La peregrinación judía de la sinagoga de Ghriba, la más antigua del norte de África situada en la isla tunecina de Djerba (sur), arrancó tras anular sus festividades por segundo año consecutivo debido a la crisis sanitaria del coronavirus y sólo se permitirán los ritos religiosos bajo un estricto protocolo sanitario.
Este evento religioso, que se prolongará hasta el próximo 2 de mayo, acoge cada año a una media de 3.000 personas y el pasado año fue anulado por primera vez desde la llamada «Revolución de los Jazmines» de 2011 que derrocó al régimen de Zine El Abidin Ben Alí tras dos décadas en el poder.
Antes de esta fecha, solía congregar a cerca de 8.000 peregrinos judíos llegados principalmente de Francia e Italia, pero también de Israel, lo que obligaba a las fuerzas de seguridad a blindar la isla para evitar atentados como el que en 2002 perpetró la red terrorista Al Qaeda junto al templo y que acabó con la vida de veintiuna personas.
La peregrinación de la Ghriba se celebra cada año en el día 33 de la Pascua judía y rememora el final de la epidemia de peste que, al parecer, segó la vida de 24.000 pupilos del Rabí Akiva (50-135 de la era común), uno de los eruditos judíos más importantes. A partir de este día, los peregrinos pueden entregarse a la celebración, las parejas pueden celebrar sus bodas y los hombres afeitarse la barba.
La pasada semana el Gobierno endureció de nuevo las restricciones de movimiento y ordenó el cierre de las escuelas hasta el próximo 30 de abril además de imponer la educación a distancia en institutos y universidades para reducir el desplazamiento de personas, restringido ya entre provincias.
En pleno mes sagrado de Ramadán, que comenzó el pasado 13 de abril, los tunecinos no pueden desplazarse en vehículos a motor a partir de las 19.00 horas local (18.00 GMT), aunque el toque de queda se mantendrá a las 22.00 horas, para tratar de evitar así las tradicionales visitas familiares.
Según cifras oficiales Túnez ha superado los 300.000 contagios y 10.352 fallecidos por una población de cerca de doce millones de habitantes. La campaña de vacunación, que comenzó a mediados de marzo, ha inmunizado hasta el momento a tan sólo 320.000 personas debido a la falta de inscritos en la plataforma digital EVAX, que permite vacunarse de manera voluntaria y gratuita. EFE