La tensión en Taiwán dista de haber concluido y puede afectar a Israel

Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán

Por Galia Lavi

Contrariamente a las preocupaciones previas, China no desvió el avión de su curso, no envió aviones de combate para acompañarlo y no disparó misiles hacia la isla durante la visita.

Presumiblemente, el drama ha terminado y EE. UU. ha logrado un importante logro diplomático, después de no retroceder ante las amenazas de China.

Pero es demasiado pronto para alegrarse.

Se espera que la tensión que rodea a Taiwán se mantenga durante mucho tiempo y también afecte a Israel.

En el corto plazo, junto con extensos ciberataques y el cierre de sitios de redes sociales en la isla, China ha impuesto una serie de sanciones a la importación de alimentos de Taiwán y a la exportación de arena al mismo.

Además, el ejército chino está realizando actualmente un ejercicio militar a gran escala en un estrecho cinturón alrededor de la isla.

Ya al ​​inicio de la actividad, se informó que barcos chinos ingresaron en las aguas territoriales de la isla y aviones de combate penetraron más allá de la línea de la zona de detección aérea de Taiwán.

La actividad militar extensiva probablemente continuará en los próximos días, y tal vez incluya el lanzamiento de misiles balísticos y, en cualquier caso, erosionará y redefinirá gradualmente el statu quo entre las partes.

A largo plazo, Taiwán seguirá pagando precios económicos y de seguridad durante un período prolongado (en la ronda anterior de escalada, la actividad duró nueve meses).

Las relaciones entre China y EE. UU., que sufrieron un duro golpe, cargarán una mayor desconfianza y, lo que es peor, la reticencia de China a cooperar con EE. UU. en una variedad de campos.

Hasta el momento, el Ministerio de Exteriores de China ha rechazado la solicitud de Estados Unidos de unir a Pekín al diálogo sobre el desarme nuclear.

Además, no se espera que el ministro de Exteriores, Wang Yi, se reúna con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, durante la reunión de ministros de Exteriores de la ASEAN [Asociación de Naciones de Asia Sudoriental] esta semana.

A pesar de la distancia geográfica, también se espera que Israel se encuentre en una posición peligrosa, entre un importante socio comercial, China, y su amigo cercano, Estados Unidos.

A medida que aumente la tensión en el Estrecho de Taiwán; Washington mostrará una creciente intolerancia por cualquier vínculo con China y exigirá que sus aliados se alineen con él.

Israel debe ser consciente de la nueva situación y adaptar su política con sensibilidad y responsabilidad, a fin de preservar sus buenas relaciones con todas las partes involucradas.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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