La Orquesta Sinfónica de Toronto, una de las orquestas más prominentes que operan hoy en día en la costa este de Canadá y Estados Unidos, ha sido invitada por la Filarmónica Israelí y nos visitará por primera vez para presentarse en dos conciertos especiales con un programa variado y emocionante, bajo la conducción de Peter Oundjian y con la estelar participación del violinista Maxim Vengerov. El programa está integrado por la pieza Iris del canadiense Jordán Pal quien la compuso por encargo de la Sinfónica de Toronto, Concierto para Violín y Orquesta de Brahms y la Sinfonía N° 7 de Dvorák. Esta visita a Israel es parte de la celebración de los 150 años de la Independencia de Canadá. Se podrá escuchar en el Teatro de Jerusalén el 11.5 y en el Heijal de Tel Aviv Hogar de la Filarmónica, el 13.5.
Acerca de la Sinfónica de Toronto, fue fundada en 1922. El primer director fue Luigi Van Konitz y tras su muerte, se desempeñaron como directores varios nombres famosos. En el 2001 fue nombrado director musical Peter Oundjian. Durante los años desde su fundación la orquesta tocó en muchos países y acompañó a numerosos destacados músicos. Oudjian que llegó a esta orquesta aportando los logros de una carrera brillante, lo cual contribuyó a ampliar sus actividades. Sobre esta visita comenta que las “celebraciones de 150 años de Canadá son sin duda motivo de un acontecimiento importante, tal como llegar a Israel, con el propósito de crear un puente cultural entre los dos países”.
El violinista Maxim Vengerov, uno de los más destacados en el panorama contemporáneo de la música clásica, está considerado en el mundo como un “coloso musical”, una superestrella en el mundo de la música. Nació en 1974, comenzó a tocar el violín a los 4 años, a los 5 ya daba conciertos y a los 10 grabó por primera vez. Desde entonces graba sin interrupción y gana premios por sus discos, a los 16 años ganó un concurso internacional en Londres y a esa edad llegó a Israel.
En 2014 términó con honores y estudió conducción en Rusia, pero a ello se dedica desde 2007, habiendo conducido numerosas orquestas, también la Sinfónica de Toronto. Ahora cuenta con una carrera escénica deslumbrante, con decenas de discos grabados, se ha convertido en un artista universal, ganador de numerosos premios. Sus interpretaciones son siempre algo para recordar, llenas de energía, pasión y todo lo que atrae al oyente y que surge de su gran talento.