Netanyahu: “Ese castillo de naipes se derrumbará»

Benjamín Netanyahu Foto: GPO Amos Ben Gershom vía Flickr

«Seguiré sirviendo como primer ministro muchos, muchos años», declaró el jefe del Gobierno, Benjamín Netanyahu, horas después de que la Fiscalía General anunciase hoy que le imputará en tres casos de corrupción, y prometió que probará que todas las acusaciones son falsas.

En una intervención televisada, el conocido como «Bibi» aseguró que «todas estas acusaciones van a colapsar, estoy 400 por cien seguro», y aseguró que va a seguir «sirviendo como primer ministro muchos, muchos años», pese a lo que denominó una «caza de brujas» contra él.

Defendió los logros de su Gobierno durante la última década, así como su «conexión única con los líderes del mundo libre», algo que «no se puede dar por hecho» y que él ha «cultivado durante años».

«Las políticas que estoy llevando a cabo están conduciendo al Estado de Israel a su mejor década en seguridad, en economía, en todos los campos. Hemos convertido a Israel en una potencia mundial creciente y lo hemos hecho reteniendo nuestra fuerza», dijo, y añadió que, ante tales logros, la izquierda sabe que le es imposible ganar unas elecciones.

Por eso ha ejercido «mucha presión» sobre un fiscal general «débil», «a pesar de que esté clara» su inocencia y de que sepan que «este castillo de naipes va a disiparse tras las elecciones».

Considera indignante que «por primera vez en la historia de Israel se vaya a iniciar una audiencia (vista) semanas, días antes de unas elecciones», y cree que todo el mundo puede ver que es «una estrategia para inundar al público» con tramas acusatorias ridículas sin darle la posibilidad de demostrar su falsedad.

Aunque expresó su confianza en la ciudadanía y, en especial, en los votantes de su partido, el Likud, señaló que basta con que esta estratagema «influya en una minoría para que gane la izquierda».

Visiblemente enfadado, aunque tranquilo, mencionó casos contra políticos en el pasado en los que las imputaciones se cerraron sin condena.

«Acabaron en nada, porque no había nada. Como no hay nada en mi caso», dijo, y denunció el «libelo de sangre» contra él y su familia, y la «persecución» durante tres años de su hijo y su esposa, que les ha hecho «atravesar un infierno».

Esta comenzó, recordó, con seis casos de corrupción contra él, «de los que ya cinco han colapsado».

«Puedo prometerles que el resto de acusaciones se evaporarán cuando pueda confrontar los testimonios de testigos del Estado», a los que, acusó, la Fiscalía les da a elegir entre testificar contra él o ir a prisión.

«Todas mis decisiones y todas mis actividades se hicieron legalmente; todos esto es falso, falsos, grandes libelos de sangre. Todo político», lamentó, y resaltó lo absurdo de convertir una buena cobertura en los medios en un asunto criminal.

«No hablan de dinero, ni de sobres, ni de efectivo, hablan de unos pocos artículos positivos en (el portal digital) Walla y un océano de artículos en mi contra», dijo.

«Una cosa está muy clara: hay reglas electorales para todos, pero hay reglas especiales para Netanyahu y Likud», afirmó, y se comprometió a seguir siendo primer ministro.

«Dependerá de ustedes. No de los funcionarios. No de los estudios de televisión y los tertulianos. Solo de ustedes. No dejen que esta caza de brujas los confunda», instó a la población. EFE

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