La Policía israelí descartó este jueves que el jefe del gabinete de Benjamín Netanyahu, Tzachi Braverman, chantajeara a un oficial para que alterara las actas de las discusiones de las horas previas al ataque de Hamás, tras haberlo interrogado, pero decidió mantener la investigación contra él por “conducta indebida”.
Este domingo Braverman fue acusado de extorsionar a un oficial de la Oficina del primer ministro israelí con un vídeo comprometedor para que alterara las actas de las discusiones mantenidas en las horas previas al ataque de los milicianos palestinos de Gaza del 7 de octubre de 2023.
El vídeo que había utilizado Braverman lo captaron las propias cámaras de la oficina del primer ministro, según la radio pública Kan; mientras que el canal 13 de la televisión israelí añadió que el militar mantenía una relación “inapropiada” con una mujer de su entorno laboral, si bien no especificó que esta fuera el contenido de la grabación.
El abogado de Braverman calificó las acusaciones como una “grave difamación” y aseguró que su cliente no posee “documentación sensible” ni ha extorsionado a nadie.
Los detalles de este caso siguen bajo secreto de sumario, pero medios israelíes apuntan a que Braverman no atendió llamadas esa noche cuando intentaron avisarle; además de los chantajes posteriores para alterar las actas de esas reuniones para que no quedara constancia del grado de información que llegó a la oficina de Netanyahu antes del ataque.
El jefe del gabinete del mandatario israelí es la primera persona investigada en este caso. De momento, la policía descarta el presunto chantaje, pero mantiene una investigación contra él por presuntamente haber alterado actas oficiales de discusiones relacionadas con el ataque de la milicia palestina.
Agencias contribuyeron con este artículo de Aurora.