La visita de Biden a Oriente Medio: ¿un cambio de paradigma en la política estadounidense?

18 junio, 2022
Naftalí Bennett y Joe Biden en la Casa Blanca el 27 de agosto de 2021 Foto: GPO / Avi Ohayon vía Flickr

Por Eldad Shavit

El presidente también asistirá a la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en Yeda, Arabia Saudita, a la que asistirán líderes egipcios, jordanos e iraquíes.

Durante su estadía en Israel, el presidente visitará Cisjordania para reunirse con los líderes palestinos, durante la cual «reiterará su firme apoyo a la solución de dos estados”.

La decisión de Biden de visitar Israel se tomó hace varios meses, incluso antes de que se agregara su visita a Arabia Saudita, y refleja principalmente su extraordinario compromiso personal con Israel, que ha demostrado a lo largo de su carrera política.

Como tal, la incertidumbre política en Israel no interfiere con la visita.

Desde el principio también quedó claro para la Administración que no se espera que la visita conduzca a un avance en la cuestión palestina.

La impresión es que la visita a Israel es principalmente emocionalmente importante para Biden, pero aún más, le da gran importancia al éxito de su visita a Arabia Saudita y la reunión con los líderes árabes.

La Administración y Biden personalmente están pagando un precio interno considerable en Estados Unidos por la decisión de visitar Arabia Saudita y en especial por su esperado encuentro con el príncipe heredero Mohammed bin Salman por su implicación en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

Pero parece que Biden, como en el pasado, una vez más decidió adoptar un enfoque realista sobre la adhesión a los valores y decidió que en la actualidad es necesario que la Administración cambie de rumbo para avanzar en lo que él considera importante políticamente y para los intereses económicos de los Estados Unidos.

Muchos temas figuran en la agenda de Estados Unidos y Arabia Saudita, y es dudoso que todos puedan resolverse en una cumbre presidencial, incluso si se prepara en una ronda de reuniones entre las partes en las últimas semanas.

Para la Administración, sería considerado un logro si durante la visita a la región se anunciaran medidas para fortalecer aún más los lazos entre Israel y los países del Golfo (¿un foro de seguridad que involucre a Israel y Arabia Saudita?), una movida que también ilustraría el compromiso de EE. UU. con la seguridad en la región ante la amenaza iraní.

O bien, podrían formarse entendimientos que demuestren que los estados del Golfo continúan viendo a Estados Unidos como un aliado clave, e incluso unirse a los esfuerzos de Biden para reducir los precios del petróleo.

La realidad internacional y especialmente la guerra en curso en Ucrania con sus implicaciones políticas y económicas han obligado a la Administración a cambiar sus prioridades, lo que puede abrir la puerta a mejores relaciones con los países de la región.

Sin embargo, aún es demasiado pronto para evaluar si esto es un cambio en términos de su disposición y capacidad para invertir recursos en el Medio Oriente.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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