Miles de propietarios en Jerusalén han visto un incremento significativo en el impuesto predial, llamado arnona, con alzas que si bien son cercanas al 30% en algunos casos alcanza el 70%, según informó Yair Ben Harush, representante de los residentes y líder de las protestas contra esta medida.
El aumento se aplica a los edificios habitados en los últimos cuatro años, independientemente del barrio y corresponde a un considerable proceso de renovación urbana en la ciudad.
Ante esta situación, unos 2.000 propietarios se han unido para luchar contra los aumentos, y decenas de ellos se manifestaron el jueves frente a la residencia del alcalde de Jerusalén, Moshe Lion.
El municipio defendió el incremento de los impuestos, argumentando que es una medida justa basada en criterios establecidos, necesaria para mantener el nivel de los servicios públicos y evitar su deterioro.