El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ordenó aplicar “inmediatamente” la prohibición contra la cuestionada agencia de Naciones Unidas, dedicada pura y exclusivamente a los refugiados palestinos (UNRWA), emitida por el Gobierno de Jerusalén.
El resto de los refugiados del mundo (actualmente 32 millones) están bajo el mandato de ACNUR, también una agencia de las Naciones Unidas.
Netanyahu “ha ordenado que la ley de la UNRWA, que fue aprobada por la Knesset (el Parlamento) con un amplio apoyo, se aplique inmediatamente”, afirmó la Oficina del Primer Ministro en la red social X.
Según el comunicado, “no hay restricciones” a la aplicación de la orden de Netanyahu.
Israel prohibió el pasado 30 de enero a UNRWA seguir operando en su territorio, incluido en la parte oriental de Jerusalén, anexada en 1980. Sin embargo, hasta ahora sus colegios, clínicas y centros de formación siguen abiertos con relativa normalidad.
Además de la prohibición, el Parlamento estableció además una ‘ley de no contacto’ que impide a cualquier agencia gubernamental cooperar con la UNRWA, por lo que más de medio centenar de trabajadores extranjeros no pudieron renovar sus visados.
En Gaza, donde mantienen a unos 7.000 trabajadores, les es imposible coordinar sus movimientos con el COGAT (Coordinador de las Actividades del Gobierno en los Territorios), una unidad del Ministerio de Defensa encargada de asuntos civiles en Judea y Samaria (Cisjordania) y Gaza.
Las autoridades israelíes han denunciado que empleados de la UNRWA pertenecen al grupo terrorista islámico palestino Hamás, y la agencia ha sido acusada de perpetuar la cuestión de los refugiados al trasladar automáticamente ese estatus a sus descendientes (algo que no ocurre con ACNUR).
El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió el pasado 4 de febrero congelar los fondos para la UNRWA, a la que instó a “poner en orden sus asuntos”.
Agencias colaboraron con este artículo de Aurora