¿Qué decir de la selección masculina de fútbol de Israel? Actualmente en el puesto 78 del ranking FIFA, el futuro inmediato y a mediano plazo del equipo no es muy prometedor. Eliminado de toda chance de ir a Qatar 2022, lo más propicio que deben hacer los dirigentes es pensar más allá de ese torneo.
Primero que nada, los cañones tienen que apuntar a reestructurar el plantel base y luego sumarle posibles proyectos de las divisiones juveniles. Alemania como visitante el 26 de marzo y Rumania de local el 29 del mismo mes son los próximos dos escollos que sortear.
Sin partidos luego de este par, el tiempo libre tendrá que servir para que el presidente y el actual entrenador, sino lo echan, rearmen la plantilla y busquen buenos valores desde los cimientos. A veces, mirar abajo, es mejor que buscar por buscar.
Por su parte, sin torneos internacionales a la vista porque el Mundial acaparará todas las miradas, el 2023 deberá ser el puntapié inicial para que el orden y progreso sean las banderas que guíen a un país que viene de décadas sin títulos.
Aquella Copa Asia ganada en la década de 1960 quedó lejos en el tiempo. Es momento de renovar energías y buscar nuevos horizontes. Siempre dar un paso para atrás es mejor que ir para adelante sin un rumbo fijo o un norte concreto, esto es lo que tendría que hacer la comisión directiva israelí si gusta empezar a pelear enserio con las selecciones europeas más seguido. Y la próxima UEFA Nations League será un gran inicio para este cometido.