Nuevas evidencias en el caso de la muerte del joven israelí de origen etíope a manos de un policía que estaba fuera de servicio fortalecen los alegatos del oficial, quien afirma que no disparó hacia el adolescente.
Un informe basado en los exámenes balísticos confirmó que la bala que mató a Solomon Tekah, de 19 años, fue disparada hacia el suelo y que tras rebotar impactó en el joven.
El reporte confirma una parte central del alegato del oficial y reduciría las posibilidades de que sea imputado por homicidio.
El agente fue detenido, interrogado y colocado bajo arresto domiciliario tras el incidente que concluyó con la muerte de Tekah.
El oficial dijo que estaba caminando con su mujer y sus dos hijos en el vecindario de Kiriat Haim en Haifa, el domingo por la noche cuando divisó a varios jóvenes atacando a un adolescente de trece años.
Al intentar detener la reyerta, los jóvenes, que según su versión estaban en estado de ebriedad, comenzaron a arrojarle piedras a él y su familia.
El oficial argumenta que sintió que su vida y la de su familia estaban en peligro y efectuó un disparo de advertencia que desafortunadamente rebotó en el suelo e impactó en Tekah.
Por el contrario, la familia del joven fallecido afirma que el fue asesinado a sangre fría.