El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, pidió al presidente sirio, Bashar Al Assad, que «se deshaga» de Irán en su país, tras la escalada militar en el norte de Siria.
«Deshazte de los iraníes. Deshazte de Qasem Soleimaní (jefe de las Fuerzas de Al Quds) y de las Fuerzas Al Quds (unidad de élite de los Guardianes de la Revolución de Irán). No ayudan, solo te hacen daño», dijo en un recorrido por las poblaciones del norte de Israel, junto a la vecina siria.
Irán, junto a Rusia, ha dado apoyo al régimen de Damasco en el conflicto interno que vive el país desde 2011 y el Gobierno israelí ha aumentado sus advertencias sobre la consolidación de la influencia iraní cerca de su territorio, a medida que las fuerzas gubernamentales han ido ganando terreno.
Ayer, Irán e Israel protagonizaron una escalada militar cuando el Ejército israelí lanzó una operación de gran envergadura contra objetivos iraníes en Siria, en respuesta al lanzamiento de misiles hacia los Altos del Golán, del que responsabilizó a Irán.
El Ministerio de Exteriores iraní condenó los bombardeos que calificó de «un acto de agresión» basado en pretextos «sin fundamento» y acusó a Israel y a EEUU de perpetrar estos ataques para «compensar las fuertes derrotas sufridas por los mismos terroristas que ellos crearon e inclinar la balanza a su favor».
El Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) mostró imágenes aéreas de complejos logísticos y militares iraníes que bombardeó ayer en las inmediaciones de Damasco, y que asegura son emplazamientos en el país vecino de las Fuerza Al Quds.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, advirtió a Irán de que ha traspasado una «línea roja» y que no permitirá que «se atrinchere militarmente en Siria». EFE y Aurora