“No sé apartará el cetro de Yehudá, ni legislador de entre sus pies, hasta que venga Shiló; y suya será la asamblea de naciones”.
Génesis 49-10
Bendiciones, amonestaciones, y profecías.
En verdad, y como todo en la Torá, las palabras de despedida de Yaakov para con sus hijos (en la parashá Vayejí), siempre dejan puntos donde volver a tallar.
Y los exégetas consideran que la palabra Shiló alude al Mashiaj o Mesías que por su intermedio D’os salvará definitivamente a todo el pueblo judío.
¿Dolores de parto?
Si todo esto, que estamos viendo en particular desde el 7-10, no son los prolegómenos o sucesos que anteceden a la llegada de aquel que fue aguardado por tantas generaciones, entonces, le pasa raspando.
Un cambio de época.
Y un despertar espiritual, que viene de la mano de un golpe dado a Israel, nunca visto en esta magnitud, desde la época de Hitler y el exterminio casi total de la judería europea.
Occidente y la invasión islam.
La invasión islam, impresiona imparable, en el Occidente, representado en parte por Europa occidental. La Europa oriental más conservadora y católica todavía resiste.
Pero este tsunami verde se ha propagado a otras latitudes ante la permisividad de gobiernos democráticos, como otros de tinte dictatorial.
Los musulmanes han concretado una “inusual y bastarda” alianza con una izquierda crónicamente enferma pero especializada y ducha en el hábil arte de la propaganda global.
Captando voluntades y mentes resentidas y confundidas hasta el límite de lo absurdo, pero para muchos aceptable.
El caballo y su jinete.
“Entonces, cantará Moisés”, dice el libro del Éxodo, cuando el Todopoderoso ahogó a los egipcios en el mar.
Cantará a futuro, en un hecho que ya se vivió en el pasado.
Ahogó al egipcio y al animal sobre el cual montaba. Según los rabinos los caballos eran cómplices o participes en la tarea de aniquilación de los hebreos. Por lo tanto, ambos sucumbieron tapados en las propias aguas del deseo asesino.
Mesías y el Maimónides.
El sabio medieval, en los 13 principios de la fe judía, nos señala que debemos aguardar cada día la llegada del verdadero salvador.
“Y aunque se retrase, todos los días voy a esperar su venida”.
En las palabras finales del tercer Patriarca, en boca de Bilaam, y en especial en las profecías de Isaías se alude a su arribo.
Shiló es el final de la línea, la última carta y la esperanza que ayuda a sobrellevar el dolor profundo de las pérdidas. Poder enfrentar el peligro y a enemigos despiadados y numerosos, y saber que hay una luz al final del túnel.
Israel ha sufrido muchas destrucciones y pérdidas. Seguramente se levantará nuevamente y la salvación colectiva vendrá rápidamente como un rayo, tal como se describe la salvación de Yosef desde lo más profundo del pozo hasta lo más alto del mandato y del reinado.
¡Que así sea!
Shavua Tov!
Dr. Natalio Daitch
Amen así sea el tiempo de los Goim esta por terminar . El hijo de David está por volver, Elhoim reunirá a cada uno de sus hijos hebreos de todas las naciones y los llevará de nuevo a su tierra ancestral donde habitarán seguros.
Jerusalén será purificada.