El 18 de junio, una persona escribió la frase “Genocidio en Gaza” sobre una fotografía de un niño sobreviviente del Holocausto en el Centro del Holocausto para la Humanidad en Seattle.
Luego del incidente, la Policía de Seattle informó que calificó el hecho como “de sesgo no criminal motivado por ideología política”. Los principales argumentos detrás de la decisión fueron que el mensaje había sido escrito con un bolígrafo y eliminado sin causar daños.
A partir de la decisión de las autoridades policiales, un grupo de siete museos del Holocausto en Estados Unidos emitió una declaración conjunta condenando el acto de vandalismo como “abiertamente antisemita”. Además del centro de Seattle, los otros siete museos fueron los tres grandes centros del Holocausto en Los Ángeles, Chicago, Detroit, el Cincinnatidel Patrimonio Judío en Nueva York y el Museo del Holocausto de Florida en St. Petersburg.
La declaración expresaba que “el chivo expiatorio sin sentido de los judíos no comenzó ni terminó con el Holocausto. Ha estado ocurriendo durante miles de años, y aunque el pretexto pueda cambiar, la motivación antisemita es la misma”.