.
Una preocupación clave es que esta tendencia podría ser explotada por actores hostiles que podrían aprovecharla y aprovechar el armamento existente en el sur de Siria para desafiar a Israel y establecer un nuevo frente en su contra.
Entre los actores potenciales que ya están activos en Siria se incluyen Irán, Hezbollah, Turquía, elementos yihadistas globales y organizaciones terroristas palestinas.
No hay duda de que la presencia de las fuerzas de las FDI en el sur de Siria es actualmente crucial para la seguridad de Israel.
Sin embargo, cuanto más dure esta presencia, mayores serán los riesgos que entraña, lo que hará necesaria una cuidadosa planificación y preparación estratégica.
Fuente: Alma – Research and Education Center