“Bodas de sangre”, una de las obras más populares del poeta andaluz, sigue vigente por el cuestionamiento a los mandatos y su llamado a escuchar el deseo propio.
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En 1933, mientras el mundo observaba con temor el ascenso del fascismo en Europa, en España se estrenaba una obra que se convertiría en un clásico de la literatura y el teatro universal. Bodas de sangre, de Federico García Lorca, llevaba a escena un drama inspirado en hechos reales, donde la pasión, la tragedia y el destino se entrelazaban con un lenguaje poético inconfundible. A casi un siglo de su estreno, la obra sigue despertando emociones y reflexiones sobre el amor, la libertad y las estructuras sociales que encadenan a los individuos.
Con un lenguaje poético inconfundible, con frases memorables como “¡Ay, qué sinrazón! No quiero contigo cama ni cena, y no hay minuto del día que estar contigo no quiera” que condensan la intensidad de la belleza artística con la de un amor que desafía todas las reglas. La obra refleja la lucha entre el deseo y las normas sociales, una temática recurrente en el universo lorquiano.
García Lorca fue una de las figuras más relevantes de la literatura española del siglo XX. Poeta, dramaturgo y miembro destacado de la Generación del 27, supo fusionar la tradición popular con la vanguardia. Su compromiso con la libertad creativa y su crítica a las estructuras opresivas de la sociedad lo convirtieron en un autor imprescindible.
En agosto de 1936, en los inicios de la guerra civil española, fue detenido y fusilado por las fuerzas franquistas en un paraje cercano a Viznar. Su cuerpo nunca fue encontrado, y su muerte simboliza la persecución del pensamiento libre en tiempos de represión.

Un clásico, entre la pasión y los mandatos
La historia de Bodas de sangre gira en torno a una boda rural que se ve interrumpida por una pasión prohibida. La Novia, aunque comprometida con un hombre honorable, no puede resistirse al amor que aún siente por Leonardo, un antiguo amante que, para colmo, pertenece a la familia enemiga de su prometido.
El desenlace es inevitable: el destino, como un hilo invisible, arrastra a los personajes hacia un trágico final. Y el drama de Bodas de sangre tiene raíces en un hecho real ocurrido en Níjar, Almería, en 1928. El periódico La Voz de Almería informó sobre el suceso con el titular: “Misterioso crimen en un cortijo de Níjar”.
En su crónica detalló: “Momentos antes de verificarse la boda, la novia se fuga con su primo para burlar al novio. Les sale al encuentro un enmascarado y mata a tiros al raptor”. A partir de ese hecho, Lorca construyó una tragedia que expone la tensión entre el deseo y las normas sociales, el peso de la tradición y la fatalidad. “Hay que seguir el camino de la sangre. Pero sangre que ve la luz se la bebe la tierra”, dice uno de los personajes, dejando en claro que en este mundo las pasiones se pagan con la muerte.
La obra sigue vigente. ¿Por qué? Lorca no solo retrata una Andalucía profunda, ritualista, que da importancia al qué dirán, sino que denuncia estructuras que persisten en diferentes formas. La obra cuestiona el mandato del matrimonio, la imposición de roles y el sentido del honor que exige sangre como pago. A casi un siglo de su estreno, la tragedia sigue resonando porque interpela al espectador: ¿es posible escapar de lo impuesto sin pagar un precio demasiado alto?
Libertad, destino y tragedia, sus principales temas
Uno de los ejes fundamentales de la obra es la lucha entre el deseo personal y las normas impuestas por la sociedad. La Novia y Leonardo se enfrentan a un destino del que no pueden escapar. Como dice uno de los versos más emblemáticos: “Felices los ojos que te vieron. Desdichados los que te ven ahora”, se lee. La fatalidad no solo afecta a los enamorados, sino a todos los que los rodean, dejando en evidencia la violencia estructural de un mundo donde el honor y la sangre determinan el porvenir.
Otro aspecto importante es el rol de la mujer. En una época donde el matrimonio era visto como una obligación social y un contrato de conveniencia, la Novia se rebela contra un destino impuesto. Su dilema entre el deber y el deseo sigue resonando hoy, en una sociedad que, aunque distinta, aún impone normas estrictas sobre el comportamiento femenino. Como escribió Lorca en una de sus conferencias: “En la vida y en el teatro, la mujer es el centro del conflicto”.
Finalmente, Bodas de sangre también es un retrato de la violencia enraizada en la tradición. Lorca no solo expone el peso de las costumbres, sino que también denuncia el ciclo inagotable de venganza y muerte. La figura de la Luna, personificada en la obra como un símbolo del destino inexorable, refuerza la idea de que la tragedia es inminente: “Abrir el cofre de la tierra y que salga el chorro de sangre”.
Un retrato de la España de Lorca
Para comprender la profundidad de Bodas de sangre, es fundamental situarla en su contexto. La España rural de los años 30 estaba marcada por un sistema de valores donde el honor, la familia y la tradición dominaban la vida de las personas. Lorca, un poeta y dramaturgo comprometido con su tiempo, supo capturar este mundo con una mirada crítica pero también poética.
Nacido en 1898 en Fuente Vaqueros, Granada, Lorca vivió en carne propia la tensión entre la modernidad y la tradición. Su formación en la Residencia de Estudiantes en Madrid lo puso en contacto con figuras como Salvador Dalí y Luis Buñuel, pero su corazón nunca se alejó del folclore y las tragedias populares. Bodas de sangre es un testimonio de esa dualidad, donde el arte de vanguardia se fusiona con la raíz popular.
En la obra, los cánticos, la simbología de la naturaleza y el peso de los mitos tradicionales refuerzan un universo cargado de significado, donde cada elemento contribuye a la atmósfera fatalista del drama.
Vigencia de un clásico
¿Por qué seguimos leyendo a Lorca hoy? Su obra no solo retrata una sociedad del pasado, sino que también nos interpela en el presente. Bodas de sangre nos habla de deseos prohibidos, de estructuras que oprimen y de pasiones que desafían los límites impuestos. En una era donde los debates sobre la libertad individual y las imposiciones culturales siguen vigentes, la voz de Lorca resuena con fuerza.
El dilema de la Novia sigue siendo el de muchas mujeres en la actualidad: la lucha entre lo que se espera de ellas y lo que realmente desean. La obra también pone en evidencia los conflictos de clase, la violencia estructural y la influencia de la familia en la vida de las personas, elementos que siguen siendo temas de discusión en la sociedad contemporánea.
Por otro lado, la poética de Lorca, con su riqueza de imágenes y su carga simbólica, sigue cautivando a lectores y espectadores. Su capacidad para fusionar lo popular con lo moderno lo convierte en un autor universal, cuya obra sigue siendo representada y reinterpretada en todo el mundo.
En aquel entonces, Lorca supo narrar cómo la sociedad patriarcal imponía estrictas normas de conducta, y la mujer se encontraba atrapada entre las expectativas sociales y sus propios deseos. ¿Cambió algo? Las tragedias por amor y honor eran comunes en el imaginario popular, y Lorca supo capturar esta realidad con una visión crítica y poética.
Adaptaciones y reinterpretaciones
Desde su estreno, Bodas de sangre fue llevada al cine, la danza y el teatro en numerosas ocasiones. Destaca la versión cinematográfica de 1981 dirigida por Carlos Saura, donde Antonio Gadés transformó la historia en un ballet flamenco de enorme impacto visual y emocional.
Más recientemente, en 2015, Paula Ortiz llevó la historia al cine con La novia, protagonizada por Inma Cuesta, demostrando que la pasión y la tragedia de Lorca siguen cautivando al público. En Buenos Aires, la obra teatral cobró especial importancia en 2022, cuando fue representada magistralmente en el Teatro San Martín, a cargo de Vivi Tellas, con un elenco encabezado por María Onetto.
Si bien Lorca fue censurado y perseguido en su tiempo, hoy su obra se estudia en escuelas y universidades, y sus versos siguen siendo citados y reinterpretados. En palabras de Ian Gibson, su principal bíografo: “Federico fue un poeta del pueblo y para el pueblo. Ahí radica su inmortalidad”.
Frases memorables de “Bodas de sangre”
♦ “Tierra seca, tierra ardiente, el campo mismo pide que la boda se retrase.”
♦ “Tienes la cara de tu madre cuando era novia. Eso es buena sangre.”
♦ “La sangre corría más fuerte que el agua.”
♦ “Porque yo quise olvidar y puse un muro de piedra entre tu casa y la mía.”
♦ “La vida es eso: un relámpago en la noche. La muerte nos deja sin voz.”
El legado de Federico García Lorca
♦ Nació en 1898 en Fuente Vaqueros, Granada.
♦ Fue una de las figuras más destacadas de la Generación del 27.
♦ Publicó obras como Romancero gitano, Yerma, Poeta en Nueva York y La casa de Bernarda Alba.
♦ Se exilió brevemente en Nueva York y Cuba antes de regresar a España.
♦ Fue fusilado en 1936, al inicio de la Guerra Civil española.
♦ Su obra sigue siendo una referencia fundamental en la literatura y el teatro universal.
A pesar de que el artículo en general está muy bien, pero a mi me parece que lo ha escrito una Inteligencia Artificial, de ellas es propia esa estructura tan esquemática y la repetición de algunas frases o conceptos. Y también es propio de las IAs cometer errores, uno de bulto como afirmar que la noticia del crimen apareció en el diario La Voz de Almería, que es un diario local actual para la provincia de Almería, provincia que en su día fue de las más progresistas, con una importante tradición masónica y con unos héroes libertarios relacionados con la masonería, Los Coloraos, pero que actualmente es una de las más derechistas y fascistas, donde comenzaron los primeros votos masivos al nuevo partido fascista Vox y desde siempre una plaza fuerte de la derechona española, por ejemplo fueron los únicos que votaron en contra, o no votaron a favor, del primer Estatuto de Autonomía de Andalucía, una especie de constitución regional española que durante la Transición Española o en los años 80’s equiparaba las leyes de la región de Andalucía con las regiones separatistas como son Euskadi o País Vasco y Catalunya, algo que no gusta nada a la derechona y los fascistas españoles. O, también, Almería actualmente es una provincia española con una de las rentas per cápita más bajas de España, lo que ya de por si es complicado, o la que siempre encabeza, por abajo, las estadísticas de lectura de libros y diarios, también algo muy complicado de conseguir en España.
La finca o cortijo donde ocurrieron los hechos reales en los que está basado Bodas de Sangre se encuentra en ruinas o abandonada a su suerte, o peor aun, con los pocos domingueros y turistas que lo conocen pasando por allí para robar de recuerdo cualquier cosa o ladrillo que vean. En el famoso libro de Federico García Lorca, la historia la adornó el autor en exceso, en realidad no eran dos jóvenes enamorados que se escapan con la típica venganza del novio cornudo, fue un suceso criminal que llegó a trascender en España por un artículo periodístico que leyó Lorca, un suceso muy adornado como era propio en la época. Al parecer, más bien todos los protagonistas eran incultos y feos, ella además coja, con una venganza sinsentido como las que se gastan actualmente por ejemplo algunos clanes gitanos españoles; aún así, el cortijo tendría un más que evidente cierto valor artístico, pero no tiene nada que ver con las típicas casas sencillas de los antiguos lugareños, que hasta no hace muchas décadas la gran mayoría eran pobres de solemnidad, mucho peor de lo que dicen las actuales paupérrimas estadísticas de renta per cápita de Almería. El cortijo tiene hasta una capilla o se parece más al cortijo de los fascistas de la famosa película española «Los santos inocentes», por sus características todo indica que pertenecía a un importante personaje, o puede que a un cacique de la zona ya que el que puede que fuese el gran cacique, a saber, ya que los almerianos no dicen o no saben ni donde tienen el pie derecho. El cortijo de Lorca sería un buen lugar para un museo temático que fomentase un turismo con más cultura, además de que Lorca es muy conocido en España, al menos entre los españoles demócratas, ya que fue asesinado por los paramilitares fascistas falangistas, los que actuaban en retaguardia contra la población civil. Aunque lo hicieran todo muy legal con «su» papeleo oficial, dijeron que asesinaron a Lorca por “rojo” y “maricón”.
Buscando en internet he encontrado un artículo online explicando o aclarando, por fin, lo que en realidad ocurrió. El cortijo fue un convento de la secta católica española de los franciscanos, de ahí su gran tamaño y que tenga una capilla. En el siglo XIX el cortijo acabó en manos de un rico local tras una ley del gobierno de entonces para la desamortización o expropiación forzosa de bienes de la Iglesia Católica, este rico provinciano a su vez cedió el cortijo a la familia protagonista del crimen de Bodas de Sangre, que serían aparceros, un contratado por el que el dueño de la tierra se la cede a un jornalero a cambio de dinero o de un porcentaje de los beneficios. Si bien esta familia también eran dueños de una pequeña parcela de tierra, de aquí el interés económico que había detrás del crimen, ya que habían concertado una boda entre primos para que las herencias de ambos familiares se quedase en la familia, aunque fuesen más bien pobres. Pero no tan pobres como la gran parte de la población española, y especialmente la provincia de Almería era de las más pobres. O también sería difícil descubrir a qué se dedicaban en ese cortijo, ya que se trata de una zona prácticamente desértica, donde apenas crece alguna planta aprovechable, o solo las que tuvieran los lugareños que las regasen cerca de algún pequeño pozo.
Ahora mismo es una de las zonas más turísticas de España, principalmente por la fama o la publicidad por ser una zona protegida, aunque semidesértica, por lo que en la época del crimen las playas estaban desiertas, por ejemplo los lugareños no querían parecer aun más pobre si se se bañaban al sol, y hasta no hará tantas décadas apenas se veían domingueros o turistas en las playas, mientras que ahora hay que pedir número y pagar entrada para poder acceder a las playas más famosas, de tanta gente buscando bañarse en las ahora famosas playas “vírgenes”. Por cierto, el Mediterráneo sigue siendo el mar más contaminado del planeta, es solo que algunas playas, incluyendo la vida marina, se ven favorecidas por la dirección de fuertes vientos que arrastran la porquería del agua, dejándolas sin los habituales restos de petróleo, plásticos, etc. y hasta los cadáveres de inmigrantes que acaban en otras playas que no cuenten con el favor del viento.
Actualmente, la provincia de Almería se ha hecho famosa internacionalmente, aunque sea una dudosa fama, por contar con la única construcción humana que es visible desde el espacio a simple vista, el denominado mar de plástico, miles y miles de invernaderos de hortalizas pegados unos a otros, sobre todo en la zona del Poniente de la provincia, con la central en el que hará unas pocas décadas era el pueblo de mala muerte de El Ejido y que ahora es prácticamente una ciudad, si bien a la zona del Levante también ha llegado esta fiebre del oro por el invernadero de tomate, incluyendo la zona protegida de Níjar donde se encuentra el cortijo de Bodas de Sangre, zona cada vez más presionada por el turismo, la agricultura intensiva, los intereses inmobiliarios, etc. o por los intereses económicos, que seguramente solo favorecen a los más pudientes, ya que Almería sigue siendo, a pesar de todo, una de las provincias con la renta per cápita más baja de España.
El boom de la agricultura intensiva ocurrió durante los años 70’s por uno de los grandes planes económico de los filonazis falangistas españoles para dar trabajo a las clases bajas, planes que acababan en estruendosos fracasos, o con unos pocos enriquecidos con el dinero público robado, pero en este caso tomó el testigo uno de los dos grandes terratenientes de Almería que dividió sus desérticas tierras sin ningún valor y también se encontraría con el regalo de la mucha agua que hacía falta, para vender invernaderos a los españoles que acudían en masa para hacerse ricos con los invernaderos de tomates.
Por otra parte, al contrario de lo que ocurre normalmente, en este caso los agricultores de Almería son el polo opuesto o nada que ver con los jornaleros de la Guerra Civil Española que se hicieron comunistas o anarquistas porque eran analfabetos sin tierra que trabajaban esclavizados para los terratenientes y señoritos españoles, España era el país con el mayor porcentaje de analfabetos de toda Europa, y contaba con las mayores o más esperpénticas diferencias económicas entre las numerosas clases sociales españolas, y aun sigue más o menos así. Por ejemplo, en España fueron señoritos aristócratas y grandes terratenientes los que más conspiraron contra las democracias, llegaron a financiar uno de los fallidos golpes de estado fascistas durante la Segunda República, la Sanjurjada, principalmente usando la excusa de que los gobiernos de izquierdas de la República prometieron a los agricultores pobres y analfabetos repartir tierras de los grandes terratenientes, o también las tierras de los no tan grandes, en principio tenían pensado ocupar temporalmente las tierras a partir de 10 hectáreas de regadío o 300 de secano para dárselas a los jornaleros sin tierra porque vivían como animales. Estos límites de hectáreas son cantidades de tierra relativamente pequeñas o por ejemplo una cantidad de alrededor de 10 hectáreas de invernaderos, invernaderos ya construidos no de tierra de regadío sin más, es la que pueden llegar a tener muchos fascistas almerianos ricos, o relativamente ricos comparados con la miseria que les rodea, sobre todo eran ricos durante los años de vacas gordas, si es que no se gastaron los dineros yendo de putas, en el juego, en borracheras o en las drogas de las muchas mafias que también hay por esta zona almeriense. En cualquier caso, incluso agricultores fascistas almerienses son una invención muy reciente, durante la dictadura la mayoría de las tierras pertenecían tan solo a dos grandes terratenientes, una gran parte de las tierras de lo que hoy es el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar pertenecía a una tal Francisca Díaz Torres, o su marido José González Montoya, a día de hoy agasajada por ser considerada la protectora del entorno natural. Mientras que el más importante terrateniente de la provincia fue un tal Agustín González Mozo, el de la zona del oeste o Poniente, hoy la plaza más fuerte de la derechona, la ultraderecha y el populismo racista, si bien es más conocida su corrupta empresa durante la Transición «Tierras de Almería» con la que dividió sus tierras desérticas sin ningún valor en pequeñas parcelas para el cultivo intensivo en invernaderos, es el artífice del comienzo del Mar de Plástico y el inventor de la urbanización de lujo Almerimar, donde viven los pocos que logran hacerse ricos, rodeados de campos de golf o hasta hace poco contaba con el puerto deportivo, que no de pesca, más grande de Europa. Ambos terratenientes ahora son agasajados por las autoridades y por su fiel chusma fascista.
A simple vista, actualmente Almería apenas se diferencia de cualquier otra ciudad de España, ni de las grandes capitales como Madrid, cuenta con prácticamente las mismas franquicias de tiendas, centros comerciales y comida rápida de marcas conocidas, seguramente la renta per cápita sea amortiguada por los muchos funcionarios españoles, que cobran lo mismo e igual de bien aunque residan en Almería, o también por la economía sumergida, o por los muchos militares que hay en Almería, también serían funcionarios, en el cuartel de Viator. Este cuartel es uno de los principales de España y donde también está uno de los cuarteles de los legionarios, los más machos ibéricos entre los machos militares españoles, y mira que es difícil. Los legionarios también tienen como una especie de pintoresca ideológica fascista, la basan en sus héroes, como son los más criminales fascistas africanistas, donde no falta Franco aunque las democracias no les permitan alabar al dictadorzuelo, o el energúmeno fascista Millán Astray que además fue su fundador, o el criminal de guerra fascista Queipo de Llano, puede que el peor de todos los criminales fascistas españoles, o de los antiguos españoles su gran referente es el aristócrata Juan de Austria, hijo ilegítimo de Carlos V, uno de los reyes «grandes» españoles de la dinastía alemana de los Austria, cuando España tenía un Imperio no como ahora que no pinta nada. Entre los numerosos crímenes lesa humanidad que cometieron los fascistas españoles durante la Guerra Civil, crímenes cometidos por los fascistas falangistas españoles y por los militares españoles, éstos encabezados por los Legionarios y los Regulares, que eran otros que aprendieron o sacaron a la luz sus instintos primitivos de sus crueldades copiadas de las que cometían contra ellos los moros en las Guerras de Marruecos, además en los desfiles los españoles de la derechona y los fascistas, que son los únicos que van a estos desfiles, también los señalan con el dedo a sus hijos. Que estos dos militares criminales de guerra fascistas españolas sean las grandes estrellas en los desfiles militares en las democracias de España no deja de ser esperpéntico.
En Almería hay uno de los principales cuarteles militares seguramente porque algún general español, mientras jugaba con sus soldaditos de plomo, visionó una invasión de los moros por Almería, una de las zonas que geográficamente está más cerca de los moros, siendo éstos el único y mínimo y muy improbable peligro militar que tiene España aparte de los compromisos por pertenecer a la OTAN, Unión Europea y la ONU.
Además, al ser Almería una provincia en gran parte semidesértica, los militares habrán descubierto que también se parece mucho al paisaje de los países del Magreb, o también se parece mucho a Israel, aunque en principio es muy complicado que los militares españoles entrenen para ir al Néguev a ayudar militarmente a Israel.
Una de las revelaciones más perturbadoras sobre españoles famosos que ahora gracias a internet también se pueden encontrar en España por medio de YouTube, es una entrevista e la que una conocida y antigua prostituta española, o catalana de Barcelona, afirma que el muy famoso pintor español Salvador Dalí era un multipervertido sexual, incluyendo bestialismo, y que todo esto y mucho más ocurría durante la dictadura fascista de Franco, cuando Dalí era muy famoso y los fascistas españoles le mimaban para darle fama a su España fascista, encima eran pinturas raras como las que siempre pintan los «rojos». Aunque en España no existen otra referencias sobre este asunto aparte del testimonio de esta prostituta, en principio no es de extrañar que Salvador Dalí fuese un multipervertido. Fue un español con mucha verborrea y también conocido por ser muy mercantilista y por su afición a los chanchullos o licencias artísticas por mor del dinero, como firmar lienzos en blanco para que sus ayudantes rellenasen o copiasen el cuadro. También pudo ser que los fascistas españoles elevasen a Dalí a la fama mundial para tratar de eliminar a los muchos artistas españoles «rojos», como Picasso, al que también ahora se le acusa de violencia psicológica contra las mujeres, o Miró, el pintor de los separatistas catalanes al que muchos de la derechona española y fascistas españoles llaman tonto.
Sí que a Dalí muchos le tildan de pederasta, si bien puede deberse a su afición por mencionar en público este término a modo de «gracietas» o de ocurrencias de artista, casi siempre o siempre refiriéndose con el término de pederasta a los «maricones», por ejemplo al recordar su encuentro intelectual con el director de cine «rojo» Buñuel y el poeta Federico García Lorca, el mismo que durante la Guerra Civil fue asesinado por los fascistas falangistas «por rojo maricón». El muy homófobo Buñuel llamaba pederasta a Lorca, copiando esta costumbre de la Iglesia Católica o de todos los extremistas cristianos en general, que no distinguen entre homosexuales y pederastas, para ellos son una misma cosa, a su vez Dalí declaró que rechazó convertirse en pederasta cuando Lorca se encaprichó de él, al parecer Dalí de joven pudo ser hasta atractivo para las mujeres, y, por tanto, también para los «maricones», a pesar de que luego le gustase mantener sexo con patos decapitados. Antiguamente, también la zoofilia o el bestialismo se denominaba sodomía, también debido a lo que inculcaban las diferentes sectas cristianas, ellas solo utilizaban el sexo para germinar a sus hembras o a sus menores de edad con las que se casaban.
El centralismo español en la gran capital Madrid no es el único modelo de negocio a seguir por los españoles, al menos hasta la llegada de la democracia de la Segunda República existió el denominado caciquismo, del que en España apenas existe información o es confusa, eran unas redes mafiosas clientelares aglomeradas en torno a una figura central denominada cacique. El cacique español era algo parecido a un mafioso italiano solo que a la española, es decir, era lo que parecía ser un resto del feudalismo medieval español con un Rey fascista que gobernaba sobre todos sus súbditos que residieran en una pequeña provincia o pueblo español. Aunque el Rey cacique español podía ser de izquierdas o de cualquier otra ideología, más bien no tenían una ideología definible, lo que tenían en común era que mandaban en el pueblo sin apenas necesitar ni de lanzar amenazas, ni siquiera de asesinar, ya que sus reglas o su red clientelar de lameculos, incluyendo a políticos, policías, jueces, etc. ya las conocían de sobra todos los del pueblo. El caciquismo español comenzó a aparecer en los pueblos y pequeñas ciudades provincianas hacia el siglo XIX, aunque a saber si no existía a perpetuidad en España, su éxito fue tal que rápidamente se extendió a todas las ciudades españolas y a las grandes capitales, también a la gran capital Madrid. En cada provincia existía un gran cacique jefecillo, cada uno podía tener su ideología, por llamarlo de alguna manera, si bien entre todos los caciques actuaban en colusión en asuntos de altura como decidir los resultados de las elecciones para el gobierno de España. El caciquismo es uno de esos hechos de la Historia de España más desconocidos, eso a pesar del más que evidente tirón mediático que tendrían sus historietas, aunque fuesen inventadas, como ocurre con las películas americanas de mafias. Durante los años de esplendor del caciquismo español en España no toda la chusma tenía derecho a voto, solo votaba una minoría de los que estaban registrados en el censo, un filtro administrativo o de control que descartaba a la clases bajas, además de a todas las mujeres que aun no tenían derecho a voto, así es como era más sencillo controlar lo que votaba cada uno o lo que decía el amo cacique, quizás a cambio del favor de obtener un puesto de trabajo o un ascenso. Se dice que los caciques en muy pocas ocasiones necesitaban llegar tan lejos como el asesinato, era más que suficiente con el control que ejercían con el uso de los puestos del poder para eliminar a sus enemigos o a los críticos, además todo por medios “legales” , igual algunos hasta tenían algún pintoresco “reparo” ético, por llamarlo de alguna manera, cara a la prensa o a la Historia oficial. La única información que tienen los españoles actuales sobre el caciquismo español son las menciones que se hacen del término en los medios muy de cuando en cuando, ya cada vez menos, normalmente por parte de algún político o en un titular tendencioso de periódico para criticar la política del partido de la oposición de turno. Lo más parecido, por no decir lo único, fue un capítulo de una serie de televisión con más años que Matusalén, “El crimen de Don Benito“, episodio de la serie “La huella del crimen” basada en hechos reales, cuando el hijo de un cacique español asesinó a una joven de 18 años y a su madre. En el capítulo de la serie las presiones de los comunistas, putas y un tontillo que fue testigo, personaje que interpreta Gabino Diego, impiden los tejemanejes habituales del clan familiar de los caciques del pueblo, siendo finalmente ajusticiados los dos familiares asesinos del cacique. Por cierto, resulta un tanto pintoresco que un pueblucho de mala muerte, que apenas aparenta tener más de 3.000-5.000 habitantes, tenga tantas putas y hasta un grupo organizado de comunistas con amaneramientos de terroristas. Este cacique que aparecía en la serie de televisión es una especie de gran político con ademanes de machote ibérico español, hablando siempre como de compadreo hasta con sus enemigos de la chusma, incluídos los comunistas y las putas que se le manifestaban exigiéndole justicia, aunque todos estos inmediatamente se volvían sumisos y callaban obedeciendo al oír un rebuzno del cacique. Si bien, la serie es un tanto fantasiosa, en realidad los hechos fueron incluso peores: dos caciques del clan asesinaron a la madre y violaron antes de asesinar a la joven, luego los jueces españoles habían culpado a dos inocentes, uno de ellos un médico oftalmólogo, que igual era judío o masón porque en aquellos años todavía no habían ocurrido las purgas fascistas entre los médicos ni los asesinatos de judeomasones por parte de los fascistas golpistas de Franco. A los dos detenidos los torturaron durante 44 días, hasta que el único testigo confesó, muy acojonado como es lógico, pero no confesó por ética, ni siquiera por tontillo como ocurre con el personaje de Gabino Diego, si no porque quiso cobrar una recompensa que supuestamente ofreció un familiar de uno de los torturados, el oftalmólogo, seguramente el donante también estaba muy acojonado y por eso no se sabe bien quién pudo ser. No se termina de entender el por qué, pero al final la clientelar sociedad del pueblo formada por la corrupta policía española, jueces, políticos y pueblerinos se decidieron por salvar a los inocentes y ajusticiar a los dos caciques violadores y asesinos, cuando todo apuntaba que lo más lógico hubiera sido que los inocentes confesasen mediante las torturas policiales, que los caciques asesinos siguieran a lo suyo, tan panchos, sin que nadie dijera nada, y que el único testigo siguiera el resto de su vida acojonado y callado.
En España de cuando en cuando se reunían todos los grandes caciques provinciales para decidir los políticos ganadores en las próximas elecciones. Acabar con el caciquismo fue uno de los logros de la democracia de la Segunda República, para esto al parecer ofrecieron a los caciques opciones alternativas como la de tener un puesto político, se dice que uno de estos caciques reciclados fue el líder del Partido Republicano Radical, Alejandro Lerroux, un más que pintoresco político que estuvo dando bandazos ideológicos, primero fue casi nacionalista o regionalista de izquierdas catalán, luego apoyó al bando de los golpistas fascistas durante la Guerra Civil, y finalmente se volvió crítico con los fascistas y filonazis españolas. Otra información que ha trascendido es que hubo caciques de izquierdas y de derechas, o algo así, por ejemplo el padre del poeta Federico García Lorca habría sido un cacique de izquierdas, o de los que desde su privilegiada posición de poder trataba de ayudar a los españoles de las clases bajas, sin embargo durante la Segunda República su poder estaría desactivado o no pudo evitar que los criminales fascistas falangistas asesinasen a su hijo, “por rojo maricón”.
El centralismo español en la gran capital Madrid no es el único modelo de negocio a seguir por los españoles, al menos hasta la llegada de la democracia de la Segunda República existió el denominado caciquismo, del que en España apenas existe información o es confusa, eran unas redes mafiosas clientelares aglomeradas en torno a una figura central denominada cacique. El cacique español era algo parecido a un mafioso italiano solo que a la española, es decir, era lo que parecía ser un resto del feudalismo medieval español con un Rey fascista que gobernaba sobre todos sus súbditos que residieran en una pequeña provincia o pueblo español. Aunque el Rey cacique español podía ser de izquierdas o de cualquier otra ideología, más bien no tenían una ideología definible, lo que tenían en común era que mandaban en el pueblo sin apenas necesitar ni de lanzar amenazas, ni siquiera de asesinar, ya que sus reglas o su red clientelar de lameculos, incluyendo a políticos, policías, jueces, etc. ya las conocían de sobra todos los del pueblo. El caciquismo español comenzó a aparecer en los pueblos y pequeñas ciudades provincianas hacia el siglo XIX, aunque a saber si no existía a perpetuidad en España, su éxito fue tal que rápidamente se extendió a todas las ciudades españolas y a las grandes capitales, también a la gran capital Madrid. En cada provincia existía un gran cacique jefecillo, cada uno podía tener su ideología, por llamarlo de alguna manera, si bien entre todos los caciques actuaban en colusión en asuntos de altura como decidir los resultados de las elecciones para el gobierno de España. El caciquismo es uno de esos hechos de la Historia de España más desconocidos, eso a pesar del más que evidente tirón mediático que tendrían sus historietas, aunque fuesen inventadas, como ocurre con las películas americanas de mafias. Durante los años de esplendor del caciquismo español en España no toda la chusma tenía derecho a voto, solo votaba una minoría de los que estaban registrados en el censo, un filtro administrativo o de control que descartaba a la clases bajas, además de a todas las mujeres que aun no tenían derecho a voto, así es como era más sencillo controlar lo que votaba cada uno o lo que decía el amo cacique, quizás a cambio del favor de obtener un puesto de trabajo o un ascenso. Se dice que los caciques en muy pocas ocasiones necesitaban llegar tan lejos como el asesinato, era más que suficiente con el control que ejercían con el uso de los puestos del poder para eliminar a sus enemigos o a los críticos, además todo por medios “legales” , igual algunos hasta tenían algún pintoresco “reparo” ético, por llamarlo de alguna manera, cara a la prensa o a la Historia oficial.
La única información que tienen los españoles actuales sobre el caciquismo español son las menciones que se hacen del término en los medios muy de cuando en cuando, ya cada vez menos, normalmente por parte de algún político o en un titular tendencioso de periódico para criticar la política del partido de la oposición de turno. Lo más parecido, por no decir lo único, fue un capítulo de una serie de televisión con más años que Matusalén, “El crimen de Don Benito“, episodio de la serie “La huella del crimen” basada en hechos reales, cuando el hijo de un cacique español asesinó a una joven de 18 años y a su madre. En el capítulo de la serie las presiones de los comunistas, putas y un tontillo que fue testigo, personaje que interpreta Gabino Diego, impiden los tejemanejes habituales del clan familiar de los caciques del pueblo, siendo finalmente ajusticiados los dos familiares asesinos del cacique. Por cierto, resulta un tanto pintoresco que un pueblucho de mala muerte, que apenas aparenta tener más de 3.000-5.000 habitantes, tenga tantas putas y hasta un grupo organizado de comunistas con amaneramientos de terroristas. Este cacique que aparecía en la serie de televisión es una especie de gran político con ademanes de machote ibérico español, hablando siempre como de compadreo hasta con sus enemigos de la chusma, incluídos los comunistas y las putas que se le manifestaban exigiéndole justicia, aunque todos estos inmediatamente se volvían sumisos y callaban obedeciendo al oír un rebuzno del cacique. Si bien, la serie es un tanto fantasiosa, en realidad los hechos fueron incluso peores: dos caciques del clan asesinaron a la madre y violaron antes de asesinar a la joven, luego los jueces españoles habían culpado a dos inocentes, uno de ellos un médico oftalmólogo, que igual era judío o masón porque en aquellos años todavía no habían ocurrido las purgas fascistas entre los médicos ni los asesinatos de judeomasones por parte de los fascistas golpistas de Franco. A los dos detenidos los torturaron durante 44 días, hasta que el único testigo confesó, muy acojonado como es lógico, pero no confesó por ética, ni siquiera por tontillo como ocurre con el personaje de Gabino Diego, si no porque quiso cobrar una recompensa que supuestamente ofreció un familiar de uno de los torturados, el oftalmólogo, seguramente el donante también estaba muy acojonado y por eso no se sabe bien quién pudo ser. No se termina de entender el por qué, pero al final la clientelar sociedad del pueblo formada por la corrupta policía española, jueces, políticos y pueblerinos se decidieron por salvar a los inocentes y ajusticiar a los dos caciques violadores y asesinos, cuando todo apuntaba que lo más lógico hubiera sido que los inocentes confesasen mediante las torturas policiales, que los caciques asesinos siguieran a lo suyo, tan panchos, sin que nadie dijera nada, y que el único testigo siguiera el resto de su vida acojonado y callado.
En España de cuando en cuando se reunían todos los grandes caciques provinciales para decidir los políticos ganadores en las próximas elecciones. Acabar con el caciquismo fue uno de los logros de la democracia de la Segunda República, para esto al parecer ofrecieron a los caciques opciones alternativas como la de tener un puesto político, se dice que uno de estos caciques reciclados fue el líder del Partido Republicano Radical, Alejandro Lerroux, un más que pintoresco político que estuvo dando bandazos ideológicos, primero fue casi nacionalista o regionalista de izquierdas catalán, luego apoyó al bando de los golpistas fascistas durante la Guerra Civil, y finalmente se volvió crítico con los fascistas y filonazis españolas. Otra información que ha trascendido es que hubo caciques de izquierdas y de derechas, o algo así, por ejemplo el padre del poeta Federico García Lorca habría sido un cacique de izquierdas, o de los que desde su privilegiada posición de poder trataba de ayudar a los españoles de las clases bajas, sin embargo durante la Segunda República su poder estaría desactivado o no pudo evitar que los criminales fascistas falangistas asesinasen a su hijo, “por rojo maricón”.
Actualmente en España no quedaría nada del antiguo caciquismo español, si bien algunos personajes mantienen las mismas formas o de cuando en cuando aparecen noticias o escándalos con sospechosas similitudes con el supuestamente desaparecido caciquismo español, como los grandes escándalos de corrupción en la Marbella de Jesús Gil, o el gran escándalo de corrupción de la derechona española de la Gürtel en Madrid y Valencia, el gran caso de corrupción de El Ejido en la fascista Almería, las amenazas de muerte e intento de agresión a la familia del periodista Chema Gil en la muy corrupta, derechista y fascista región de Murcia, el escándalo de la derechona de las escuchas del caso Naseiro relacionadas con el narcotráfico de cocaína, etc. Todos son grandes escándalos que aparecieron en prensa, sí, pero en los que ocurrieron amenazas de muerte a los testigos, o robo de pruebas incluso en los mismos juzgados, o sentencias judiciales increíbles, etc., y la mayoría de los españoles ven todo esto hasta con normalidad, o quizás lo quieran solucionar los nuevos fascistas de Vox.