En el momento de su arresto, los hombres, identificados como Christopher Brown y Mathew Mahrer, de 22 y 21 años, portaban un arma de fuego glock semiautomática con un cargador con 30 balas, una mira láser, un cuchillo grande de cacería, una máscara de esquí y un brazalete con el emblema nazi, según medios locales.
«Esto no fue un acontecimiento aislado, fue una amenaza real», dijo el alcalde de la ciudad, Eric Adams, que hoy sostuvo una reunión con la policía para discutir la amenaza y las medidas que se tomarán.
Adams indicó que la policía local, autoridades federales y miembros de la comunidad judía trabajaron en conjunto en este caso, que llevó al arresto de los dos hombres.
«Nadie debería sentirse amenazado al entrar a su sinagoga o lugar de culto», afirmó Adams, quien recordó que Nueva York es el hogar de 1,6 millones de judíos y que existe una preocupación real por los delitos de odio.
“Como alcalde de la comunidad judía más grande de los Estados Unidos, es mi deber proteger. La máxima prioridad es proteger a todos los neoyorquinos”, afirmó.
El pasado viernes, Brown y Mahrer fueron arrestados cuando entraron a la popular estación del metro Penn Station en Manhattan, luego de que la policía de la Autoridad Metropolitana de Tránsito (MTA) recibiera una alerta.
Ambos se declararon no culpables de los cargos estatales mientras que la fiscalía federal evalúa si presenta otros cargos, señala el canal 7 de la cadena ABC.
ABC indicó además que Brown aseguró a la policía que opera un grupo de supremacistas blancos en Twitter que es «realmente genial», según la acusación que se hizo pública el domingo después de que se presentaran los cargos. EFE