Parashat Vaetjanán – Shabat Najamú

30 julio, 2020 ,
Una copia de la Biblia de Gutenberg propiedad de la Biblioteca del Congreso de los EE. UU. - Foto: Wikipedia - CC BY-SA 3.0

La codicia

¿Qué es la codicia y qué tiene de malo? ¿Es codiciar un sentimiento o una acción?

En Shemot 20:14 leímos: “No codicies [lo tajmod וְלֹא תַחְמֹד] la casa de tu prójimo. No codicies a la esposa de tu vecino, ni al siervo, ni la sierva, ni su toro, ni su burro ni nada que le pertenezca a tu prójimo”. En nuestra parashá notamos un cambio en una palabra y leemos “No codicies la mujer de tu prójimo, ni anheles [veló titavé וְלֹא תִתְאַוֶּה] su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo (Devarim 5:18). Esto indica que tanto «anhelar» como «codiciar» son acciones prohibidas.

¿De dónde aprendemos que el anhelo de una persona, conducirá a la codicia? Porque las Escrituras hablan de no codiciar y no anhelar (usando ambos términos). ¿Dónde aprendemos que la codicia, conduce al robo? Como está escrito, “Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad” (Mijá 2: 2). El ansia, la lujuria, -[taavá]-, está en el corazón, como está escrito, ««Querría comer carne», si deseas comer carne, podrás hacerlo siempre que quieras.” (Devarim 12:20), y la codicia, [jimud], tiene que ver con la acción, como está escrito, “no codiciarás el plata y oro sobre ellos [sus ídolos] y tómalo para ti” (Devarim 7:25). (Mejilta).

Quien codicia el sirviente, la casa, los utensilios o cualquier artículo negociable de su compañero, presionándolo hasta que acepte separarse de él, a pesar de que le pague bien por ello, violó la mitzvá negativa de «No codicies»… Pero la persona no es responsable por este cargo hasta que en realidad toma posesión del objeto que codició. Esta es la fuerza del texto que deberás no codiciar la plata y el oro sobre ellos y tomarlo para ti mismo, lo que implica codiciar en acción. (Rambam, Mishné Torá).

El sefer Mitzvot Gadol, en la mitzvá de no hacer no. 158, piensa, sin embargo, que no codiciar [lo tajmod] y no anhelar [lo titavé], significan lo mismo. (El lector notará las dificultades que tenemos en traducir al español estos términos, y sabrá disculparnos).

La esencia de esta mitzvá es que uno debe entrenarse para renunciar absolutamente a toda esperanza de adquirir cosas pertenecientes a otra persona, ya sea bienes raíces, ganado, objetos inertes, etc. Uno no debe incluso pensar en estos y desearlos. Si los codiciara, en última instancia, podría llegar a cometer un asesinato para poseerlos, y acerca de ello leemos todos los días en la prensa.

El Talmud comenta refiriéndose a los desvaríos del pensamiento humano, que «si alguien codicia algo que no es apropiado para él, él terminará perdiendo incluso lo que era apropiado para él”…

Aun así, hay ocasiones cuando codiciar es un rasgo de carácter que está permitido.

Según Bahya ben Asher ben Halawa uno de los más importantes exégetas bíblicos de España, que fuera alumno de rabí Shlomó ben Aderet el Rashba, codiciar realizar ciertas mitzvot de la Torá y las buenas acciones no solo es permisible sino que es digno de elogio.

Una explicación que deseo compartir con vosotros pertenece a rabí Yaakov Tzvi Mecklenburg del siglo XIX, y aparece en su obra Hactav Vehacabalá, sobre el conocido versículo “Amarás a .A. tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza» (Devarim 6: 5), preguntándose ¿por qué debe decir con todo tu corazón? ¿Acaso no alcanzaría si solo dijera ‘con el corazón’? Y responde, que nuestro corazón debe estar totalmente lleno del amor por el Creador de manera que excluya el deseo por lo mundano. En esas circunstancias sería imposible e innecesario codiciar enfermamente a las delicias de este mundo. Cuando el amor es total, no hay espacio para otras cosas.

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