Por Newsroom Infobae
El lehendakari (máximo representante del gobierno vasco), Imanol Pradales, ha afirmado que “es una buena noticia” que el edificio del número 11 de la avenida de Marceu en París vuelva a manos del PNV (Partido Nacionalista Vasco), “su legítimo propietario”, después de haber sido “robado y usurpado por la fuerza” por el régimen nazi y por la dictadura franquista.
Pradales ha respondido, de esta forma, en el pleno de control que celebra este viernes el Parlamento Vasco, a una pregunta del Grupo Mixto-Vox acerca de la decisión del Gobierno central de devolver al PNV este inmueble, actual sede del Instituto Cervantes en la capital francesa.
La única parlamentaria de Vox (partido político español de ideología ultraconservadora y ultranacionalista) en la Cámara vasca, Amaia Martínez, ha acusado al lehendakari de ponerse en este debate “la camiseta de afiliado del PNV”, con lo que, según ha dicho, “ha dejado de lado su lealtad institucional como máximo representante del Estado en el País Vasco”.
Además, ha afirmado que lo ocurrido en este caso es “un nuevo ejemplo de que para PNV la política y la ideología son simples instrumentos para su fin principal, que no es otro que hacer negocio para seguir engordando la caja de resistencia”.
En su respuesta, el lehendakari ha recordado a Martínez que “como sabe perfectamente” que el edificio de París “no es de todos los españoles, sino de quien la adquirió en su momento”. “Tomar un bien por la fuerza, robarlo, no lo hace propio. Esto es algo que se aprende desde casa”, ha añadido.
Por ese motivo, Imanol Pradales ha afirmado que “es una buena noticia que, después de tantos años”, el edificio de París “vuelva a manos de su dueño legal”. En referencia a la dictadura franquista, ha denunciado que Vox “no cree que aquello fuese un episodio trágico en la historia, y tampoco creen que se deba condenar”. “Tal como dijo su presidente –en alusión a Santiago Abascal–, Vox no tiene una posición sobre Franco”, ha añadido.
“No creen en la memoria, tampoco en la democracia. Se valen de ella para imponer su concepción autoritaria de la realidad”, ha reprochado a Amaia Martínez. El lehendakari, en todo caso, ha recordado que el edificio “fue adquirido por el PNV cuando todavía ni siquiera existía el Gobierno Vasco, gracias a las aportaciones económicas de los afiliados o simpatizantes y utilizando figuras jurídicas interpuestas en plena Guerra Civil”.
Pradales ha señalado también que el inmueble fue “usurpado por la Gestapo” –la policía política de la Alemania nazi–, tal como hicieron “con las casas, el dinero, las empresas, las obras de arte o los miles de objetos personales de millones de personas”. A su vez, ha recordado que, con posterioridad, el régimen franquista “se valió de una ley que había sido aprobada por los nazis para hacerse con ese edificio”.
“NIEGAN EL HOLOCAUSTO”
El lehendakari ha subrayado que Vox es un partido político “que se permite negar el Holocausto, cuestionar la autoría del bombardeo de Guernika, elogiar a la División Azul o defender a capa y espada el Valle de los Caídos”.
“Pero se lo voy a dejar muy claro, no voy a permitir, como lehendakari, que manipulen nuestra historia; no pienso dejar que pisoteen ni ensucien la memoria del pueblo vasco, de este pueblo, ni la dignidad institucional de quienes, como el lehendakari, Aguirre, le representaron”, ha añadido.
Imanol Pradales ha subrayado que el edificio del PNV en París “fue un símbolo de libertad, de democracia y resistencia”, que acogió al Gobierno Vasco en el exilio y “reunió a líderes de distintas sensibilidades políticas que tenían en común su oposición al franquismo”.
“Allí se fundó el Consejo Federal del Movimiento Europeo, catalizando todo un movimiento de defensa democrática desde el exilio, y quienes allí acudían lo denominaban el Palacio de la Libertad”, ha manifestado.
El lehendakari ha reiterado que aquel edificio “fue robado, usurpado, a sus propietarios por la fuerza”, tras lo que ha mostrado su confianza en que el inmueble, “tan pronto como sea posible, vuelva a estar al servicio de la causa vasca, al servicio de la democracia, de la libertad y de los derechos humanos, que es lo que hizo en pleno franquismo”.
Es casi increíble que España le haya devuelto este edificio o palacete de París a los nacionalistas o separatistas vascos. Los fascistas españoles se creían con el derecho o la legitimidad absoluta sobre todos los crímenes y robos que cometieron en España, casi que desde el primer día del golpe de estado iban promulgando leyes para hacer oficiales y legales sus crímenes, o también crearon una moneda paralela a la oficial o legítima del gobierno democrático de la República, luego cuando ganaron la Guerra Civil se salieron con la suya hasta con lo de su moneda, pero las cuentas bancarias de los republicanos se quedaron sin valor o no les devolvieron apenas nada. La ley más famosa de todas las que inventaron sobre la marcha fue la Ley de Represión de la Masonería, el Comunismo y Otras Sociedades Clandestinas, del 2 de marzo de 1940, especialmente destinada contra la masonería, aunque también estaban incluídos los judíos. Al comienzo de la Guerra Civil los fascistas asesinaron a unos 2.500 de los aproximadamente 5.000 masones que había en España, y a los demás que no pudieron escapar les encarcelaron, también les prohibieron que ejercieran profesiones como médico o dentista, lo mismo que a sus familiares. También en las logias incautaron todos sus objetos personales y los bienes inmuebles.
Aunque alguno de los templos masónicos eran edificaciones construidas para este fin, como el de Tenerife que sí que fue devuelto o el Estado vendió el edificio al Ayuntamiento tras ser utilizado por los paramilitares filonazis falangistas y luego por los militares españoles, pero la mayoría de logias estaban en pequeños locales o en viviendas particulares que cedía uno de los masones, y que los fascistas robaron y no han devuelto, pasaron por muchas manos después de que hicieran negocio estos corruptos o actualmente pueden haberse convertido en edificios de viviendas particulares. Los masones, junto con los anarquistas, son los únicos que no han recibido compensaciones en la actual democracia, todos los demás partidos y sindicatos recibieron dinero y bienes inmuebles en compensación por lo robado por los fascistas, pero de esto hace ya décadas, así que esta noticia es casi una sorpresa a pesar de que los nacionalistas vascos del partido PNV llevaban tiempo pidiendo que les devolvieran este palacete de París.
Los masones en la actual democracia sí que han recibido el estatus de organizaciones legales y hasta gozan de cierto prestigio gubernamental, al menos para los políticos más normales, es decir, no tanto para las cabras locas de la derechona y fascistas, que siguen con sus mismas conspiraciones judeomasónicas de siempre. En el caso de los anarquistas, como el que fue el más famoso sindicato CNT/FAI, solo recibieron una pequeña cantidad de dinero, cuando durante la Segunda República y la Guerra Civil fueron el sindicato mayoritario, sobre todo en la región separatista de Catalunya, donde incluso llegaron a proclamar un estado independiente anarquista, con incautaciones de fábricas y tierras a los ricos, daban comida y bebida gratis en los restaurantes y hoteles de ricos, o a las prostitutas les dieron trabajos decentes o les enseñaban educación y un oficio, si bien al poco los anarquistas catalanes fueron represaliados por el gobierno republicano, sobre todo de las purgas se encargaron sobre todo los comunistas prosoviéticos. Los comunistas y los anarquistas fueron los que durante la Guerra Civil copiaron en parte los crímenes lesa humanidad que cometieron los fascistas, aunque en mucha menor medida que los fascistas, que desde el principio quisieron destacarse como criminales, según aprendieron, o más bien sacaron su instinto criminal innato, de los moros rifeños durante las Guerras de Marruecos, luego durante los primeros días de la Guerra Civil comenzaron por los algo conocidos asesinatos en la plaza de toros de Badajoz.
Los antiguos partidos o sindicatos anarquistas que una vez dominaron en España están prácticamente desaparecidos en la actual democracia, apenas cuentan con un puñado de votos, aunque sí que los pocos anarquistas cuando pueden hacen mucho ruido.
Aparte de los políticos y sindicalistas de izquierdas, y de los judeomasones, otros muchos españoles civiles cayeron en desgracia con la llegada de la dictadura fascista. Con la llegada de los fascistas casi todos los científicos emigraron a otros países y los que se quedaron fueron discriminados, naturalmente solo los que no fuesen fascistas y nazis, como fue el caso del cardiólogo Luis Calandre Ibáñez, además uno de sus hijos se casó con una judía de origen polaco, actualmente su nieta judeoespañola se puede encontrar en algunos medios online procurando rescatar del olvido la figura de su abuelo y denunciando las muchas tropelías que aun se cometen en España dando homenajes o tratando oficialmente a los criminales fascistas españoles, como si fuesen figuras históricas respetables de España. Luis Calandre fue un famoso cardiólogo en todo el mundo, de ideales democráticos republicanos, y además integrante de la prestigiosa Institución Libre de Enseñanza, el proyecto de un grupo de intelectuales españoles para ofrecer una enseñanza pública gratuita de calidad y llevar algo de cultura a las clases más desfavorecidas, ya que España era el país más atrasado de Europa, prácticamente un país medieval, con la tasa de analfabetismo más alta de occidente y con las más grandes diferencias entre las clases sociales españolas, mientras que el sistema educativo oficial o vigente era elitista, siempre en manos de la Iglesia Católica Española. Pero como además los ideales de ILE eran cercanos a la masonería, por tanto, el proyecto fue desmantelado cuando llegaron los fascistas, también sus miembros y maestros fueron perseguidos, encarcelados o asesinados, ya que prácticamente los tomaban por masones, o por judíos que serían equivalentes. Durante la Guerra Civil y la dictadura fascista, los fascistas purgaron de judeomasones a las profesiones de carreras como medicina y farmacia, casualmente las que más se asocian con judíos. Los fascistas también las purgaron de judíos, no solo de masones, por ejemplo encargando a los Colegios Médicos Oficiales que les dieran los nombres de los que eran judeomasones, estos Colegios son una especie de asociaciones gremiales regionales donde se apuntan todas los españoles con carreras universitarias, para apoyarse y reivindicaciones al gobierno de turno, o en España más bien esto es conocido como corporativismo, o mafias gremiales, es un resto de los gremios medievales españoles, cuando los artesanos españoles impedían formar parte o aprender sus oficios a los extranjeros y a los españoles de otras religiones, incluyendo en estas prohibiciones colectivas de entrar en sus gremios a los judeoconversos. Al final, en total se estima que los fascistas acusaron hasta a 70.000-80.000 republicanos de ser judeomasones, cuando en realidad en España había alrededor de 5.000 masones en total.