Las raíces judías de Kafka, elemento central de la exposición del centro Sefarad de Madrid

17 septiembre, 2024 , ,
Franz Kafka. En junio se cumplieron 100 años de su fallecimiento.

Las raíces judías de Franz Kafka y su lado humano son los temas centrales de «Cien modos de recordar a Kafka», la exposición que se inaugura este miércoles en el Centro Sefarad-Israel de Madrid con motivo del centenario de la muerte del escritor.

La muestra, que ocupa cinco salas, recorre cronológicamente la vida del autor de «La metamorfosis» desde su nacimiento en Praga (República Checa) en 1883 hasta su muerte en Kierling (Austria) en 1924.

Fotografías, citas literarias, textos y audiovisuales reconstruyen un recorrido vital «esencial para entender su obra y que se suele arrinconar en favor de miradas más centradas en la literatura», según Jana Polivkova, directora del Centro Checo de Madrid que colabora en la organización de la exposición.

«Kafka era un hombre con sentido del humor, que llevó siempre una vida muy sana, viajó mucho, era vegetariano y fue un gran observador de la realidad», subraya Polivkova, rompiendo el mito de personaje enfermizo y sombrío que mucha gente tiene de él.

Conocer estos rasgos de su carácter ayudan a entender su obra, como «también es interesante tener en cuenta su relación con el judaísmo», según el director del Centro Sefard-Israel, Jaime Moreno.

Kafka nació en el seno de una familia judía, pero su relación con estos sus orígenes «no fue fácil y fue cambiando a lo largo de su vida», apuntó.

«En su juventud mostró desinterés por el incipiente movimiento sionista y expresó su rechazo por la forma de vivir la religión judía de su padre, al que acusaba de utilizarla solo para establecer relaciones sociales -añadió-, pero más adelante fue cambiando su vínculo con su identidad judía».

«Tras la Primera Guerra Mundial, Kafka detectó un aumento del antisemitismo que despertó su interés por el sionismo» que defendía la creación de un Estado para el pueblo judío, que se materializó tras la muerte del escritor.

La exposición, que se podrá visitar en Madrid hasta el 29 de noviembre, muestra un árbol genealógico de Kafka y menciona a familiares y amigos que fueron importante en su vida, con la intención conocer con mayor profundidad el mundo que le llevó a crear algunas de las obras más importantes de la historia de la literatura.

Agencias contribuyeron con este artículo de Aurora.

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