La canciller alemana, Angela Merkel, ratificó ante el primer ministro, Biniam[in Netanyahu, que su país sigue vinculado al acuerdo nuclear con Teherán y que su propósito es no retirarse del mismo, aunque mostró comprensión de la «preocupación» de Israel por las actividades iraníes en la región.
«Estamos de acuerdo en la necesidad de apremiar a Irán a restringir sus acciones en la región», afirmó Merkel en una comparecencia conjunta con Netanyahu, para destacar la importancia que Alemania da a las relaciones con Israel «por encima de nuestras diferencias».
«Alemania condena con la mayor severidad todo ataque a Israel», dijo la canciller, y añadió que, pese a la gravedad de las amenazas de Teherán, también se plantea «cuál es la mejor manera de impedir que Irán llegue a tener armas nucleares», lo que según la canciller pasa por mantener en pie el acuerdo alcanzado con ese país.
A este respecto, Netanyahu reiteró su compromiso a impedir que Teherán adquiera la bomba nuclear, su apoyo a que se mantengan las sanciones económicas a Irán y alertó del «peligro» de las actividades desestabilizadoras de ese país en la región.
«Es importante evitar que Irán consiga armas nucleares. Me comprometo a que eso no suceda», manifestó Netanyahu, alertando que la clave está en cortar el grifo de la financiación, para lo que es preciso mantener la «presión económica» y acabar con el acuerdo nuclear.
El primer ministro subrayó que es «bastante extraordinario» que Irán siga buscando explícitamente la «destrucción» de Israel y tratando de fabricar una bomba nuclear, según la información que, dijo, ha obtenido la inteligencia israelí.
Además, criticó que Teherán mantenga sus «agresiones» en la región, como en Siria, el Yemen y el Líbano, y particularmente los avances de su ejército en territorio sirio, en dirección a la frontera israelí.
Netanyahu denunció que el objetivo iraní es formar unas milicias chiíes de hasta 80.000 miembros -cuando en la actualidad suman ya unos 18.000, según estimaciones israelíes- para una «campaña religiosa» en territorios de mayoría suní y llevar a cabo una «nueva guerra religiosa».
Esto tendrá como «consecuencia», alertó, «más refugiados» que huirán a Europa.
El primer ministro reiteró que a su juicio el acuerdo nuclear con Irán proporciona al régimen en Teherán una «capacidad ilimitada» para enriquecer uranio y tampoco afronta los problemas del programa balístico.
Preguntada sobre un eventual reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, Merkel respondió que Alemania sigue comprometida con una «solución basada en la fórmula de dos Estados».
La canciller anunció, asimismo, la celebración en Israel el 4 de octubre de las próximas consultas bilaterales después de que la ronda correspondiente al año pasado quedara postergada por disensos bilaterales. EFE y Aurora