Mientras tanto, la oposición busca retrasarlo para crear un Ejecutivo alternativo que evite comicios.
En esta primera votación preliminar, 110 de los 120 diputados de la Cámara aprobaron su disolución, allanando el camino para elecciones, que serían las quintas que celebra Israel en menos de cuatro años.
Sin embargo, el proyecto de ley tiene que pasar aún por un comité que lo valide y después deberá ser votado en otras tres lecturas en pleno parlamentario. Esto podría hacer que la votación que disuelva la legislatura no se haga hasta la semana que viene, probablemente el lunes.
Tras meses de crisis, el primer ministro, Naftali Bennett, y su principal socio de Gobierno, Yair Lapid, anunciaron este lunes que daban por acabada la coalición del «Gobierno del cambio» y se encaminaban a poner fin a la legislatura, lo que aboca a Israel a un nuevo escenario de inestabilidad y parálisis política.
Ante la situación, el bloque opositor liderado por el ex primer ministro Benjamín Netanyahu busca fórmulas para conseguir una mayoría mínima con la que crear un Gobierno alternativo e intenta convencer a diputados de la coalición para ello, por ahora sin éxito.
Según los sondeos, en caso de celebrarse elecciones -probablemente entre fines de octubre o inicios de noviembre-, ni el bloque anti-Netanyahu ni el favorable al ex jefe de Gobierno alcanzarían una mayoría clara para formar Ejecutivo, lo que podría abocar de nuevo a Israel a una imparable espiral electoral. EFE
SON TODOS UNOS MAMARRACHOS