La tercera marcha consecutiva contra la corrupción denominada “Marcha de la Vergüenza que se celebró el día sábado en el boulevard Rothschild, se produjo un día después de que el primer ministro Biniamín Netanyahu fuera cuestionado por los investigadores del escuadrón de fraude por séptima vez en su residencia oficial de Jerusalén. Netanyahu fue interrogado “bajo caución”, lo que significa que es sospechoso de haber cometido un delito. Con lemas como “¡Netanyahu a la cárcel!”, cientos de personas también marcharon en Haifa, Rosh Pina y Afula.
Los manifestantes muestran todo su enojo a raíz del nuevo proyecto de ley que podría evitar que la policía publicitara recomendaciones sobre determinadas acusaciones. Se cree que el controvertido proyecto de ley fue redactado para proteger a Biniamín Netanyahu que actualmente se encuentra bajo investigación en dos escándalos de corrupción de alto perfil y mantener al público a oscuras sobre la información que la investigación levante.
La primera investigación involucra acusaciones sobre la aceptación de generosos obsequios al Primer Ministro y su familia por parte de adinerados empresarios, llamado “Caso 1000”. El multimillonario australiano Jame Packer, testificó que entregó presentes a Biniamín Netanyahu, según las solicitudes del primer ministro y del magnate cinematográfico Arnon Milchan.
La segunda investigación es acerca de las alegaciones sobre la negociación de un acuerdo con el dueño de un periódico para obtener una cobertura personal más favorable, denominado “Caso 2000”.
Un día después de la primera marcha y debido a las presiones públicas, Netanyahu anunció que le solicitó a sus abogados que diseñaran un nuevo proyecto de ley que no tenga relevancia sobre casos precedentes, que deje afuera las investigaciones en curso contra su persona.