Marco Wolff, hijo del exarquero y político argentino Waldo, está viviendo un sueño que se le volvió realidad. Sin lugar a duda, confirmándolo desde sus palabras, la mejor temporada de su carrera.
Con 26 años, charló con AURORA sobre el ascenso conseguido a la primera división israelí con Macabi Petah Tikva y lo que se le viene en su carrera como futbolista profesional.
“La sensación de haber cumplido el objetivo que te planteaste es lindo. El objetivo del equipo era ascender y, siendo campeón, mucho mejor”. De esta manera, se presenta quien dejó Argentina en 2021 para seguir su camino en el deporte de alto rendimiento y, con el paso del tiempo, está dando frutos.
En referencia a su padre, Marco aclara: “Estoy tratando de seguir el camino de mi papá, estar en Israel es darle continuidad al camino que el empezó”. Y en base a lo que significa defender el arco de Petah Tikva, agrega: “Macabi Petah Tikva es un equipo muy importante en el país porque de los últimos 50 años, estuvo 47 años en primera división y el presidente nos decía que debíamos volver a la máxima categoría”.
Por otro lado, el ex arquero de Tigre manifiesta su idea es continuar en las final del club recientemente ascendido: “Tengo contrato con Maccabi una temporada más, me tengo que sentar a charlar con el club para ver lo que quieren, pero mi idea y la del club es seguir juntos”.
En relación con la gloriosa e inolvidable jornada vivida, Wolff recuerda: “El día del ascenso vino mucha gente, tengo amigos, conocidos, vino mi novia. El partido fue en Tel Aviv, donde vivo, y todos pudieron ir caminando. Fue un partido en el que toqué la pelota una vez, fue bastante aburrido porque ganamos 7-0 y ya iba 4-0 en los primeros 15 minutos”.
Dándole continuidad al puesto de la familia, tal como lo hizo su padre, el joven de 26 años comenta que el arquero “es un puesto muy ingrato, pero para mí es muy gratificante: festejamos lo que otros se lamentan y, con los años, le tomamos el gusto”. Y amplía: “Vemos el éxito de manera diferente. Para los arqueros, es más increíble ganar 1-0 que 6-1. Ser espectador de lujo es divino y el el ascenso ya estaba listo en un 99% a los 15 minutos”.
Por otra parte, en cuanto al tema de la comunicación con sus compañeros de equipo dentro del campo, quien debutara con el “Matador” en Copa Libertadores ante Bolívar en La Paz dice: “Hablo en inglés con la mayoría y hablo un hebreo muy rudimentario, pero entiendo todo, me hago entender y me manejo bastante bien”.
Su carrera contó con muchos vaivenes, como la de cualquier otro colega, y más en un puesto especial como es el arco. Pero Marco transmite confianza personal al hablar y así lo refleja: “Al Marco Wolff de antes le diría que tenga paciencia, que las cosas llegan: esperé más de lo que me hubiese gustado. Hace muchos años estaba esperando agarrar el arco de un equipo y esta temporada lo logré”.
“Hoy mi cabeza está puesta en Israel, tengo mi lugar y mi vida acá, mi objetivo a corto plazo es afianzarme en primera división”. Claro como el agua, el argentino tiene las cosas muy claras y también un sueño pendiente: “El objetivo de Champions League es lejano, no imposible: hay que salir campeón de Israel, solamente salen 2 o 3 equipos en los últimos 10 años siendo siempre los mismos. El cupo de Israel no es directo, hay que sortear un par de llaves previas”.
Buena suerte muchacho, siempre hay que pensar que lo mejor está por llegar.