El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que frenará temporalmente la tramitación de la polémica reforma judicial. Con esto, Bibi buscará llegar a un consenso con la oposición, ante las mayores protestas de la historia de Israel.
“Por responsabilidad nacional, decidí suspender la segunda y tercera lectura de la ley (de elección de jueces) en esta sesión de la Knéset (Parlamento) para dar tiempo a tratar de llegar a un acuerdo amplio, en preparación para la legislación durante la próxima sesión parlamentaria”, declaró en un mensaje televisado.
Netanyahu dijo que es consciente de las crecientes tensiones en la sociedad israelí y de la voluntad de resolverlas, pero afirma que hay una “minoría extremista” que está “desgarrando a Israel”. En esa misma línea, exigió que se detengan las crecientes negativas a servir en las fuerzas de reserva de las FDI.
El primer ministro aseguró que ha pedido repetidamente el diálogo sobre el plan de revisión y señaló que “no debe haber una guerra civil”, ya que hay una crisis grave en la sociedad israelí.
“Cuando hay una opción para evitar la guerra civil a través del diálogo, tomo un tiempo para el diálogo”, dijo, y agregó que “por responsabilidad nacional”, está retrasando las lecturas finales del proyecto de ley.
Netanyahu aseguró que “la mayoría” de sus aliados de la coalición apoyan la medida, y enfatizó que la reforma terminará siendo aprobada de una forma u otra. Así, el líder del Likud no abandona por completo el proyecto, que espera salga adelante en los próximos meses.
El sindicato Histadrut suspendió las protestas previstas para mañana, a raíz del anuncio. Sin embargo, los organizadores de la protesta contra la reforma dicen que mantendrán las manifestaciones hasta que el plan se elimine por completo.