El llamado Gabinete de Coronavirus resolvió que el año escolar comenzará el 1 de septiembre, como estaba programado; pero que la campaña de vacunación también se llevará a cabo en los establecimientos escolares para los alumnos mayores de 12 años, con el objetivo de prevenir la propagación del COVID-19.
Los escolares precisarán la autorización de sus padres para recibir la vacuna. Paralelamente, los padres recibirán dispositivos o pruebas de diagnóstico de coronavirus y deberán firmar una declaración jurada indicando que sus hijos han resultado negativos en los test.
Al mismo tiempo, las autoridades han comenzado a realizar pruebas serológicas para determinar quienes son los niños con alto porcentaje de anticuerpos desarrollados durante contagios previos.
Sin embargo, han llovido críticas sobre la implementación de las pruebas serológicas, debido a las largas colas y las disrupciones.
Las clases comenzarán en las escuelas donde al menos el 70 por ciento de los alumnos se ha vacunado, recuperado de la enfermedad o muestra un alto porcentaje de anticuerpos en la sangre. Las clases en los establecimientos escolares, que tengan menos de ese 70 por ciento, se llevarán a cabo a través de internet.
Algunos de los miembros del Gabinete no estaban de acuerdo con comenzar las clases justo después de las importantes festividades judías (Rosh Hashaná [Año Nuevo], Iom Kipur, Sucot) que comienzan el 7 de septiembre, pero fueron aparentemente persuadidos por la intensiva campaña de vacunación y las pruebas para diagnosticar el virus.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, aprobó la movilización de 6.000 reservistas para que colaboren con la campaña para diagnosticar a aquellos que aún no están autorizados a recibir la dosis de la vacuna.
El Gobierno está ofreciendo a los mayores de 40 años la administración de la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Israel cuenta con una población de alrededor de 9,3 millones de personas. De acuerdo con los datos de la cartera sanitaria, más de 5.400.000 israelíes han recibido al menos la segunda dosis de la vacuna, mientras que des esta última cifra, 1.200.000 israelíes han recibido también la tercera dosis.