Con la misión de reformarse para poder asumir el control ejecutivo de la Franja de Gaza cuando acabe la guerra, la Autoridad Palestina (AP) debe formar en los próximos días un nuevo gobierno, de perfil más tecnócrata y del agrado de Estados Unidos, aunque Mahmud Abbas se mantendrá en el poder.
Con un llamado a la «unidad nacional», el primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, presentó este lunes la dimisión de todo el gobierno de la AP ante Abbas, «a la luz de los acontecimientos políticos, de seguridad y económicos relacionados con la agresión en la Franja de Gaza y la escalada» en Judea y Samaria.
Se espera que Abbas designe un nuevo Ejecutivo la próxima semana, de corte tecnócrata como le ha pedido Washington, y el candidato más firme para el cargo de primer ministro es el director del Fondo de Inversión Palestino, Mohamed Mustafa, economista formado en EEUU que ocupó puestos de relevancia en el Banco Mundial y mantiene buena relación con funcionarios de ese país.
También es cercano a Abbas y fue vice primer ministro de un breve gobierno de unidad nacional formado en 2014 para la reconstrucción de Gaza ese año, por lo que puede ser una figura aceptable para la organización terrorista Hamás.
En su última visita a la región en enero, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aseguró a Abbas que Washington apoya «pasos tangibles» para un Estado palestino, que incluya la Franja de Gaza y regido por la AP, pero le pidió a cambio una «renovación» ante la grave crisis de legitimidad y desprestigio que padece entre los palestinos.
Por su parte, Israel presentó hace una semana su plan de posguerra para Gaza, que contempla el control de seguridad israelí, pero cede el control civil a «palestinos alejados de o entidades que apoyen el terrorismo», cerrando al puerta a Hamás. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se opone tanto al retorno de la AP a Gaza como a la posibilidad de un Estado palestino.
De todos modos el nuevo gobierno de la AP seguirá bajo el mando del presidente Mahmud Abás, de 88 años, con problemas de salud, acusado de autoritario y corrupto, y que no se somete a las urnas desde 2005, con su popularidad desplomándose en cada encuesta.
Según un sondeo del Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas en diciembre, un 60 % de los palestinos apoya la disolución de la AP y el 92 % la renuncia de Abás.
El apoyo a Hamás en Judea y Samaria trepó al 60 %, mientras que un 16 % optó por un gobierno de unidad sin Abbas, un 7 % por mantener la AP en su estado actual y solo un 3 % se decantó por la fórmula que toma forma con el impuso de EEUU: un Ejecutivo de cohesión nacional con Abbas al frente.
El partido secular Fatah -encabezado por Abbas y que vertebra la AP- y Hamás han retomado esta semana en Moscú su diálogo de reconciliación nacional, tras la fractura de 2007 cuando los segundos rompieron el gobierno de unidad nacional formado un año antes, expulsaron a la AP de la Franja y se hicieron por la fuerza con el poder.
Agencias contribuyeron con este artículo de Aurora.
Soluciones definitivas no hay, pero esta opcion seria la menos mala
La realidad es que los palestinos apoyan a hamas, apoyan el ataque del 7/10, y apoyan la idea de » tirar los judíos al mar» .
La mayoría amplia de los palestinos eligen sin dudar un sueño imposible a una realidad de convivencia pacífica.
Entonces son una plaga.
No abbas
Hay que llevarlo a gaza y en medio del desastre…matarlo.
Todo un teatro para complaser a Biden y su recua de imbesiles cobardes e hipócritas, que siguen con su estupidez de un estado palestino. No será, porque Israel nunca accederá a tal imbesilidad.
lavada de cara a gusto de la administacion biden MISMO PERRO CON DIFERENTE COLLAR