Paisaje después de la batalla electoral en España

Fachada del Palacio del Senado de España. Madrid, España. Foto: Esetena - Wikipedia - CC BY-SA 3.0

Las mismas servirán para confirmar si se consolida el giro a la derecha operado este 28 de mayo y para comprobar si la izquierda será capaz de rearmarse en términos políticos y estratégicos para hacer frente a las mismas.

El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, al analizar los resultados de la jornada del 28 de mayo, hablaba que se había producido un “tsunami” político. Razón no le faltaba a este viejo zorro de la política cántabra porque los resultados han sido rotundos y contundentes, en el sentido de que la izquierda que gravitaba en torno a Podemos e Izquierda Unida casi ha desaparecido del mapa, Ciudadanos ha sido fagocitado por el Partido Popular (PP), dejando en el camino 2.400 concejales y casi 1,7 millones de votos, y el PSOE pierde 400.000 votos, casi 2.000 concejales y una buena parte de su poder autonómico y provincial.

En lo que respecta al PP, sube dos millones de votos, consigue tres mil concejales más, gobernará en todas las autonomías más pobladas, a excepción de Cataluña, y se sitúa tres puntos porcentuales por encima -31% frente al 28% del PSOE- de los socialistas. Con esta fuerza la implantación territorial, tanto a nivel local como autonómico, los populares enfrentan las generales con muchas posibilidades de ganarlas y obtener una gran presencia parlamentaria, quizá insuficiente para la mayoría pero sí para gobernar con otras fuerzas, sin descartar incluso algunos partidos nacionalistas.

La otra fuerza ganadora de la jornada es VOX, que pasa de 530 a concejales a casi 1.700 y duplicando los más de 800.000 votos obtenidos en el 2019 al alcanzar el 1.600.000 este 28 de mayo. Su raquítico porcentaje electoral, algo más del 7%, es debido a que su implantación local es todavía muy desigual y solamente concurría en 2.000 de los 8.000 municipios españoles. En las generales de noviembre de 2019, Vox llegó a 3,6 millones de votos y 15,2% de los sufragios y todas las encuestas auguran que de haber elecciones ahora mismo obtendría entre el 12 y el 15% de los sufragios, es decir, que su fuerza parlamentaria sería determinante para que el PP pueda formar gobierno, quedando la duda si los populares gobernarían solos o en coalición.

BILDU ARRASA, PNV BAJA Y OTROS NACIONALISTAS SE ESTANCAN

Otra de las fuerzas ganadoras del 28, sin necesidad de usar más eufemismos, es EH Bildu, centro de la campaña electoral al incluir en sus listas a 44 antiguos etarras, y que supera ya en votos al PNV si sumamos los sufragios recibidos en Navarra por este partido heredero directo de la histórica Herri Batasuna. Bildu sube en votos, pasando de los 348.000 del 2019 a los 366.000 actuales, en concejales, obteniendo 1.399 frente a los 1262 del año 2019, y aumenta espectacularmente en todas las capitales, habiendo ganado sorprendentemente en Victoria, antaño feudo del PP, y quedando en segundo lugar en San Sebastián, Pamplona y Bilbao.

Elección tras elección, el PNV siente más cerca el final de su poder hegemónico y determinante en la sociedad vasca. El 28, además, el PNV ha perdido 80.000 votos, 70 concejales y su carácter de primera fuerza política en la sociedad vasca si contamos con los resultados de Navarra. Visto este escenario postelectoral, no es descartable que un futuro Bildu supere al PNV en unas elecciones autonómicas y que se acabe convirtiendo en una verdadera alternativa de gobierno.

El resto de las fuerzas nacionalistas, como ERC y Junts per Catalunya, agrupadas en esta ocasión bajo otras siglas, obtienen unos resultados que muestran que el voto nacionalista se estanca y que el discurso soberanista ha tocado techo, incapaz de movilizar nuevos electores a su causa. Incluso ERC pierde concejales en casi toda Cataluña y el PSOE consigue ganar en tres de las capitales catalanas, Tarragona, Girona y Lleida, dando nuevos bríos y energías al bloque constitucionalista en Cataluña. Solamente la victoria de Xavier Trías en Barcelona, por delante de Colau y el PSC, parece haber dado ánimos a los independentistas, aunque ERC quedó en un deshonroso cuarto lugar en esta ciudad.

DEBACLE SOCIALISTA

Los socialistas, pese a la carrera de despropósitos y garrafales errores de sus socios de Gobierno a lo largo de estos años, han aguantado el tipo mucho más de lo esperado y lo que auguraban algunas encuestas, incluso ganando en Asturias, Extremadura y Castilla La Mancha, una de las pocas comunidades autónomas donde seguirán gobernando el PSOE. Sin embargo, el PSOE pierde en seis de las ocho comunidades autónomas en las que gobernaba, quedando en manos del PP todas ellas, y queda reducida notablemente su presencia en varias importantes ciudades y grandes municipios. No existe parangón para una debacle socialista que deja el poder territorial del PSOE bajo mínimos, después de supeditar toda su política autonómica a los dictados del PSC, y sin ni siquiera rentabilizarlo en Barcelona.

El máximo líder socialista y presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha preferido convocar elecciones para el 23 de julio antes de que la sangría sea mayor y al menos se garantice el monopolio de la izquierda y una presencia parlamentaria potente para ejercer la oposición ante un previsible cambio de gobierno. Con más de seis millones de votos y 28% de los sufragios, el PSOE cuenta con una sólida base para enfrentar los próximos comicios, aunque la desunión de la izquierda y su desaparición política en una buena parte de España le colocan en una posición realmente adversa para conformar una fórmula de gobierno con sus actuales socios.

De cara a las generales, ya desaparecida la marca política y electoral de Ciudadanos, el PP no lo tiene tan fácil y es casi más que seguro que no obtendrá la mayoría absoluta, como le ha pasado en varias comunidades autónomas, donde tendrá que pactar con VOX u otras fuerzas. La gran duda radica en si la suma de ambos lograría la ansiada mayoría absoluta que ansían los populares; un resultado por debajo de los 175 escaños para la coalición PP-VOX dejaría al PP ante un escenario muy incierto, debido, sobre todo, al rechazo que estas siglas generan entre las formaciones nacionalistas vascas y catalanas. Pese a todo, la gran diferencia de votos entre populares y socialistas, 800.000 votos, ponen en una buena posición de salida al PP de cara al 23 de julio.

por Ricardo Angoso

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7 thoughts on “Paisaje después de la batalla electoral en España”
  1. Algunas de las claves para este gran cambio de voto hacia la derecha y ultraderecha han sido la desaparición del partido de centro-derecha Ciudadanos y la división del partido comunista Podemos. El sistema electoral español sigue la ley D’Hont que favorece el bipartidismo, así que los españoles saben de sobra que sus votos valen más si van todos a un único partido, y en este caso ha favorecido a la derecha del Partido Popular si Ciudadanos apenas se distinguía de un PP muy camaleónico en la oposición. Si Ciudadanos hubiera intentado distanciarse de la derecha, entonces hubieran desaparecido hace muchos años, como les ocurrió a otros partidos similares, que pretendían apoderarse del centro, como al CDS, o al Partido Reformista Democrático, o al algo más de centro-izquierda UPyD. En cuanto a los comunistas, han perdido muchos votos por su división en varios partidos, pero no han desaparecido y se espera que vuelvan a unirse para las elecciones generales. Mientras que es una vergüenza el aumento de votos que continúa habiendo hacia la ultraderecha o fascistas de Vox, en España está ocurriendo lo mismo que en otros países supuestamente civilizados.

    La derecha y la ultraderecha también han sumado muchos votos a base de sus habituales manipulaciones y de meter miedo con los separatistas, algo que siempre funciona con los españoles, porque en economía España está mejor que muchos otros países, teniendo en cuenta la crisis por la guerra Ucrania-Rusia, o también las tasas de paro han mejorado mucho, o incluso el gobierno aprobó varias ayudas económicas para los españoles más desfavorecidos, o para los que cumplieran las condiciones de turno, en cualquier caso bien se podría afirmar que es algo inaudito en España.

  2. Aparte, debieron funcionar las constantes manipulaciones de la derecha y ultraderecha cargando contra los comunistas, un blanco que tenían fácil, porque son prácticamente los únicos que se atreven a cambiar leyes como la de igualdad de sexos, derechos LGTBi, aborto, etc., o también se podría decir que son casi los únicos en España que denuncian y recuerdan los casos de pederastia en la Iglesia Católica Española, o los crímenes lesa humanidad que cometieron los fascistas durante la Guerra Civil y la dictadura, crímenes que siguen sin pasar por la justicia, una justicia española en gran parte en manos de la secta ultracatólica del Opus Dei, algo también conocido por las denuncias de los medios comunistas. Tampoco parece que haya tenido ningún efecto en los votantes de derechas una famosa foto del actual líder del Partido Popular, Núñez Feijóo, con un conocido narcotraficante gallego, una de las regiones españolas desde donde las estas mafias españolas transportan la cocaína procedente de Hispanoamérica y que se consume en toda Europa. Según el conocido escritor Roberto Saviano, el transporte a gran escala está organizado por mafias italianas, por tanto, las mafias españolas se limitan a ser sus meros transportistas por España, por ser conocedores del terreno, y muy probablemente de los contactos locales, o de los corruptos.

  3. Los comunistas también se han distinguido, y los han criticado muy mucho, por su oposición a la guerra de Ucrania-Rusia, aunque los comunistas lo justifican con su talante pacifista, sus críticos señalaban sospechas de esconder un apoyo interesado a Putin, algo que no parecía muy apropiado estando en el gobierno, con España en la OTAN y todos los españoles apoyando incondicionalmente a Ucrania. Esto, aparte de su habitual activismo contra Israel, y añadiendo sus anteriores contactos con el régimen de Irán. Anteriormente, ya el PSOE perdió muchos votos al repetirse las elecciones por negarse a pactar con los comunistas de Podemos, o por no querer aceptar sus condiciones, como acceder al control del servicio secreto español, lo que políticamente no parecían unas peticiones descabelladas dados sus altos porcentajes de votos. Sin embargo, estas otras críticas contra los comunistas no debieron ser tan importantes para los votantes españoles, ya que, en cambio, la ultraderecha de Vox también apoya a la Rusia de Putin, o al menos antes lo hacía igual que muchos de sus partidos afines en Europa, incluido el de Berlusconi, si bien aquí tendrían un conflicto de intereses o de elegir entre distintos ultraderechistas, neonazis y demás. En cuanto al antisemitismo, bueno, de la ultraderecha, por muy de ideología ambigua o moderada que diga ahora también esta española que ahora es, yo no me fiaría nunca, ni siquiera me fiaría del Partido Popular, arrastrando a las sectas ultracatólicas y por su pasado fascista.

  4. Gracias Ricardo. Gracias Uno de Navarra. Muy claros los dos. Entre tanta basura intoxicante se agradece leer artículos y comentarios racionales y equilibrados. Lo de Podemos no es correcto decir que son comunistas, pues solo son una parte de Podemos. La izquierda de Podemos surgió de una confluencia de movimientos sociales diversos y sin experiencia política anterior, precisamente lo que lo les dificultó la construcción de un partido político con inserción de base. Con muchas visiones progresistas fragmentadas y personalidades poco dispuestas a ceder para encontrar una plataforma contenida en unos pocos objetivos fuertes y capaces de llegar a la gente común. Llegaron con muchas expectativas de cambio y se desgastaron con diferencias que los perjudicó, y también a la gente que se desorientó y permitió a la derecha atacar en sus flancos débiles y destruirlos.

  5. Barra libre para el choreo y la corrupción de la derecha. Hundir la Sanidad Pública y derivar a la Gestión Privada para dejar al pueblo sin atención y hacer caja. Secar acuíferos si control, drenar ríos para convertirlos en cloacas. Construir viviendas como antes de la crisis del 2008 solo para beneficio de las constructoras y los inversores, que el precio se dispare y solo unas pocas se usen de vivienda, el resto desocupadas para la especulación. Rebaja de impuestos a los ricos y desfinanciar al Estado para beneficio de los especuladores. Eso sí que beneficia a la gente con menos recursos. Total que el PP tiene como hacer negocios de blanqueo y robo. Y si no que le pregunten a la alcaldesa de Marbella. Un banda de delincuentes, eso es la derecha española. No hay día que no aparezca un caso nuevo de delito Y el obstáculo a semejante plan de destrucción es Sánchez y la coalición .

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