Las autoridades palestinas «torturan sistemáticamente» a los detenidos, denuncia HRW

Vehículo de la policía palestina en el centro de Ramallah Foto: Wikimedia Commons CC BY-SA 3.0

HRW señaló que se trata de una práctica que se produce desde años y «puede constituir un crimen de lesa humanidad».

«El abuso sistemático por parte de la AP y Hamás forma una parte crítica de la represión contra el pueblo palestino», declaró Omar Shakir, director para Israel y los territorios controlados por los palestinos de la ONG, que presentó un informe sobre ello al Comité contra la Tortura de Naciones Unidas.

Según HRW, «un año después de que la AP matara a golpes al destacado activista crítico Nizar Banat cuando estaba bajo custodia» policial, y actuara «violentamente» contra manifestantes pacíficos que protestaron por su muerte, «nadie ha rendido cuentas», lo que ilustra «la impunidad de los arrestos arbitrarios» que llevan a cabo las autoridades palestinas.

Este polémico suceso generó protestas el año pasado contra la AP en Cisjordania para denunciar la brutalidad policial, pero hasta ahora no se han depurado responsabilidades, dice HRW, que denuncia que hay «un patrón de abuso» prolongado por parte de las fuerzas de seguridad de la AP, que tuvo «un papel central en la represión».

La Fiscalía palestina presentó cargos contra 14 agentes acusados por la muerte de Banat en 2021, pero la ONG asegura que la Justicia está actuando «con lentitud y de forma parcial», lo que se expresó el pasado 21 de junio, cuando se dejó en libertad a los acusados.

«La muerte bajo custodia de Banat» y la represión contra manifestantes que se produjo en las semanas siguientes «refleja la práctica sistemática de arresto arbitrario y tortura con impunidad», señala HRW, que menciona los casos de varios palestinos que fueron detenidos por formar parte de las protestas.

Según la entidad, estas prácticas no son solo comunes por parte de la AP, que gobierna en zonas de Cisjordania (Judea y Samaria), sino también por parte de su rival, el grupo islamista Hamás, que controla Gaza desde que echó de ahí a las autoridades palestinas en 2007.

«Las fuerzas de seguridad de la AP y Hamás se burlan y amenazan de forma rutinaria a los detenidos, recurren a la reclusión en régimen de aislamiento y les dan palizas», según HRW.

De acuerdo con la entidad, los abusos incluyen «azotes a los pies», se obliga a los detenidos «a adoptar dolorosas posiciones de tensión durante períodos prolongados», se les levanta «los brazos por la espalda con cables o cuerdas».

Esta violencia, añade, se aplica «para castigar a los críticos y opositores y obtener confesiones».

«La AP y Hamás han alegado que los abusos no son más que casos aislados que se investigan y por los que los malhechores deben rendir cuentas, pero años de investigación de HRW contradicen estas afirmaciones», denuncia la entidad.

Según concreta, en 2021 hubo 252 denuncias por presunta tortura y malos tratos contra la AP, así como 279 por supuestos arrestos arbitrarios. En el caso de Hamás, hubo también 193 denuncias por tortura y 97 por detenciones arbitrarias.

A su vez, el grupo islamista ha ejecutado a 28 personas desde que tomó el poder en Gaza hace 15 años.

Ante ello, «las autoridades palestinas deben acatar los tratados internacionales de derechos humanos a los que se han adherido, poner fin a los abusos graves y la impunidad endémica», exige HRW, que considera que países de la comunidad internacional «deberían cortar la asistencia a las fuerzas de seguridad palestinas abusivas». EFE y Aurora

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