El Eterno habló a Moshé, diciendo: ” Vé, habla al Faraón, rey de Mitzráim (Egipto) para que envíe fuera a los Hijos de Israel de su tierra.” Entonces Moshé habló delante del Eterno, diciendo: ” He aquí que los hijos de Israel no me escucharon; cómo entonces ha de escucharme el Faraón, ¿siendo yo obstruido de labios?”
Éxodo 6 ( Parashat Vaerá).
Versículos 10-11- 12.
No escuchan y no escuchamos.
Todos fuimos rebeldes y aún de adultos continuamos (algunos) en esta condición.
La rebeldía es una característica de ciertas etapas de la vida. En particular adolescentes y jóvenes habituados a confrontar con sus padres y adultos. La autoridad de las canas se encuentra cuestionada, y la rebeldía impresiona ir de la mano y en sintonía con el crecimiento de la persona.
Se trata de una espada flamígera (de doble filo), y los padres sabemos cuan costoso y peligroso es confrontar con ella y poder direccionarla en el camino de nuestros ancestros.
Escucha Israel…
El mensaje profético de siempre. La advertencia viene siempre antes del castigo.
Y D’os tiene infinidad de mensajeros y formas, que, a modo de una luz roja, ubican y avisan tanto a cada individuo como al colectivo de nuestra posición, y la manera de cómo no salirnos del camino y la vía retorno a nuestro seguro carril.
Tercer bloque. Final.
Dice en las fuentes judías que, Hashem el Todopoderoso se subyuga y subordina a las mismas reglas por Él establecidas. Esto lo vemos cuando D’os perdona a Israel por el pecado del becerro de Oro, atendiendo a las palabras y el argumento de Moisés el Pastor Fiel (donde está Su grandeza está su humildad, y en Su humildad reside su grandeza).
Y no podría ser de otra forma. Un Padre, aún el Padre de todos los padres debe educar con el ejemplo.
Emularlo (imitarlo) es el desafío o prueba de nuestra existencia.
Para concluir: ” el que avisa no traiciona” dice el dicho. La advertencia al Faraón y si tomamos la advertencia de D’os a Nínive la capital de Asiria (mucho tiempo después y ubicada en lo que hoy es Mosul-Irak) por intermedio del Profeta Jonás, nos enseña una fórmula constante del comportamiento de la Divinidad. Y este modo es válido tanto para judíos como para los no-judíos.
Esta mecánica del “aviso previo”, permite encastrar lo que denominamos ” libre albedrío” dentro del fatal enfoque del determinismo.
Mantener limpios nuestros oídos, es la clave y la llave para evitarnos muchos dolores de cabeza.
Shavua Tov!
Dr. Natalio Daitch