Preparación para el ataque: La obligación de Irán, las diferencias de opinión y el temor a una escalada

Por Danny Citrinowicz.

Según diversos informes, Irán, Hezbollah y posiblemente otros miembros del Eje de la Resistencia pretenden atacar a Israel en los próximos días, como venganza por las muertes de Ismail Haniyeh y Fuad Shukr.

Desde el punto de vista iraní, Teherán debería elegir una respuesta que reequilibre la «ecuación de disuasión» frente a Israel pero que no conduzca a una guerra no deseada con el Estado judío y especialmente con Estados Unidos.

Irán está dispuesto a correr el riesgo de una escalada con el fin de trazar una «línea roja» para las acciones de Israel, pero es probable que Teherán espere que apuntando sus misiles a áreas militares, posiblemente contra las regiones de Tel Aviv o Haifa, sea posible evitar una campaña más amplia.

En opinión de Irán, el daño a su soberanía y, especialmente, la humillación que sufrió por la eliminación de Haniyeh en Teherán le obligan a responder.

De cualquier manera, Irán afirma que el próximo ataque será más significativo que el del 14 de abril.

Esta advertencia, junto con la posibilidad de que miembros del Eje, liderados por Hezbollah, puedan unirse activamente al ataque, podría aumentar significativamente la probabilidad de una escalada.

Entre bastidores, la participación activa de Estados Unidos, tanto en la construcción de una fuerza significativa en la región como en el intento de reconstruir la coalición regional que funcionó tan bien el 14 de abril, significa que incluso si Irán ataca, la contención del ataque por parte de Estados Unidos, Israel y los países de la región será un componente clave para contener la escalada, lo que permitirá a Israel tomar una respuesta mesurada contra Irán y/o los países del Eje, si decide responder.

Al mismo tiempo, los países de la región también temen mucho una escalada, que les afectará directamente.

La visita relativamente rara del ministro de Exteriores jordano, Ayman al Safadi, a Teherán muestra cuánto temen estos países por su destino en caso de una guerra regional, especialmente Jordania, ya que la mayoría de los misiles y drones iraníes disparados el 14 de abril pasaron sobre su territorio.

Es probable que al Safadi intentara moderar la respuesta iraní y tal vez transmitiera mensajes de la Administración estadounidense a los dirigentes de Teherán.

También es probable que Irán esté buscando crear fisuras en esa coalición para impedir que los países suníes se pongan del lado de Israel, y es muy posible que al Safadi haya escuchado este tipo de mensajes.

A raíz de todo esto, es importante señalar otro acontecimiento significativo: un artículo publicado en el periódico Jomhouri-e Eslami (la voz del campo moderado en Irán) advierte sobre la temeridad en la respuesta iraní y sobre «caer en la trampa de Israel» que tiene como objetivo impedir que el presidente iraní reduzca las tensiones entre Irán y Occidente.

Este artículo, y el hecho de que el actual presidente de Irán, Pezeshkian, provenga del campo reformista interesado en promover un acuerdo nuclear con Occidente, indica las diferencias de opinión en Irán con respecto a una posible respuesta.

De hecho, el hecho de que el líder de Irán se haya comprometido públicamente con un ataque requiere que el sistema iraní reaccione, y el umbral fijado el 14 de abril requiere que Teherán reaccione significativamente, pero si la situación entre Irán e Israel se deteriora, estas diferencias de opinión pueden tener un impacto en el proceso de toma de decisiones en Irán.

La conclusión es que los próximos días serán decisivos para la cuestión de hacia dónde nos dirigimos: una «escalada contenida» o una escalada que conduzca a la guerra.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies