La Universidad de Sídney lamentó este viernes no haber tomado más medidas para prevenir el antisemitismo contra los estudiantes y el personal de esta institución durante las protestas propalestinas que se realizaron dentro de sus instalaciones entre abril y mayo.
“La Universidad tiene la responsabilidad de tomar medidas activas para garantizar un entorno seguro y libre de discriminación, y nos tomamos estas responsabilidades muy en serio”, dijo hoy el vice-rector y presidente de la Universidad de Sídney, Mark Scott.
“Nadie debería sentirse en peligro, inseguro o no bienvenido en ningún lugar de aprendizaje. Nadie debería sentir la necesidad de ocultar su identidad o alejarse de las aulas o los campus“, agregó Scott en su discurso de apertura ante la comisión de Asuntos Jurídicos y Constitucionales del Senado Australiano en Camberra.
Esta comisión parlamentaria investiga el antisemitismo en las universidades australianas, especialmente durante las semanas de protestas estudiantiles para exigir que las instituciones académicas hagan públicos y rompan lazos con fabricantes de armas vinculados a Israel y protestar por la situación en Gaza.
Los estudiantes y el personal judío expresaron sus quejas a la Universidad de Sídney, así como a la comisión parlamentaria y a la encargada de combatir el antisemitismo en Australia, Jillian Segal, y señalaron que durante estas protestas se sintieron inseguros y que incluso tuvieron que ocultar su identidad.
“Los testimonios son desgarradores e inaceptables. Y lo lamento“, subrayó Scott, en el discurso publicado en el portal de la Universidad de Sídney, al admitir que en su institución, como en toda Australia, ha aumentado el antisemitismo, especialmente desde el inicio el 7 de octubre del año pasado de la guerra entre Israel y el grupo Hamás.
“En mi larga carrera en la educación y los medios de comunicación, nunca me he encontrado con un tema que haya generado tanta angustia, dolor e ira“, precisó el vicerrector de la Universidad de Sídney, la más antigua del país, al hacer hincapié en su compromiso para luchar contra el antisemitismo.
Decenas de estudiantes plantaron tiendas de campaña a finales de abril en las instalaciones de esta universidad, haciendo eco de las protestas propalestinas de los universitarios estadounidenses, hasta que la Universidad de Sídney les ordenó desalojar el lugar unas ocho semanas después.
En julio, tras un incremento de denuncias y de ataques a judíos en Australia, una comunidad que representa el 0,4 % de una población de más de 26 millones de habitantes, el Gobierno australiano nombró a Segal como encargada de combatir el antisemitismo en el país.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, prometió crear un cargo similar para combatir la islamofobia, pero hasta la fecha no ha sido puesto en marcha.
Agencias contribuyeron con este artículo de Aurora.