En el museo de Arte Islámico de Jerusalén se inauguró una fascinante exposición titulada “Fabricación de joyas: pasado y presente” (Jewelry Making: Past & Present) que presenta un diálogo entre la cultura, la religión, el pasado y el presente, en una línea de tiempo de alrededor de un milenio.
El director del museo Nadim Sheiban declara que “junto a la colección permanente del museo, esta exposición muestra una rica vista de la joyería y artefactos islámicos que datan del siglo VII, así como las interpretaciones contemporáneas de 45 artistas y joyeros israelíes”.
La gama de trabajos ofrece una amplia perspectiva sobre el lenguaje artístico, los materiales y las técnicas utilizadas por los diferentes fabricantes de joyas. La muestra se podrá visitar hasta el 16 de noviembre de 2019.
La curadora Dra. Iris Fishof declara “La fabricación de joyas es un lenguaje en el que el vocabulario se compone de diferentes metales, piedras preciosas y materiales nuevos y contemporáneos. Todos se combinan en un número infinito de formas, como palabras que se unen para formar oraciones”.
Agrega que la exposición está dividida en secciones y la primera presenta obras de joyería asociadas con las tres principales religiones monoteístas del mundo, y que fueron diseñadas para ser utilizadas con fines de culto o rituales. En la parte islámica encontramos una colección de joyas raras asociadas al museo, que incluyen joyas y artículos de joyería creados en los últimos 1,000 años.
La muestra cristiana presenta una primera y única oportunidad para ver una selección de vasijas sagradas de plata y oro de siglos de antigüedad, de la colección de la Orden Franciscana en Jerusalén.
Los objetos que fueron creados para propósitos rituales cristianos, son regalos de varias naciones cristianas de Europa enviados a los franciscanos para ayudarlos a mantener los lugares santos cristianos en la Tierra de Israel. Hay objetos hechos en España, Portugal, Nápoles y Sicilia, así como en el Imperio austrohúngaro entre los siglos XVI y XIX.
La muestra judía incluye una selección de vasijas y amuletos sagrados de judaica de los países islámicos y artículos de la colección de la familia Gross. Estos artículos reflejan el estilo de la cultura en que vivían los judíos en estos países y expresaban un lenguaje similar al arte popular que sirve a los creyentes judíos e islámicos por igual.
La segunda sección de la exposición se dedica a la fabricación de joyas contemporáneas. El museo encargó a 45 fabricantes de joyas locales que realizaran trabajos inspirados en la colección de joyas islámicas del museo y que se refirieran a un elemento, motivo, forma o significado específico. Las obras resultantes no forman parte de la joyería tradicional pero abordan el contenido que se refiere al lugar en que vivimos.
Las nuevas obras se exponen junto con la colección del museo en una confluencia que genera un diálogo intrigante entre pasado y presente, tradición y cambio.
En la tercera sección se hallan joyas que pertenecieron a la fallecida cantante Ofra Haza, son artículos tradicionales de la joyería judía yemenita hecha específicamente para ella por Benzion David, descendiente de la octava generación de fabricantes de joyas de Najran en el norte de Yemen.
La exposición también incluye joyas hechas por los fabricantes de joyas beduinos Hussein Awad y su hijo Mansour, de la tribu Jabalia. Viven debajo de la calle Monasterio de Catalina en la península del Sinaí.
La incidencia de los joyeros de esta tribu es excepcional. Las joyas beduinas en el Sinaí fueron compradas principalmente en la península de Arabia Saudita por peregrinos que regresaban de La Meca.