Con los números de crímenes al interior de la comunidad árabe en aumento, el primer ministro Naftalí Bennett avanzó con un plan para combatirlo. El anuncio se dio durante la inauguración de una unidad policial dedicada a «restaurar la seguridad» en las localidades árabes.
El primer ministro apuntó que los árabes «constituyen el 20% de la población de Israel y el 60% del crimen. Esta situación es intolerable y vamos a acabar con ella”.
En los últimos años, los árabes israelíes han experimentado un aumento de las tasas de violencia en sus comunidades. El nuevo gobierno, que incluye por primera vez por partidos árabes, asegura estar buscando una respuesta al asunto.
El jefe de la policía nacional, Kobi Shabtay, estuvo presente durante el acto. “Hoy, estamos estableciendo una división dedicada, la división Seif, cuyo propósito rector es frustrar el crimen en las comunidades árabes israelíes y restaurar la seguridad en las calles”, anunció.
Según Shabtay, la unidad está concluyendo su primera operación dedicada a controlar el tráfico ilegal de armas. Participaron alrededor de 1.000 agentes y se arrestó a unos 41 sospechosos.
Según un informe de la Knéset, en Israel circulaban para 2020 unas 400.000 armas ilegales, la gran mayoría en comunidades árabes.
La división Seif tiene un antecedente. En 2017, se creó una unidad similar para mediar entre la policía y la comunidad árabe. Esta vez, desde la policía prometen un mayor vínculo y mejores resultados.