sáb. Ene 18th, 2025

Países Bajos exhibe por primera vez archivos sobre 425.000 sospechosos de colaborar con los nazis

Imagen ilustrativa. Foto: Element5 Digital/Pexels.Imagen ilustrativa. Foto: Element5 Digital/Pexels.

Durante más de siete décadas, solo investigadores y familiares podían acceder a la información almacenada en los Archivos Centrales de la Administración Especial de Justicia (CABR), en los que se encuentra una enorme colección de documentos relacionados con presuntos colaboradores nazis en los Países Bajos.

Sin embargo, desde el 1 de enero de 2025 ya están disponibles para el público general, marcando un momento clave en la preservación de la memoria histórica de la Segunda Guerra Mundial. Este cambio tiene que ver con que las leyes de privacidad que protegían estos documentos dejaron de estar en vigor, permitiendo su acceso público.

Los archivos incluyen información sobre 425.000 personas investigadas por posible colaboración durante el Holocausto. Aproximadamente una cuarta parte de estos documentos ha sido digitalizada y puede ser consultada en el Archivo Nacional de los Países Bajos en La Haya.

Aunque el gobierno holandés investigó a 300.000 personas por colaboracionismo, solo 65.000 enfrentaron juicio en un sistema judicial especial establecido tras la Segunda Guerra Mundial, es decir que muchos de los nombres incluidos en los archivos nunca fueron formalmente acusados o investigados, lo que ha generado inquietudes sobre el impacto en las personas mencionadas y sus familias.

En 2020, el gobierno de los Países Bajos ofreció una disculpa oficial por su fracaso en proteger a los judíos durante el Holocausto, décadas después de que otros países europeos y líderes locales lo hicieran.

8 thoughts on “Países Bajos exhibe por primera vez archivos sobre 425.000 sospechosos de colaborar con los nazis”
  1. Aunque probablemente el caso de la Shoah no es comparable con los otros muchos crímenes de los fascistas, menos con otros crímenes individuales en los países democráticos actuales, no sé hasta qué punto tiene sentido publicar estos archivos debido a las leyes de protección de la intimidad o de los datos personales que en las democracias protegen incluso a los procesados y condenados, ya que se presupone que pueden arrepentirse, aunque sea uno entre miles, ya no digamos en el caso de sus descendientes, mientras que el populacho ya se sabe que fácilmente tiende a señalar con el dedo. Menos en España se entendería, es un país especialmente oscurantista sobre todo con los criminales fascistas españoles durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Incluso para los delitos actuales, aunque no lo parezca, los medios españoles cumplen escrupulosamente este tipo de leyes, solo publican nombres o imágenes de procesados o condenados una vez que se haga público su procesamiento o condena, y si el delito es de una relevancia pública, si bien, sobre esto último, cualquier delito puede considerarse de relevancia pública, en especial si hay un crimen por medio.

    Curiosamente, son los de la derechona y fascistas españoles los que menos quieren cumplir estos derechos, siempre pidiendo mano dura o que dejen hacer a las policías y a los jueces, no les importa si se saltan las leyes. Hará unos años un individuo timó a mi madre vendiendo números de loterías falsos, como sospeché de eĺ, busqué información de la lotería en internet y encontré una condena judicial de un pequeño estafador por medio de esa misma lotería, seguramente un documento judicial que se le escapó a alguién ya que no parece que sea legal publicar sentencias en internet, así que llamé a la policía para que le detuvieran, porque no habían pasado ni 5 minutos, pero no hicieron nada al no poder actuar sin una denuncia formal previa en una comisaría, algo que igual suponía más gastos que la cantidad estafada. En otro ejemplo, hace poco a un muy famoso youtuber mexicano le robaron un portátil Apple, encontró el edificio donde estaba el ladrón por el sistema de búsqueda de dispositivos de Apple, pero la policía española no hizo nada, porque sin pruebas exactas y legalizadas no podía actuar, mientras le youtuber no paraba de decir disparates como que la policía tenía que entrar en la casa, devolverle el portátil y detener al ladrón.

  2. Este tipo de cosas son las que siempre están reclamando la derechona y los fascistas, si por ellos fuera estarían publicados todos los datos de los que han sido detenidos alguna vez por cualquier cosa, claro que igual es porque muchos policías y jueces son de los suyos, no son pocos los policías españoles con ramalazos fascistas, o recientemente se publicó en varios diarios españoles de izquierdas que un 25% de los jueces españoles son de la secta ultracatólica española del Opus Dei, naturalmente sin que los españoles sepan nada, y cuando estos ultracatólicos son el 0,2% de la población española, sin que cuenten con nada especial que los distinga de los demás españoles, si acaso son conocidos por ser de los españoles más intransigentes, y sus jueces más o menos conocidos han dictado sentencias más que pintorescas o antediluvianas. Por ejemplo, los fascistas y la derechona suelen exigir que se publiquen los listados de violadores y pederastas, mientras que en una reciente estadística de un extenso informe publicado por el Defensor del Pueblo, un cargo oficial nombrado el gobierno, se estima que hay 400.000 españoles que siendo menores fueron víctimas de religiosos católicos españoles, o 4 millones víctimas de españoles laicos, nada que ver con las cifras oficiales de pederastas religiosos católicos españoles, solo se han denunciado 2.800 víctimas, y esto fue por una iniciativa del diario socialista El País, que no va a tener grandes consecuencias judiciales ya que la mayoría de los delitos han prescrito, y con la Iglesia Católica Española intentando liar o que se olviden estos casos más que cualquier otra cosa. En el caso de los maltratadores, el gobierno de izquierdas aprobó crear un registro de mujeres maltratadas, aparte la izquierda suele pedir hacer públicos los nombres de los maltratadores, mientras que los fascistas están enfrascados en una campaña constante por igualarlos a las mujeres maltratadoras o en salvar al macho ibérico, según estos perlas, violento a veces pero solo por su naturaleza. Su disparate les ha llevado a defender a violadores en grupo cuando son españoles, nunca si son inmigrantes, y a los violadores españoles en el ámbito de las parejas o de las relaciones cercanas.

    1. El derecho a la privacidad o la intimidad o la presunción de la inocencia en España puede cambiar bastante en los casos de terrorismo, o en otros casos especiales como por ejemplo estados de guerra o de alarma, como seguramente ocurra en la mayoría de las democracias, pero para los delitos de narcotráfico fueron precisamente los socialistas los que se provocaron un gran escándalo en España cuando el ministro socialista Corcuera aprobó la denominada ley Corcuera o popularmente conocida como ley de la patada en puerta, fue la puntilla para que equipararan a los gobiernos socialistas con los peores fascistas, ya que permitían a los policías, si sospechaban que se estaba cometiendo un delito, entrar en las viviendas particulares sin preguntas ni papeleos. Más tarde esta ley fue anulada y poco después fue sustituida por un gobierno de la derechona, que aprobó la denominada ley mordaza por considerarse propia de regímenes fascistas al atentar en algunos aspectos contra la libertad de expresión.

  3. En la España fascista, ya desde la Guerra Civil iban aprobando leyes para legalizar sus crímenes, o por ejemplo también acuñaron una moneda paralela a la oficial vigente, se creían los dueños de España desde el primer día del golpe de estado. Después, los documentos y objetos que robaron a sus víctimas republicanas y a los masones los almacenaron en el denominado Archivo de Salamanca, donde también montaron un museo con una logia masónica diseñada por ellos a partir de objetos robados a las logias españolas. Esta logia, de un aspecto un tanto siniestro, era visitada por los españoles para que comprobasen la maldad de la que les habían librado los fascistas españoles. Actualmente, el Archivo de Salamanca sigue más o menos igual, es solo que con democracia se presupone que los españoles ya no verán la logia masónica tan siniestra como la veían unos pocos años antes.

    Es evidente que los fascistas españoles se han escapado de rositas de todos sus muchos crímenes lesa humanidad, incluso impiden las investigaciones judiciales, o hasta la identificación de los cadáveres de sus víctimas, se estima que en España quedan más de 140.000 cadáveres sin identificar, en fosas comunes o enterrados en las cunetas de la carreteras, siendo España el segundo país del mundo con más cadáveres sin identificar, tan solo por detrás de Camboya. La excusa es que hubo una amnistía para favorecer el paso a la actual democracia, y también para evitar las rencillas, los fascistas también hacen sus protestas ya que en el bando democrático republicano hubo crímenes, sobre todo los comunistas y anarquistas también hicieron de las suyas. O entre la población española también eran habituales los chivatazos que suponían el asesinato de los vecinos señalados, naturalmente fueron mucho más numerosas las víctimas republicanas.

  4. Volviendo a los criminales relacionados con la Shoah, que serían algo así como un caso aparte, ni siquiera en Alemania-Austria no fueron juzgados tantos nazis como se presupone, en Nuremberg tan solo fueron juzgados unos pocos entre los que ocuparon altos cargos que pudieron ser detenidos Otros se escaparon de rositas, como el famoso Doctor Mengele, que en Auschwitz llevó a cabo experimentos con niños judíos y gitanos europeos, sobre todo gemelos, experimentos de científico loco. Fue ayudado por la red de escape de criminales nazis, escapando año tras año de los que le buscaban, entre otros el conocido judío cazanazis Simon Wiesenthal. Mengele finalmente murió en Brasil en un accidente, se ahogó mientras nadaba en una playa. Mengele fue uno de los muchos criminales nazis que logró llegar a morir por causas naturales o habiendo escapado indemnes de sus crímenes de lesa humanidad, sobre todo se ocultaron en Sudamérica tras recibir la ayuda de la red Odessa y de algunos religiosos afines al nazismo en el Vaticano o Italia, o gracias a las ayudas de dictaduras fascistas como la de España, donde llegaron a ocultarse algunos de los peores criminales nazis, como uno de los que firmaron la denominada Solución Final, el croata Maks Luburić, residió en la región española de Valencia hasta que fue asesinado en 1969. Desde España partieron otros muchos criminales con la colaboración del régimen franquista o este dejando hacer a la organización nazi de ayuda a los criminales nazis que dirigía la hispano-alemana falangista nazi Clara Stauffer, que causaba sensación entre las clases altas españolas aun siendo de origen alemán, estuvo haciendo campaña y recaudando fondos para el régimen nazi entre las clases altas españolas, y después de la guerra el régimen franquista la protegió frente a las peticiones de extradición desde Inglaterra para ser juzgada por crímenes de guerra. En la famosa película-documental Shoah, que incluye testimonios grabados en los 1980s, se puede ver alguna entrevista a criminales nazis de menor rango, o aparece un nazi que no quería ser grabado trabajando en un bar de Alemania, algunos trabajaron de policías en Alemania.

    1. En la película Shoah también aparecen varios testimonios de católicos polacos, con algún testigo superviviente judío que acusa a los polacos católicos o a algunos de ellos de alegrarse de su destino mientras estaban siendo trasladados en los trenes de ganado, si bien no es nada comparable a lo que se se supo en años recientes con dos libros de historiadores judíos que demuestran la participación de los polacos en el exterminio de los judíos, lo que ha provocado un gran revuelo en el interior del país, por estropear la fantasiosa versión oficial de que todos los católicos polacos ayudaron a los judíos. El libro “Neighbors” en inglés, del 2001 de Jan T. Gross, fue el primero, sobre un pogromo criminal perpetrado por los polacos católicos de un pueblo, espoleados por los nazis alemanes que los dejaron hacer al ver lo voluntariosos que eran siguiendo la conspiración antisemita que circulaba por Polonia, la de que los judíos eran los culpables de la invasión de los comunistas soviéticos. Acabaron con la vida de casi todos los judíos del pueblo de Jedwabne, se estima que mil seiscientas personas entre hombres, mujeres y niños, a una gran parte los encerraron y quemaron vivos en un granero. El libro desmanteló por completo el castillo de arena polaco con el que estaban ocultando los crímenes cometidos por los mismos polacos. Posteriormente se publicó “Hunt for the Jews: Betrayal and Murder in German-Occupied Poland”, del 2013, en el que el historiador Jan Grabowski en su exhaustiva investigación analiza el alcance general de los crímenes cometidos por los católicos católicos, cuando antes no se conocía apenas nada, aportando pruebas como los pocos testimonios y los escasos juicios durante la época soviética. La investigación está basada en una pequeña muestra, en un estado como la Polonia actual que no facilita las investigaciones, ni lo hizo en el pasado comunista porque la Historia la manipularon por intereses políticos o para no alterar a los líderes institucionales y religiosos, con los mismo culpables católicos polacos que continuaban dirigiendo el sistema social o clientelar de Polonia, ni los ciudadanos polacos dejaron testimonios fiables por ser cómplices o directamente eran los criminales, o por el miedo a las represalias que se producían contra los que hablasen, incluso iban, todos a una, contra los polacos que dijeran que habían ayudado a judíos. La principal conclusión es que el autor estima que unos 200.000 judíos polacos que trataron de esconderse, tras el comienzo del plan de exterminio nazi en Polonia en el que también participaron policías católicos polacos y otros polacos afines a la ideología nazi, fueron asesinados con la colaboración proactiva y voluntaria de una gran parte de la población polaca católica. El autor principalmente investiga la población rural de una región, junto con autoridades, líderes religiosos católicos, policías polacos, etc., con un alto número de culpables ya sea delatando a los judíos sabiendo que iban a ser asesinados de inmediato, o participando en cacerías organizadas, o asesinando con sus propias manos a sus vecinos judíos. Actuaron movidos por diferentes causas: por el arraigado antisemitismo, o por estrategias políticas como en el caso de algunos comunistas polacos, o por codicia malsana para apoderarse de supuestas riquezas que en esa época todos creían que escondían siempre los judíos, o a cambio de alguna pequeña recompensa de los nazis, como dinero, comida o simplemente por quedarse con parte de la ropa que llevasen puesta sus víctimas judías. A Jan Grabowski le han amenazado de muerte y un numeroso grupo de personajes polacos famosos han llegado a enviar cartas para que le expulsen de la universidad de Canadá donde trabaja este prestigioso historiador, naturalmente en el mundo civilizado no hacen ni caso a estos disparates.

    2. Ni te aclaro, lo que fue la Argentina de Perón, que llenó el país de nazis y fascistas, con la complicidad del Vaticano.

  5. En el caso de las víctimas de la Shoah, la mayoría han podido ser identificadas sobre todo porque los nazis documentaban y archivaban todos sus crímenes, en parte se debe a esto que por ejemplo se conocen los nombres de la mayor parte de las víctimas judías en los campos de concentración y exterminio, ya que no se molestaron o no les dio tiempo a destruir todos los documentos cuando perdieron la guerra, aunque en las matanzas que antes llevaron a cabo en Europa del Este durante la Operación Barbarroja no existe esta documentación ni datos de las víctimas de los nazis y sus camaradas, en retaguardia asesinaron a 1,3 millones de judíos con los denominados Einsatzgruppen y cuando los criminales nazis tuvieron claro que los rusos iban a ganar se dedicaron a desenterrar y quemar los cadáveres de muchas de las fosas comunes, o también asesinaron a los judíos que obligaron a que les hicieran este trabajo, todo para borrar las pruebas de sus crímenes. O en el resto de fosas comunes muchas de las víctimas no tenían ninguna documentación que las pudiera identificar, aun se sigue buscando cualquier información, por pequeña que sea, que ayude a identificar a las víctimas anónimas que quedan. Los nazis intentaron por todos los medios ocultar sus muchos crímenes, ya antes eran grandes especialistas en manipulaciones y engaños. Cuando los nazis sabían que iban a ser derrotados también procuraron destruir documentos, las duchas de gas, etc. y hasta a todos los testigos que aun quedasen del Holocausto, por ejemplo, en el bestseller español “Los últimos españoles de Mauthausen”, del 2.005, se menciona el gran plan final nazi que denominaron “Feuerzeug”, o “Mechero” en español, con el que los nazis alemanes, para no dejar pruebas de sus crímenes, llevarían a todos los prisioneros a las cuevas-fábricas cercanas a los campos de Austria-Alemania, como Mauthausen, para, a continuación, volar las entradas de las cuevas con explosivos, asesinando por hambre a todos los supervivientes, una de las formas de asesinato masivo que ya utilizaban habitualmente en Mauthausen, incluyendo a los judíos supervivientes de las denominadas “marchas de la muerte”.

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