Por Boaz Shapira
La semana pasada, visitamos una exposición organizada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el norte de Israel, en la que se exhibieron las armas de Hezbollah incautadas durante las maniobras terrestres en el Líbano.
Según datos del portavoz militar, durante las operaciones terrestres, los combatientes de las FDI confiscaron aproximadamente 6.840 lanzacohetes RPG y misiles antitanque (incluidos cohetes y misiles), 9.000 artefactos explosivos, 2.700 ametralladoras y fusiles de asalto, 300 dispositivos de vigilancia y observación, 60 misiles antiaéreos, 20 vehículos, unos 2.000 cohetes y proyectiles de artillería, y decenas de miles de dispositivos de comunicación, computadoras (ordenadores) y equipos técnicos.
La mayoría de las armas exhibidas fueron fabricadas en Rusia e Irán, y una pequeña parte fue producida en el Líbano.
Sin embargo, en la exposición también se exhibieron armas procedentes de China, Estados Unidos y otros países.
Al igual que en casos anteriores, habían cajas de municiones enviadas desde Rusia y dirigidas al Ministerio de Defensa sirio.
Fuente: Alma – Research and Education Center
Se los transferirá a los kurdos.
Siempre alguito queda para iniciar una nueva guerra
Lo más justo sería devolverlos a Hesbollá donde se encuentren sus militantes y los de más largo alcance devolverlos a los iranies especialmente a sus dirigentes.
Rusia es un país fuera del contexto de las Naciones democráticas liberales. Se trata del enemigo a derrotar por su primitivismo ciego y agresivo. Peligra el mundo con la existencia de Putin y su séquito de criminales. Antes que sea tarde destrocemos su estructura y salvar al mundo de una guerra nuclear.